Télam
La carencia de un chequeo cardiológico previo a la iniciación de una práctica deportiva puede poner en riesgo la salud de quien la realiza, de acuerdo a un estudio efectuado por especialistas en cardiología.
Un grupo médico del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) aconsejó después de examinar a varios pacientes, la realización de una evaluación cardiológica previa a una actividad deportiva.
Los cardiólogos advirtieron que ese chequeo puede evitar complicaciones cardíacas, que suelen manifestarse cuando se hace algún esfuerzo.
Javier Marino, coordinador de las evaluaciones deportivas del ICBA, insistió en que "todas aquellas personas sanas o con algún grado de enfermedad cardíaca que deseen comenzar algún tipo de entrenamiento físico deben chequear su corazón".
El médico sostuvo que "a partir de esta evaluación deportiva se podrá mejorar la forma de realizar la actividad física con menor riesgo y una mayor eficiencia", en la mejora del estilo de vida.
La evaluación del paciente incluye un estudio cardiológico de fuerza y otro nutricional, que cuenta con el asesoramiento de especialistas en deportología.
El deportólogo Oscar Mendoza destacó que el objetivo de la evaluación del estado de salud "es elevar la calidad de vida y mejorar el rendimiento físico del deportista".
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Conocer si hay factores de riesgo
El cardiólogo acotó que "el chequeo preventivo es útil para reconocer si hay algún factor de riesgo, que pudiera desencadenar o acelerar la aparición de enfermedades cardiovasculares u otro tipo de afecciones".
El chequeo médico incluye normalmente la autoevaluación del paciente a través de un cuestionario, una consulta al médico especialista, análisis de laboratorio y la determinación de distintos factores predictores de riesgo.
También, se le realizan estudios como electrocardiograma, radiografía de tórax, ergometrías con tecnología avanzada que permiten aplicar protocolos especiales destinados a deportistas y evaluaciones en ejercicio, para determinar la capacidad funcional individual.
El estudio médico del ICBA acotó que la realización de una actividad física con un adecuado control sanitario mejora el rendimiento físico, reduce los niveles de colesterol malo y aumenta los niveles de colesterol bueno.
Además, disminuye la presión arterial, los niveles de azúcar en sangre, retrasa el desarrollo de una enfermedad coronaria y produce un efecto beneficioso en el ánimo del deportista.