Programa Ayudarte
Manos abiertas
El programa Ayudarte, coordinado por Cáritas Santa Fe, genera ámbitos para la contención y el desarrollo de niños y adolescentes de barrios marginados, que insertos en proyectos que ellos mismos protagonizan, buscan un lugar desde el cual desafiar las barreras que la sociedad les impone.

Aun los lugares más áridos pueden convertirse en tierra fecunda para la participación y la solidaridad. Desde los barrios más desprotegidos de la ciudad y a partir del programa Ayudarte, coordinado por Cáritas desde hace 8 años, cientos de personas se ponen en marcha para trabajar juntas y superar sus problemas; generar nuevos proyectos, formas de participación y brindar a los más jóvenes las oportunidades que la sociedad muchas veces se niega a ofrecerles.

Ayudarte es un espacio de Cáritas Santa Fe que comenzó en 1997, con el objetivo de apoyar y encauzar el trabajo de las parroquias que habían iniciado actividades con niños. La idea, que se tomó de Cáritas San Isidro, implica todo el desarrollo de un sistema de colaboradores y de trabajo, marketing, promoción y rendición de cuentas que se reproduce fielmente en nuestra ciudad; a partir de la tarea coordinada de 11 centros comunitarios.

Diversidad de propuestas

Dentro de todas las líneas de trabajo de Cáritas, los colaboradores de Ayudarte prestan sus servicios para todas las actividades de promoción que se realizan con la infancia y la adolescencia.

Hay dentro del programa una diversidad de proyectos. Algunos apuntan centralmente a lo educativo, como "Aprender jugando", un taller de apoyo escolar; o un jardín para niños que se propone favorecer la estimulación temprana.

Otra de las propuestas busca superar la dinámica de los comedores, "todo un problema que hace más de 15 años está instalado en el país. Los chicos comen lejos de la familia, mal, apurados, haciendo turnos; la idea, entonces, es que el momento de la comida sea un encontrarse con los suyos. Comenzamos con una pequeña experiencia en el barrio Barranquitas, son diez grupos que se cocinan y se distribuyen los alimentos. En muchos casos tuvimos que proveerlos de mesas y sillas porque ya se ha perdido el hábito de cocinar, de comer juntos, de tender una mesa, de sentarse y compartir un momento", explica Marta Garassino, coordinadora general del Programa Ayudarte.

Otras líneas de trabajo se orientan a la contención, a partir de actividades artísticas como la plástica y el dibujo. Desde la recreación se propicia la inserción en la comunidad y los hábitos que muchas veces son ignorados por los chicos, ya que dejan la escuela muy temprano.

También desde Ayudarte surgió el proyecto de armar talleres de producción radial. "Tuvimos dos experiencias: una en Villa Oculta y otra en Las Lomas -relata Marta-. Fue muy bueno porque los chicos se enganchaban, entre ellos hacían un programa. Era una vez por semana y elegían la música, un texto, las noticias que iban a pasar. Fue muy lindo, lamentablemente tuvo que terminar porque robaron los equipos".

Un proyecto para cada realidad

Las actividades que realiza Ayudarte no son las mismas en todos los barrios, sino que se programan según las necesidades de cada lugar. "Un ejemplo es el jardín de infantes que se armó en Barranquitas porque las mamás lo pidieron. En los centros en los que se trabaja el programa `Aprender jugando' se observaban dificultades escolares y repitencia", detalla Marta.

Una experiencia que responde a la realidad concreta del barrio Las Lomas es el trabajo que se está realizando con los niños tobas. "Hay un grupo de adolescentes de alrededor de 15 años que les brinda apoyo escolar. Ellos, por su parte, se integraron muy bien con los `criollos', como les dicen. La maestra cuenta que cambiaron mucho en la escuela, ya que les cuesta mucho el idioma y adaptarse al sistema educativo", resalta la coordinadora de Ayudarte.

El programa no abarca todas las zonas de la ciudad. "En este momento estamos trabajando en once centros. La elección se da por una cuestión de necesidades y a partir de que hay un equipo de Cáritas en el lugar, que se ha involucrado y que coordina este tipo de actividades. De lo contrario, no es fácil encontrar personas para estar y trabajar con los chicos", argumenta Marta.

Los proyectos de Ayudarte se llevan a cabo en Yapeyú, Los Troncos, Estanislao López, Las Lomas, San Pantaleón, Barranquitas, Schneider, Villa del Parque, Villa Oculta y en Las Vegas, un barrio de Santo Tomé.

Protagonistas

Uno de los objetivos de Ayudarte es que los voluntarios sean los mismos beneficiarios del programa. "Tenemos algunos profesionales, pero lo que intentamos es que esto se multiplique. Es decir, no ir con todo un equipo, sino formar a las mamás, a la gente del barrio, y que ellos sigan después todas las actividades", explican las coordinadoras.

En este sentido, la participación es siempre un tema de discusión. "Las quejas de los voluntarios tienen que ver siempre con que la gente de los barrios no se suma, no participa", cuentan las responsables del programa. Pero se encargan de aclarar que "cuando uno le da los espacios, la gente poco a poco se involucra".

El desarrollo integral de los más humildes depende siempre en gran medida de la propia comunidad. Convencidas de esto, las personas que llevan adelante Ayudarte conformaron una red de colaboradores que sean capaces de percibir la importancia de su donación y asuman su compromiso. Por eso, permanentemente se planifican campañas de adhesión para que nuevas personas, con su solidaridad, respondan a esta iniciativa. Además, se realizan tareas de promoción que tiendan a concientizar a toda la sociedad acerca del crecimiento de las necesidades de la población infantil.

Viviana Chávez, responsable del área de recursos del programa, explica cómo se insertan nuevos aportes. "Generalmente, enviamos un cupón con una cifra para la persona interesada, que puede elegir cómo contribuir, a través de debito automático o efectivo. Otra forma es acercarse a la sede y dejar los datos o llamar por teléfono".

"También distribuimos folletos, hacemos exposiciones de actividades que se desarrollan en el programa. Las personas que se acercan y ven los trabajos preguntan y muchas veces se suman. Permanentemente estamos haciendo campañas de captación de colaboradores; a través de publicaciones en los diarios, marketing directo, visitas a distintos colegios -por ejemplo- de médicos y de abogados, para que participen", enumera.

Solidaridad constante

Otra característica del programa es la rendición de cuentas que hace ante sus colaboradores. "Intentamos que sea todo claro. Al finalizar cada año se hace un balance y se publica cuánto se recaudó y qué se hizo con los fondos. Queremos que la gente sepa qué se hizo desde Cáritas con su dinero", enfatiza Marta.

Lo que Ayudarte intenta es acercarlos a la realidad de los chicos y sus familias para mostrarles cómo ellos, partícipes fundamentales del programa, contribuyen al cambio.

La coordinadora destaca que "hay colaboradores que están con nosotros desde que empezamos, hace 8 años, con mucha fidelidad. Es gracias a ellos que se puede hacer todo esto, por eso es que permanentemente los tenemos informados. Son alrededor de 400 particulares. Es lindo saber que siguen apostando al trabajo de Cáritas y que por eso se sigue sosteniendo el programa".

La invitación está dada también para todos aquellos que tengan el interés de participar como voluntarios. Para acercarse no es necesario que sean profesionales, "sólo hacen falta ganas". Ambas explican que hay muchas personas que quieren sumarse, pero que a veces no se animan o les da un poco de temor ir a los barrios.

Mirar más allá de la acción

Acerca de los proyectos de Ayudarte para el futuro, Marta y Viviana contaron que la idea más importante es continuar con los procesos ya iniciados, que son muy lentos. "Para ver los frutos hay que estar trabajando con una familia 6 ó 7 años, es una tarea a largo plazo", sostienen.

El trabajo de Cáritas siempre trata de mirar más allá de la acción, de ir acompañando e integrando en el proceso para que resulte realmente válido como promoción de todo el núcleo familiar. Las responsables del programa aclaran: "ayudamos `al hombre', en cuerpo y espíritu, tratamos de no disociar. De a poco va llegando sola la parte espiritual. Al reconocerlos como seres humanos y respetarlos en su dignidad, ellos solos van buscando y descubriendo otras cosas casi naturalmente".

"La gente de estos barrios tiene tantos problemas, en sus familias, con sus vecinos, con los chicos, la droga, el embarazo... nos encontramos con las dificultades normales: la pobreza y la situación que se vive en todos lados. Por eso es digno de destacar el trabajo de estas personas que están pasando los mismos problemas que el resto y sacan horas de su casa para estar en la capilla y trabajar para nosotros", rescata Marta Garassino.

Aquí reside la riqueza más importante del programa. Son sus propios beneficiarios quienes llevan a cabo las actividades. Son las madres quienes preparan la comida de sus hijos. Son los adolescentes en cada barrio quienes coordinan los talleres de apoyo escolar. Son personas con los mismos problemas y situaciones de vida que aquellos a quienes ayudan, las que tienden sus manos a la solidaridad. Manos abiertas a la esperanza, al trabajo silencioso y al compromiso cotidiano por hacer de su lugar el terreno fértil para sembrar un mañana con más oportunidades para los jóvenes de hoy.

Para conocer más

  • ¿Qué es Ayudarte?

  • Es un proyecto de Cáritas Santa Fe destinado a atender necesidades concretas de los chicos en situación de pobreza de los barrios de nuestra ciudad.

  • ¿Cuál es su objetivo?
  • Lograr el desarrollo integral de los niños, teniendo como protagonista principal al grupo familiar que trabaja junto a profesionales y voluntarios, solucionando problemas de nutrición, educación, salud y recreación.

  • ¿Qué son los centros Ayudarte?
  • Son espacios creados para dar respuesta a las necesidades que tienen los niños de los barrios marginados, especialmente en el campo de lo social, lo educativo y lo espiritual. Hoy reciben a más de 1.200 chicos.

  • ¿Qué actividades se desarrollan en los centros?
  • Apoyo escolar, deportes, recreación, expresión y actividades artísticas; también atención psicopedagógica y prevención odontológica. Según las demandas, se ofrecen, además, distintos talleres orientados al grupo familiar.

  • ¿Cómo se recaudan los fondos?
  • Ayudarte cuenta con 400 colaboradores que, suscriptos al programa, colaboran en los diversos montos y formas que ellos pueden elegir.

  • ¿Cómo se distribuyen?
  • Ayudarte elabora criterios para la distribución de los recursos, en los que se priorizan las urgencias y las zonas más necesitadas.

    Todos los años al finalizar el calendario, se confecciona un informe que detalla la utilización de fondos. Se envía por correo a todos los colaboradores del programa.

  • Más información:
  • Programa Ayudarte. Tel/fax: 0342-4581031. San Jerónimo 1627, de lunes a viernes de 9 a 13 y de 15 a 19.

    Cómo funciona un centro

    Uno de los centros Ayudarte funciona en la Casa Santa Bernardita, ubicada en el barrio San Pantaleón. Todos los días, el trabajo comienza muy temprano -a las siete de la mañana- y hasta las nueve un grupo de 12 madres vecinas, beneficiarias del plan Familia, se acerca para preparar el desayuno y distribuirlo a 160 niños.

    Después, las actividades continúan. Cinco jóvenes en situación de alto riesgo viven en la casa, lo que la transforma en un hogar más, que funciona con las hermanas Nidia y María Elena y un grupo de voluntarias.

    "Los chicos colaboran con las tareas domésticas, lavan los platos, tienden su cama, limpian sus zapatillas, cortan el pasto, hacen los mandados y van a la escuela", enumera una de las colaboradoras.

    Además de funcionar como un refugio para estos jóvenes, el espacio fue construido para llevar a cabo las actividades de Cáritas; es decir, trabajar promocionalmente con las familias, ayudarlas en sus necesidades y también a cada uno de sus integrantes en su crecimiento personal.

    Graciela Schell, una de las responsables del centro, nos explica cómo tuvo lugar esta propuesta: "Hemos nucleado, desde Cáritas Lourdes, un equipo de cuatro o cinco personas con un equipo propio dentro de la comunidad de este barrio". El grupo surgió después de las inundaciones y está trabajando desde entonces, hace ya dos años.

    Entre las colaboradoras de la casa está Rosa Ramírez, quien cuenta lo que significa para ella trabajar en el programa. "En el momento que vine, fue un poquito más de felicidad que me faltaba. Dios me mostró esto que me llenó completamente un vacío que tenía. Lo hago con mucho gusto porque me siento bien y muy contenta -dice-. Lo que buscaba lo encontré acá, por eso hace dos años que estoy; me siento muy bien trabajando con los chicos".

    Marina Zavala