La otra España
Un documental realizado en Catalunya, que fue proyectado en el Congreso de laS LenguaS, mostró el rostro oculto de España. Un país donde el español reina por sobre otras lenguas y culturas que florecen en las regiones autónomas.

En el Congreso de laS LenguaS se escucharon las voces de la otra España. La de las comunidades autónomas, con culturas ricas por su diversidad, pero históricamente aplastadas por la cultura oficial. Donde viven unos 10 millones de españoles -de los casi 39 millones de población total- que no usan el castellano para comunicarse entre ellos, porque el corazón le habla en otras lenguas: en gallego, en catalán, en vasco.

Si bien desde 1978, la Constitución española impuso el castellano como lengua oficial, en Catalunya, Galicia y la Vasconia, el pueblo habla en otro idioma. Y canta y baila al sonido de la gaita, la jota aragonesa y la sardana. En las comunidades autónomas, estas lenguas coexisten con el español, y son usadas en las escuelas y en todas las actividades de la vida diaria. De allí, el reclamo de que también se escuche, se integre y se respete, a otras culturas.

De una de esas regiones autónomas llegó la periodista Montse Armengou, para presentar en el Congreso de laS LenguaS, un video documental que devela el rostro oscuro de España: "Los niños perdidos del franquismo", un trabajo que aporta a la memoria histórica, documentos y testimonios sobre la expatriación de hijos de republicanos durante la Guerra Civil a otros países europeos, su posterior repatriación y la decisión de Francisco Franco de no retornar a muchos de esos niños a sus familias.

Testimonios desgarradores de españoles que nunca más volvieron a saber de sus hijos o sus nietos, porque la España de Franco decidió engrosar con ellos las filas armadas, o recluirlos en prisiones y orfanatos regenteados por la Iglesia, cambiándoles sus nombres, cercenando su historia y robándoles su identidad.

Voces que no se silencian

Montse Armengou nació en Barcelona en 1963. Es periodista de la Televisión de Catalunya, y escribe para distintos diarios y revistas. Su documental "Los niños perdidos del franquismo" -aplaudido por un nutrido auditorio en Rosario- forma parte de una trilogía, sobre la dictadura de Franco que también incluye "El convoy de los 927" y "Las fosas del silencio", la primera de ellas premiada en el Festival Internacional de Cine de Amsterdam, como "película que cambió el mundo".

"Estos temas siempre me interesaron -contó Montse en diálogo con Nosotros-, pero yo venía de otro reportaje que eran las indemnizaciones a gente que había estado, no sólo prisionera sino en campos de concentración durante el franquismo, y en unidades de trabajos forzados que se dieron en Catalunya, no en toda España. Luego de eso, me contacté con un historiador que me dio un dato que me inquietó muchísimo: los niños no quedaban registrados cuando entraban a las cárceles. Entonces, nos propusimos con él y con un compañero, investigar qué había pasado en esas cárceles, y lo que encontramos no lo imaginábamos ni nosotros. Hicimos una recopilación de testimonios de personas que nos podían decir cómo los niños eran exterminados físicamente y familiarmente -porque eran separados de su familia y dados en adopción ilegal-, o bien exterminados ideológicamente, porque aunque sus familias los pudieran recuperar ya volvían hechos curas, monjas o, sencillamente, abominaban del proyecto que sus padres tenían para ellos".

"A partir de ahí seguimos con otras investigaciones: desaparecidos, que eran ejecutados y enterrados en cualquier cuneta, o sobre `El Convoy de los 927', que fue el primer tren de Europa Occidental cargado con familias enteras de refugiados con destino a un campo de concentración nazi, que no era de población judía sino de republicanos españoles que se habían refugiado en Francia".

La memoria interpela

El documental "Los niños perdidos del franquismo" echó luz sobre episodios de la historia de España que la cultura oficial pretende ocultar sistemáticamente y aportó a la investigación. "Lo que había antes de esto, era una gran base de información. Había buenos trabajos de historiadores, pero que quedaron siempre en órbitas cerradas, en ámbitos académicos. También había gente que hizo recopilación de testimonios. Lo que nosotros aportamos fue nuestro trabajo periodístico de reunir datos que andaban por todos lados, de estudiarlos, y ahí dimensionamos la tragedia. Las mujeres y sus testimonios estaban allí, el decreto de Franco con el cambio de apellidos estaba allí, pero era necesario reunirlos. Armando todo esto nos dimos cuenta de que era la primera vez que esto veía la luz, pusimos todo en orden y lo hicimos emerger", explica Montse.

La investigación que terminó en el documental se extendió durante un año y, después de emitirse en distintas televisiones autonómicas y canales de cable privados, trascendió las fronteras de España. "Lo que es patético es que este documental haya merecido una interpelación parlamentaria de un diputado catalán, que preguntó al anterior director de la Radio Televisión Española -la cadena estatal que pagamos todos los españoles-, por qué no lo emitían. La TVE no lo emitió. Pero esto está empezando a cambiar con el nuevo gobierno -aclara Montse. No en vano, el abuelo del actual presidente del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, fue fusilado por el sólo hecho de ser un militar fiel a su juramento de fidelidad a la República".

"Nosotros trabajamos para una televisión pequeña como es la televisión catalana -que es un medio público pero pequeño-, y con estos trabajos logramos funcionar internacionalmente -dice Montse Armengou. Cuando hice este trabajo podría haber reivindicado mi nacionalismo, pero preferí hacerlo hacia fuera, porque entiendo que, desde la Nación, se puede hacer un trabajo universal".

Gabriela Redero