El vía crucis por Fernanda
Los padres de la menor desaparecida manifestaron disconformidad con la investigación.

Paraná.- María Inés Cabrol, la madre de Fernanda Aguirre, la chica desaparecida el 25 de julio pasado en San Benito, cerca de la capital entrerriana, afirmó anoche que no está conforme con la investigación para dar con el paradero de su hija, aunque reconoció que tiene fe en encontrarla.

"Mantengo la fe de encontrar a mi hija y esa fe no la voy a perder hasta que la encuentre", dijo anoche la mujer mientras participaba del vía crucis que se realizó en San Benito, 15 kilómetros al este de la capital entrerriana, para reclamar justicia, al recordarse el octavo mes de la desaparición de la chica.

Cabrol reiteró que "a pesar de los esfuerzos de la Policía y de la Justicia, a Fernanda no la localizan. Por eso digo que no estoy conforme con la investigación".

Una gruesa columna recorrió anoche las calles de San Benito con un gran cartel que decía: "No nos quite la vida. Señora de ojos vendados con la espada y la balanza, a los justos humillados no nos quite la esperanza".

El padre de Fernanda, Julio Aguirre, y un grupo de hombres de la localidad cargaron anoche una pesada cruz de madera de seis metros de largo por tres de ancho y la trasladaron con dificultad por las calles de San Benito.

Fernanda Aguirre, de 13 años de edad, desapareció el 25 de julio pasado, mientras caminaba hacia su casa de San Benito.

El principal sospechoso del secuestro, Miguel Angel Lencina, apareció ahorcado el 6 de agosto pasado, pocos días después de haber sido detenido, en la celda de la comisaría 5a. de Paraná, donde permanecía alojado.

La viuda del principal sospechoso, Mirta Chávez, la única detenida por esta causa, se encuentra alojada en la cárcel de mujeres de Paraná, acusada de haber sido quien se comunicó telefónicamente con la familia Aguirre para pedir el rescate de 2.000 pesos exigidos para liberar a la adolescente.

Raúl Monzón, primo de Lencina, fue procesado, detenido y excarcelado en dos oportunidades, pero se mantiene ligado a la causa bajo la figura de la falta de mérito.

Monzón fue quien le brindó albergue a Lencina y a su esposa horas después del hecho en su casa de barrio Belgrano, aunque siempre sostuvo que en ese momento no tenía ningún conocimiento del secuestro de la chica.

En los últimos días surgió la hipótesis de que la chica podría estar en Chile en poder de una banda dedicada a la explotación de la prostitución de menores, según lo admitido aquí por fuentes tribunalicias. (Télam).