El incremento de hechos delictivos en nuestra ciudad es una realidad que se hace presente asiduamente en las conversaciones de los ciudadanos y las estadísticas policiales.

En enero, un informe de El Litoral daba cuenta de la contaminación de transgresiones y conductas contrarias a lo establecido en diversas leyes. La provincia de Santa Fe estuvo cuarta, el año pasado, en lo que respecta al total de hechos delictivos, luego de Buenos Aires, Capital Federal y Córdoba.

Pero el dato que más alarma es que el departamento La Capital es, en el total del territorio de la bota, el que más contribuye a engrosar las cifras. Por estas latitudes hubo más homicidios que en Rosario y en los 17 departamentos restantes.

Los especialistas consultados ponían el centro de la crítica en que, si bien se coincide a la hora de señalar las causas de los delitos en situaciones del contexto adversas, al momento de atacarlo se recurre a endurecer leyes, poner más policías en la calle y ampliar las cárceles. Para hacer frente a esta situación, el intendente solicitó a la Secretaría de Gobierno municipal que interviniera. Así fue como la subsecretaria de Gobierno, Sandra Droz y el asesor del área Nicolás Cabo, realizaron gestiones ante el Ministerio de Justicia de la Nación y comenzarán desde este mes a aplicar el Plan Nacional de Prevención del Delito, en diferentes barrios de la ciudad.

"No nos vamos a ocupar de las funciones de seguridad y policía; haremos prevención". Carlos Rena está a cargo de la articulación en la ciudad del plan que se realizó con buenos resultados en lugares como la Villa 21 de Buenos Aires y Fuerte Apache, "donde el índice del delito era muy alto".

Rena explicó los tres ejes que el Plan Nacional de Prevención del Delito, destinado a jóvenes de 15 a 30 años, tiene en la ciudad:

* Capacitación intensiva en materia laboral y microemprendimientos, "se los va a orientar sobre la consecución de los recursos económicos y la incorporación de conocimientos y técnicas para el trabajo".

* Trabajo integral con la participación de las familias y vecinos.

* Capacitación jurídica, "se va a instruir a los jóvenes respecto de los derechos y obligaciones que tienen las personas, las consecuencias negativas que traen para la sociedad y para sí mismos los hechos de violencia y actos delictivos".

Además, "se incentivará a los chicos que no estén escolarizados, o que no hayan concluido los estudios secundarios, para que puedan terminarlos. Otra capacitación consistirá en brindarles los conocimientos sobre trámites de carácter administrativo: dónde deben reclamar, a qué organismos del Estado deben concurrir según cada necesidad, etc.".

Las cinco personas a cargo del programa recibieron una capacitación de la Nación durante enero, con el objetivo de prevenir los delitos callejeros, disminuir la sensación de inseguridad de los habitantes y construir un modelo participativo de gestión pública.

¿Cómo pretenden lograrlo? Con las capacitaciones ya citadas y, sobre todo, haciendo hincapié en la participación de la comunidad barrial.

Los vecinos tienen un alto grado de intervención en la propuesta. Son ellos los que realizarán un diagnóstico sobre los problemas de seguridad que los afectan directamente, priorizando los de más urgente solución. Y, además, trabajan en la creación de propuestas, la ejecución de acciones y la evaluación de resultados.

Según explicó Rena, a medida que el programa vaya avanzando y luego de que el grupo de cien jóvenes haya recibido la capacitación, "vamos a hacer entrevistas vocacionales para que realicen prácticas en empresas públicas y privadas, y otros cursos, según los intereses de los chicos".