Expresó su temor de que los focos de tensión en el mundo terminen en conflictos abiertos.
En su tradicional mensaje navideño el Papa Juan Pablo II imploró que se detengan todas las formas de violencia y que se aliente el diálogo y la reconciliación en el mundo.
Aunque con aspecto cansado y teniendo que hacer varias pausas para tomar aire, el Papa leyó todo el discurso y la felicitación navideña en 62 idiomas. Fue el discurso más corto en sus 26 años como Pontífice. Se optó por la brevedad para evitarle esfuerzos, debido a sus dificultades para hablar.
Juan Pablo II subrayó su preocupación por los hechos de Irak, Tierra Santa y Africa; y pidió "que cesen tantas formas de creciente violencia, causa de indecibles sufrimientos; que se apaguen tantos focos de tensión que corren el riesgo de degenerar en conflictos abiertos, que se consolide la voluntad de buscar soluciones pacíficas, respetuosas de las legítimas aspiraciones de los hombres y de los pueblos".
De todos modos, reconoció "los esfuerzos de paz que, aunque tímidos, pero llenos de esperanza, se están haciendo actualmente para un presente y futuro más sereno".
A TODO EL MUNDO
Después de leer el mensaje, el Pontífice impartió la bendición Urbi et Orbi (a Roma y a todo el mundo) en 62 idiomas. Allí, de nuevo, la palabra que más pronunció fue paz.
En español dijo: "Feliz Navidad. Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en las familias y en todos los pueblos".
El mensaje fue transmitido en directo por 115 canales de televisión de 72 países.
Por primera vez en la historia, y al igual que la Misa de Gallo, la bendición fue transmitida en directo a través de los teléfonos celulares de última generación. (EFE) PAGINA .