La Unión Europea insiste en el acuerdo con el Mercosur
Parlamentarios del Viejo Continente se distinguen de EE.UU. y Oriente. La apertura de servicios en esta región y la eliminación de subsidios agrícolas son los puntos que siguen trabando el acuerdo. Massimo D'Alema aclaró que "Europa no pide venta de monopolios con corrupción"

Buenos Aires (C).- "Se puede y se debe hacer un acuerdo". Massimo D'Alema, presidente de la delegación para las relaciones de la Unión Europea con el Mercosur, cerró con esa convicción el paso de la comitiva de parlamentarios del Viejo Continente que estuvo cuatro días en la Argentina.

El ex premier italiano encabezó la mesa de un desayuno con un grupo de periodistas, en el que ensayó una última evaluación de las gestiones en el país. "La séptima reunión interparlamentaria fue un éxito; los parlamentos se comprometieron a impulsar las negociaciones interrumpidas en octubre", dijo. Y vaticinó que "van a ser relanzadas en marzo en Bruselas en sesión ministerial".

Al abordar los escollos que hicieron fracasar ese entendimiento, D'Alema recordó que "Europa pide la apertura para los servicios. Si hay voluntad política se puede finalizar con ventajas para América latina y para Europa", insistió. Al recordársele que la Argentina produjo una apertura unilateral para inversiones europeas en servicios durante la última década, el parlamentario italiano del Grupo Socialista dijo que "es difícil evaluar la experiencia argentina de los '90", pero aclaró que "los servicios públicos no forman parte de la negociación. Ningún gobierno puede renunciar a su soberanía".

Más adelante rescató de todas maneras que privatización, liberalización, competencia, reglas claras y capacidad estatal de control son condimentos que suponen "ventajas para la economía". Pero remarcó que "Europa no pide venta de monopolios con corrupción".

En cuanto al reclamo del Mercosur para que se eliminen los subsidios agrícolas como condición del entendimiento, D'Alema explicitó que "soy partidario de una Europa más abierta", y vaticinó -con estricta prudencia diplomática- que "el tema de los subsidios va a ser eliminado en el tiempo".

China, EE.UU. y América latina

"Hay una competencia en amistad hacia la Argentina entre Estados Unidos, China y Europa", definió D'Alema, que sin embargo se encargó de preguntarse si además de Europa hay inversiones de Estados Unidos en cooperación social o salud. "Personalmente no lo creo", se respondió, y acotó que "no existe en el mundo una fuerza de tal compromiso de solidaridad como la de Europa"

Emilio Méndez del Valle -español, socialista- añadió que a la ofensiva oriental sobre la América del Sur se sumará una nueva desde la India. "Son mercados más que emergentes, pero ofrecen acuerdos de naturaleza distinta. Como distinto es el acuerdo con el Alca; no hay proyecto de valores compartidos", subrayó el ibérico.

D'Alema añadió más adelante que "si China necesita comoditis y compra con buen precio es importante. Pero no se resuelve el problema de la integración económica, para lo cual se necesita exportar productos con valor agregado".

El parlamentario italiano priorizó, además, el acuerdo con el Mercosur, más allá de la integración de éste con el resto de América Latina. "La integración real, física, institucional, necesita un proceso largo; el acuerdo con el Mercosur es la primera y más importante parte de un acuerdo con América Latina", señaló.

A su turno, Antoine Duquesne, (belga de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa) recordó que la Unión Europea "se construyó con seriedad y por eso mantiene seriedad incluso en el comercio". Y si bien reconoció que Europa está sumida en la globalización al igual que nuestro continente, rescató la "gran ventaja del diálogo y el respeto mutuo" que existe entre los dos bloques.

Italia y el default

El italiano Massimo D'Alema opinó que la decisión argentina de postergar el canje de la deuda en default "es positiva", porque ofrece "más tiempo para reflexionar". Dijo que desde el punto de vista de los bonistas de su país, se debería mejorar la oferta.

Si bien se excusó de evaluar la actitud del gobierno italiano en el G-7 (es uno de los más duros con la Argentina) D'Alema -tradicionalmente enfrentado con Berlusconi- recordó su compromiso con un proyecto de ley para corresponsabilizar a los bancos que vendieron los bonos argentinos, y al mismo tiempo mencionó a los 250 mil pequeños ahorristas italianos afectados, cuya situación calificó como un "gran problema social".

El parlamentario italiano, que tuvo encuentros con Roberto Lavagna y padeció las clásicas esperas en sus audiencias con el presidente Kirchner y con la senadora Cristina Fernández de Kirchner, pronunció su última declaración al respecto horas antes de la nueva embestida del mandatario argentino contra las presiones italianas.

Roles globalizados

Consultado sobre la radicación de empresas europeas en el Mercosur -en especial, Brasil-, D'Alema reconoció que "para el mundo rico el problema es invertir en innovación", mientras el costo es la "deslocalización" (traslado a zona de menores costos de producción) de sus plantas fabriles. Calificó el proceso como "normal", pero al mismo tiempo admitió que "tenemos que gobernar ese proceso".