ANALISIS
Honorables desconocidos
Por Ariel Durán

Casi un centenar de candidatos -entre titulares y suplentes- se postulan en la ciudad para ocupar cuatro bancas en el Concejo. Culminan los mandatos de Ricardo Piedrabuena (PJ), María Ofelia Minetti (PJ), Fabián Palo Oliver (UCR) e Ilda Barbieri (PJ).

Lanzados en campaña la realidad determina que -todos los que se presentan ahora- para ser creíbles, deberían desarrollar públicamente sus propuestas de fondo que, transportadas en el tiempo, estén estructuradas y programadas con rango de políticas de Estado, especialmente con la interacción de las instituciones intermedias interesadas.

Pero el error sigue centrado en la falta de participación que desprestigió a los partidos políticos que no cumplen un rol específico. Nunca estuvieron en estado de asamblea permanente, acción que les hubiese permitido incorporar y detectar personas idóneas para la función pública.

En el Honorable Concejo santotomesino hace tiempo que no hay debates profundos, todo pareciera resumirse en discusiones generalmente mediáticas, que estarían aportando muy poco -en términos reales- a la ciudad. Ni hablar de las convocatorias semanales: a las sesiones no concurre prácticamente nadie.

En la oferta de ediles en algunos casos no hay recambios y los que supuestamente fracasaron, vuelven a postularse. Peor aún -salvo raras excepciones-, la gran mayoría son desconocidos, pues casi ninguno ha descollado -por propia voluntad- en trabajos comunitarios sobre salud y acción social, obras y servicios, educación y cultura, seguridad, tributos, justicia, finanzas, ocupación y empleo, por citar algunos ejemplos.