En la provincia de Santa Fe y según datos que registro pero que pueden ser imprecisos, tenemos 361 localidades, las cuales son abastecidas con agua corriente de la siguiente forma: Aguas Provinciales de Santa Fe atiende 17 localidades, las cooperativas 88 y restan 256 poblaciones que desconozco cómo se proveen de agua potable.

Refiriéndome específicamente a Aguas Provinciales de Santa Fe, que es una empresa extranjera, solamente atiende al 4,71% de las poblaciones de la provincia, o sea una minoría, en cuanto a localidades se entiende.

Donde el Estado no llega, que es en el 95,29%, quienes llegan son las cooperativas, cubriendo un 24,38% de las poblaciones.

Haciendo comparaciones con respecto a las relaciones entre el ente privado extranjero y las cooperativas, la información nos dice que la empresa privada tiene jaqueado al gobierno y hace del contrato de obras a realizar un juego de niños y no se puede exigirle el cumplimiento de las obras. Queda la pregunta: ¿qué problemas le ocasionan las cooperativas al Estado provincial? íNinguno!

Esto nos debe llevar a la reflexión: una empresa privada no cumple y pone en jaque al gobierno; las empresas sociales, como las cooperativas, brindan el servicio silenciosamente y sin ningún apoyo estatal y nunca exigen nada y nunca le ofrecen nada.

El agua es un elemento vital de vida y ¿qué nos indica la lógica? Que debe ser administrada por el Estado y éste a través de las organizaciones sociales, como las cooperativas, donde el pueblo participa en igualdad de condiciones.

Propuesta: el gobierno de Santa Fe debería negociar con la empresa Aguas Provinciales la ruptura del contrato por falta de cumplimiento y si no se encuentra en condiciones de administrarla, entregarla a cooperativas que se constituirán en cada una de las 17 localidades donde la citada empresa administra el servicio de agua corriente.

La realidad nos demuestra día a día que las empresas sociales actúan sin el requisito del lucro y lo hacen con más ética y honestidad, lo que hoy se denomina capital social.

Los que administran los bienes del Estado (políticos), ¿les interesará darle al pueblo calidad de vida y participación?, ¿se jugarán por los criollos o seguirán apostando a los extranjeros? El tiempo dirá.