En zapatos y botas, todos los estilos, desde punta redonda y tacos anchos hasta punta y tacos finos, sobre todo para vestir. Y estos diseños conviven con lo extra chato: ballerinas y los zapatos-zapatilla, "zapatenis", solamente para sport.
Las carteras, los zapatos y la bijoux sólo tienen una ley en su paleta de colores: no temer a la combinación. Los infaltables negro, marrón, bordeaux, y violeta pueden formar pareja con lila, fucsia, verdes, tomate, rosa y azul petróleo.
Además de los cueros y las gamuzas lisas, se usan aquellas texturas que imitan al caimán, a la iguana y la víbora.
Los detalles llevan flores, hojas y animal print (leopardo pequeño).
Cada invierno, el cuero trae alguna novedad. Para este 2005, llegan accesorios con plisados, fruncidos y estampados.
Las pieles (sintéticas o reales) se usan sólo como detalle: estolas y pashminas tejidas con lana y piel.
Los materiales y colores son los mismos de los zapatos. Vienen en todos los tamaños, pero la tendencia es que el asa sea un poco más larga y exista menos rigidez en la prenda.
Además, traen accesorios similares a los que adornan el calzado: hebillas, cierres, flores, ojalillos, etcétera.
Para las carteras se usa mucho la gamuza, también combinada en los colores de moda. Las clásicas Mc Taylor siguen vigentes.
Para acompañar este tipo de accesorio, se aconsejan los cinturones no muy anchos. Máximo, 4 ó 5 centímetros, con hebillas de piedras, metalizados, elastizados, con cadenas y animal print. Se pueden lograr combinaciones de cinturones y bolsos muy novedosas, incluso buscando el contraste de texturas y colores.
Existen accesorios que revisten de femineidad y elegancia, al mismo tiempo que abrigan. Por eso, para esta temporada, hay una prenda infaltable en el perchero: la pashmina y los triángulos. En lana viscosa, con diseños moriscos o seda natural. Lisas, rayadas y en telar.
Un buen conjunto no expresa nada sin el complemento infaltable de la bijouterie. Y este año, más que nunca, viene recargada, exótica, llamativa.
Además, ya no se trata de aros y collares, la diversidad ahora es mucho mayor: broches para las carteras, abrigos y suéteres, prendedores para enganchar pashminas y pañuelos, en dorados y plateados con piedras.
Para los aros, las pulseras y los collares, hay tres estilos bien definidos: barroco, flamenco y marroquí. Todos ellos exponen exuberancia y tamaños llamativos.