Las pinceladas de Alice en el retrato de nuestra historia


Fueron exhibidos los bocetos y dibujos previos a "Los constituyentes de 1853", un testimonio único de la pintura histórica argentina.

De la redacción de El Litoral

Muchos de los pintores argentinos que desarrollaron su arte hacia finales del siglo XIX y en los comienzos del siglo XX -en su mayoría, eran hijos de inmigrantes- viajaron a Europa como becarios para visitar distintos talleres donde se seguía un aprendizaje del arte dentro de la tradición académica. A su regreso al país, algunos trasladaron su experiencia europea, pero buscaron sus raíces en los temas nacionales a través de una pintura ligada a las normas, atendiendo las reglas de la perspectiva, la proporción, el claro oscuro, la forma de iluminar los cuerpos y las poses.

A pesar de sus largas estadías en el Viejo Mundo, nuestros artistas no trasladaron en su regreso al país la experiencia de los impresionista, que estaba teniendo lugar en Francia. Más bien permanecieron ajenos a una visión pictórica diferente a la académica, ligada al progreso social y a los descubrimientos de las ciencias .

Antonio Alice siguió el camino de estos jóvenes bohemios. Había nacido en Buenos Aires el 23 de febrero de 1886, sus padres eran italianos. Desde muy temprano estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes, donde se convirtió en discípulo predilecto de Decoroso Bonifanti .

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Un becario en Turín

En 1904, obtuvo por concurso la beca oficial para trasladarse a Italia. Lo hizo en compañía de su maestro, quien en Turín lo puso bajo la dirección del eminente pintor italiano Giácomo Grosso. Allí se perfeccionó en la Real Academia Albertina de Turín y ganó medallas de oro en los años 1905, 1906 y 1907 .

José León Pagano, el crítico de arte argentino más destacado de su época, en su recopilación de biografías El arte de los argentinos cuenta acerca de su encuentro sorpresivo con el artista cuenta, " ....tras llamar a la puerta de su taller me invitó a pasar. Sin duda, advirtió en mí a un visitante algo desconcertado. Al trasponer el umbral me encontré con un ámbito reducidísimo. Sentados en un sofá, formando un grupo y en pose, dos modelos. En el caballete, había un pequeño lienzo... Alice pintaba el pequeño óleo como si fuese una obra grande, una obra de empeño...".

En otra oportunidad, el joven pintor le habló al crítico acerca de su fascinación ante las obras de Leonardo y de su deseo de tomar parte en el concurso de cuadros históricos que con motivo de la celebración del primer centenario de la Independencia argentina se estaba organizando en Buenos Aires. De ese encuentro, surgió la idea de trabajar La muerte de Güemes que Alice desarrolló "a lo grande", según cuenta el crítico, al expresar el abandono del pequeño formato.

El cuadro fue enviado a la Exposición Internacional de Arte del Centenario donde ganó la medalla de oro. Hoy, esa obra es parte del patrimonio de la Legislatura de Salta.

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El Primer Salón de Primavera

En 1910, Alice regresó a Buenos Aires para cumplir con su deseo de presentarse al Primer Salón de Primavera que se inauguró el 20 de setiembre de 1911, donde se expusieron 271 obras entre pinturas y esculturas. Antonio Alice obtuvo el primer premio adquisición.

Uno de los críticos más controvertido de la época no fue condescendiente con su obra al expresar que se trataba de "Un meritorio trabajo de un artista que dibuja muy bien, pero que no ve el color y hecho retratos fríos ...... La pintura de Alice es demasiado pompier, un trabajo correcto al punto que es su única cualidad". Sin duda, lo que veía en él eran sus rasgos de academicismo y su poca apertura a la modernidad impresionista.

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Un retrato de San Martín

En 1913, se trasladó nuevamente a Europa y recorrió varios países visitando museos y exposiciones, a la par que exhibió sus obras. En 1914, expuso en el Salón des Artistes Francais de París, su pequeño cuadro Confesión, que obtuvo la medalla de plata, máxima distinción para extranjeros al propio tiempo que fue declarado fuera de concurso. Al año siguiente, ese mismo cuadro fue expuesto en la Exposición Internacional de Artes de San Francisco de California, y recibió la Gran Medalla de Honor de la sección Argentina.

En 1916 organizó una gran exposición en el Salón Philipo (Lavalle y Florida). De sus sesenta obras se destacó: San Martín en Boulogne Sur Mer. Esta tela, pintada en Francia, reproduce los fidedignos datos que su autor recogió de la señora Gutiérrez Balcarce de Estra (nieto del prócer), de la familia Gérard, del doctor Carranza y del doctor Joaquín V. González; aparte de haber convivido y frecuentado los mismos lugares que visitó el general.

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Los constituyentes del 53

En 1922, emprendió la tarea de pintar otro gran cuadro de composición: Los Constituyentes del '53, que le demandó unos doce años de ardua labor. El cuadro muestra el momento en que el diputado Seguí aboga y obtiene la sanción de la carta magna, en la sesión de 20 de abril. Ese cuadro fue adquirido por el Congreso Nacional y se encuentra en la Cámara de Diputados de la Nación.

"Los constituyentes de 1853 representa un esfuerzo pocas veces advertido en nuestra pintura y único si lo consideramos desde un ángulo histórico. La documentación fue lenta, la reconstrucción penosa y difícil. Ambiente, iconografía, indumento, muebles, todo lo históricamente posible en la representación del artista nos dice evocando las cosas: esto fue así", advierte José León Pagano.

Para el crítico, Alice le confiere a su obra histórica su propio matiz, una cualidad que puede apreciarse en los bocetos y dibujos que pertenecen al Museo Rosa Galisteo de Rodríguez de Santa Fe. La serie que Antonio Alice realizó como estudio previo de su obra más importante, un lienzo que mide 5,50 metros de ancho por 3,60 de alto. El cuadro incluye veinticinco figuras que reconstruyen la escena del cabildo de Santa Fe en una noche oscura. Con estas pinceladas tenues trabajadas con perseverancia y maestría en nuestra ciudad se rindió homenaje al 152° aniversario de la sanción de la Constitución Nacional.

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Homenaje

Una serie de 30 obras entre bocetos en óleo, retratos y dibujos de Antonio Alice fueron exhibidas en conmemoración del 152° aniversario de la Constitución nacional en la sala mayor de nuestro museo. Todas obras expuestas durante tres días pertenecen al patrimonio del Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez. Se incluyeron los retratos individuales de los diputados, los estudios de ambiente y vestimenta como así también los primeros croquis y el boceto final de su gran obra Los Constituyentes de 1853.