Conferencistas de renombre dieron realce al Congreso de Educación


Los números finales hablan de una asistencia de 3.168 acreditados. Evaluaciones, formación docente y nuevas prácticas educativas generaron debates y controversias. También se habló de la enseñanza en contextos de pobreza.

Esta tarde culmina el 2do. Congreso Internacional de Educación, en la Ciudad Universitaria, con un panel de categoría que reunía a los cinco especialistas internacionales más destacados del evento: Angel Díaz Barriga, Alicia de Alba, Juan Manuel Alvarez Méndez, Elsa Gatti y Pablo Gentili.

Durante los tres días del evento, se brindaron 13 conferencias y paneles donde surgieron importantes y controvertidos conceptos en torno de los principales tópicos educativos.

Uno de los ejes de análisis tuvo que ver con volver a replantearse el oficio del docente en contextos de exclusión. Hubo una revalorización de la tarea docente y, al mismo, se hizo hincapié en cómo las crisis en los que desempeñan su oficio generan nuevas propuestas.

La evaluación educativa fue otro tema que originó controversias y claras discusiones entre los disertantes, desde aquellos que reconocen las contradicciones y paradojas de las innovaciones en la evaluación hasta los que señalan las críticas a la evaluación en los contextos de políticas neoliberales.

Otro debate giró en torno del papel que juega la educación en América latina en relación con la pobreza y las desigualdades. No faltaron las controversias acerca del papel de la educación en estos países.

Expertos nacionales, entre ellos, Lidia Rodríguez, Gloria Edelstein, Germán Cantero, Marilina Lipsman, María del Carmen Palou, Leonor Bella de Paz, también disertaron en paneles.

Edith Litwin, doctorada de la UBA, una de las personalidades que también participó como expositora, analizó el oficio del docente y del sentido con que hoy las nuevas tecnología se inscriben en el aula. Reconoce cómo ellas posibilitan o potencian las situaciones del enseñar y no solamente se instalan por la necesidad de generar una aura de modernidad.

Trabajo en comisiones

Claudio Lizárraga, secretario general de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC), destacó que al menos la mitad de los más de 3.000 asistentes al evento provinieron del interior santafesino, de otras provincias -desde Salta o Jujuy hasta Mendoza- y de países como Chile, Uruguay, Brasil y Colombia.

En líneas generales, los organizadores del congreso ven confirmada la expectativa que tenían en cuanto a convocatoria y necesidad de participación de la gente. "Aun en esos plenarios de más de 2.000 personas dentro de la carpa, los asistentes se animaban a hacer preguntas; se notó muchas ganas de participar de los temas que hacen a la problemática educativa", explicó Lizárraga.

Durante las mañanas de ayer y hoy, se trabajó en comisiones. Allí los participantes tuvieron la oportunidad de escuchar a investigadores de diferentes puntos del país y de Latinoamérica pero también a sus pares docentes y profesores de los distintos niveles que contaron sus experiencias y trabajos. Los asistentes elegían los grupos de acuerdo a la afinidad con la temática y el nivel de enseñanza.

Se abordaron los cinco ejes del congreso en 64 mesas, con un promedio de 8 trabajos presentados por cada una. "Se analizaron cuestiones como la problemática de la docencia en contextos de pobreza y exclusión, evaluación, impacto de las políticas neoliberales en educación, la formación permanente y el conocimiento en la sociedad contemporánea", puntualizó el secretario general de la FHUC.

"El intercambio fue fructífero y hemos notado que la gente está muy satisfecha con la propuesta", destacó.

Ningún disertante extranjero faltó a la invitación por lo que el cronograma se desarrolló según lo previsto. La excelente organización se concretó con la colaboración de pasantes del Instituto de Turismo "Sol" que interiorizaron a los visitantes sobre las opciones de hotelería y gastronomía, y de unos 80 estudiantes de la facultad de Humanidades que estuvieron atentos a cualquier necesidad.

La democratización, el gran desafío

El panel Desafíos y nuevas perspectivas para la educación superior tuvo como expositores ayer por la tarde a los profesores Mario Barletta y Alicia Camilloni, con la coordinación de Graciela Barranco.

El actual rector de la UNL, luego de destacar el esfuerzo realizado por la Facultad de Humanidades y Ciencias en la generación de ese espacio de debate, expuso un trabajo donde retomó algunos aspectos planteados en la 39° Reunión de Rectores de las Universidades del Grupo Montevideo y el II Congreso Latinoamericano realizado en julio pasado.

Barletta sostuvo que "la recuperación del lugar central de la educación como política de Estado" plantea la "condición ineludible para que la educación genere el impacto que quienes están en el sistema educativo esperan de la misma". En un interés por indagar sobre el modo en que las instituciones de educación superior pueden aportar al análisis de un problema complejo y diseñar estrategias para el desarrollo sustentable, sintetizó un trabajo sobre el fenómeno de la sojización, un hecho económico importante en nuestra región.

Concluyó que, si bien la educación es fundamental para el desarrollo sustentable de las sociedades, "no puede pensarse sólo como una estrategia para la generación de riquezas. La educación es un derecho humano fundamental, una condición para mejorar las oportunidades del individuo, para su desempeño y su inserción en la sociedad, que tiene un elemento democratizador por excelencia".

Mientras exponía los logros y estrategias de la alta casa de estudios que preside, el sonido bombos y cánticos comenzaron a llegar desde el exterior en repudio a los integrantes del panel (ver aparte). A esto, Barletta lo calificó como "parte de la vida de esta hermosa universidad".

Los problemas

Por su parte, la profesora Camilloni indicó los principales problemas del sistema educativo en general y de las universidades en particular.

El desprestigio de las instituciones educativas, la deficiente formación de los estudiantes que vienen de la escuela media, la desaparición de las escuelas técnicas a partir de la Ley Federal de Educación, fueron algunos de los inconvenientes indicados.

Camilloni planteó como esencial "recuperar el prestigio y la importancia de todos los tipos de instituciones". Finalmente, sostuvo que "los problemas de las universidades son muchos y variados" y para superarlos es necesario "conservar la identidad de la institución y, al mismo tiempo, adaptarse a los cambios". El desafío, sin embargo, es "preservar y acrecentar los procesos de democratización".

Repudio

Mientras se desarrollaba el panel en el que, además del Ing. Mario Barletta, estaba anunciado el profesor Adolfo Stubrin, un grupo de estudiantes del Movimiento Universitario de Izquierda manifestó su malestar por la presencia de los expositores en el marco de "un congreso en el que se defiende a la educación pública. Creemos que ellos son unos de los principales aplicadores que están haciendo que la educación sea sólo para una minoría".

Mientras repartían volantes con la inscripción de Los Privatizadores, mostraban afiches y golpeaban bombos y redoblantes, Martín explicó que si bien "participamos del congreso porque creemos que hay muchos pedagogos que aportan desde la pedagogía crítica, sí repudiamos a personajes que creemos nefastos". Además, disparó que "Barletta puso un sistema de padrinazgos de empresas privadas, le vende los servicios a terceros y estableció aranceles en las tres nuevas carreras que se abrieron en Humanidades y en Medicina. No es la universidad por la que han peleado los jóvenes de la reforma del 18".