Mañana será entronizado en el Vaticano

Benedicto XVI prepara una sorpresa para sus más severos críticos

Contra todos los pronósticos, un cambio en su postura acerca de los divorciados transformaría a Benedicto XVI en un Papa innovador. Foto: EFE.. 

Una difundida versión asegura que el flamante Pontífice, hasta ahora celosos guardían de la pureza doctrinaria, tiene listos cuatro documentos, considerados "bombas teológicas". Uno de ellos prevé, entre otras cosas, la incorporación de los divorciados en la Iglesia. Miles de peregrinos llegaron a Roma para la ceremonia de asunción.

AFP

Benedicto XVI podría anunciar avances en la Iglesia antes de lo que sus críticos imaginan, ya que antes de llegar a Papa preparó cuatro documentos, considerados "bombas teológico-doctrinales", que prevén, entre otros, la reintegración de los divorciados en la Iglesia.

Este sábado, el ministro de Justicia del Vaticano, el cardenal español Julián Herranz, admitió al diario italiano La Repubblica que la Iglesia va a discutir el derecho de comunión para los divorciados.

Con estos gestos, la Curia dejará claro que el cardenal alemán, caracterizado por su pureza doctrinaria, y el nuevo Papa no tienen por qué seguir el mismo camino.

Además, ante el creciente número de divorcios en la sociedad, esta cuestión es sin duda una de las más urgentes a las que la Iglesia debe dar respuesta.

Con esta posible apertura, Benedicto XVI se convertiría en un Papa innovador y colmaría las esperanzas de miles de católicos en todo el mundo que se han visto excluidos de la Iglesia por un simple fracaso matrimonial.

"El problema de los católicos divorciados y casados en segundas nupcias es un asunto sensible sobre el que la Iglesia debe hacerse preguntas y conversar", admitió el cardenal español, miembro reconocido de la poderosa prelatura conservadora católica Opus Dei.

Herranz, que es presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos y de la Comisión Disciplinar de la Curia Romana desde 1999, reconoció que existen varios documentos al respecto preparados por el cardenal Joseph Ratzinger cuando era responsable de la Congregación de la doctrina de la fe.

Según estos textos, la Iglesia podría admitir que el cónyuge fue abandonado, es decir, se vio "obligado" a divorciar, y luego se volvió a casar civilmente para poder formar una familia, lo cual no borra la "falta", pero sí la reduce.

Segundas nupcias

Actualmente, según la doctrina católica, los divorciados que contraen matrimonio civil en segundas nupcias no pueden recibir la comunión.

Sin embargo, las personas que están en la cárcel por haber cometido grandes delitos sí pueden recibir el sacramento, lo cual es interpretado por una parte de la Iglesia como una terrible incoherencia e injusticia.

En el pasado, estas normas rígidas del Vaticano suscitaron numerosas protestas incluso entre obispos y cardenales, que hicieron llegar sus propuestas de modernización al entonces cardenal Ratzinger.

Por otra parte, otro de los textos preparados por el actual Papa haría referencia a la jubilación de los religiosos. Según Herranz, es necesario que la edad para que obispos y sacerdotes se retiren de la vida activa se prorrogue hasta los 75 u 80 años.

"A esa edad, un obispo que no tenga problemas de salud posee una experiencia que sólo puede beneficiar a la Iglesia", aseguró el purpurado.

A estas dos importantes novedades se sumarían otros dos documentos, uno sobre la unidad de los cristianos y otro sobre la naturaleza divina de Cristo, también preparados por la Congregación para la doctrina de la fe.

Todos ellos podrían ser aprobados en breve por Benedicto XVI, que en el inicio de su pontificado ya dio otras señales que hacen pensar que la imagen de Ratzinger, guardián inquebrantable del dogma, no será el rostro del nuevo Papa.

En sus primeras intervenciones, el Pontífice ya defendió la impulsión del diálogo con otras religiones, una dirección más colegiada de la Iglesia y la fidelidad al Concilio Vaticano II (1962-65).