Cartografía con una alta precisión

Piri Reis y los mapas de piel de gacela

Numerosos especialistas coinciden en que los mapas de Piri Reis debieron confeccionarse con ayuda satelital. Foto: Archivo El Litoral. 

Al militar y navegante turco que vivió en el siglo XVI se le atribuye la confección de cartografías de una precisión que en muchos casos supera los actuales conocimientos en la materia. El propio Reis afirmó que se había basado en mapas anteriores. Un misterio sin resolver.

En 1929, al acometer la remodelación del palacio Topkapi de Estambul para convertirlo en museo de antigüedades, entre los olvidados fondos del patrimonio se hallaron unos enigmáticos mapas, escritos sobre piel de gacela, que permanecían abandonados en las estanterías, los cuales se atribuyeron a un cartógrafo turco llamado Piri Reis. Aquellos mapas reflejaban perfectamente las costas limítrofes del mar Atlántico con una precisión inigualable, que en muchos casos superaba los actuales conocimientos. ¿Cómo pudieron realizarse en el siglo XVI mapas de unas costas aún no descubiertas?

Al decir de Piri Reis (militar y cartógrafo otomano que vivió entre 1470 y 1554) la confección de los mapas se había basado en otras cartografías anteriores que había hallado en la Biblioteca Imperial de Constantinopla. En alguno de estos mapas se citaba expresamente que se habían utilizado más de 20 planos de la época de Alejandro Magno, sacados de la Biblioteca de Alejandría. Es decir, cuanto menos aquellos mapas que sirvieron de modelo a Piri Reis eran del siglo IV a.C. ¿Serían conocidos también en la época helénica las costas de tan lejanos continentes?

Asegura también que utilizó un mapa de Cristóbal Colón para el trazado de las costas e islas del mar de las Antillas; es de notar que hasta la fecha no se ha encontrado ningún mapa que perteneciera a Colón. En el mismo escrito, Piri Reis proporciona a sus contemporáneos muchos detalles, hasta entonces ignorados, sobre América, de los cuales pudo haberse enterado a raíz del viaje de regreso efectuado por Colón en 1511. Esto, que es posible en teoría, no impidió que el propio Piri Reis tuviera plena conciencia del carácter extraordinario de su obra. Así pues, escribía: "Un mapa de esta clase no lo posee nadie hoy en día".

El más relevante de los mapas, fechado en 1513, representaba el mar Atlántico, con detalles precisos de la línea de costa de España, del perfil occidental de África, del continente Antártico hasta debajo de África, aunque aparecía unido a las costas orientales de Sudamérica, así como del mar Caribe con sus islas principales. En otro mapa, fechado en 1528 se incluía además Groenlandia y una parte de Canadá, Terranova y la costa oriental de Norteamérica, desde la península del Labrador a la península de Florida. Aparecían, también, las islas del Atlántico perfectamente detalladas como Azores, Madeira, las islas Canarias, Cabo Verde, Haití, Malvinas, y otras; y una isla hoy desaparecida, rodeada de otras islas menores formando un archipiélago, situada a mitad de camino entre África y Sudamérica a la que se denominaba como Antilia.

La Antártida sin hielo

Sin duda alguna lo más sorprendente en el mapa es la aparición de la Antártida, descubierta en 1820, 300 años después de que Piri la graficara con sumo detalle.

El 6 de julio de 1960, el teniente coronel Harold Z. Ohlmeyer admitió que la costa antártica representada en el mapa tuvo, forzosamente, que "ser cartografiada antes de que fuera cubierta por la capa de hielo". Y añadía que, en nuestros días, "la capa de hielo en esta región tiene más de un kilómetro de grosor".

Las precisiones del teniente coronel Ohlmeyer despertaron todas las alertas de los científicos. Las regiones antárticas cartografiadas por Reis estuvieron libres por última vez de hielos hace al menos... í6.000 años! Esto es, varios siglos antes de que -según la cada vez más malherida arqueología ortodoxa- surgieran los primeros vestigios de la cultura egipcia en el delta del Nilo. Y es que, en el 4.000 a.C. no existía "oficialmente" ninguna civilización desarrollada sobre el planeta.

La teoría fantástica

Investigadores como H. Mallery, Walters, Lineham, Charles H. Hapgood y Richard W. Stracham, aseguran sin ningún tipo de vacilación que los mapas de Piri Reis fueron trazados con la ayuda de fotografías aéreas, tomadas a gran altura desde un satélite y elaborados a partir de un punto situado sobre la Ciudad de El Cairo. A conclusiones parecidas llegó el ya tristemente desaparecido científico espacial francés y colaborador de la Nasa Maurice Chatelain, quien aseguraba que estos mapas representaban una proyección plana de la superficie esférica de la Tierra tal y como podría ser vista hoy por un astronauta situado a una gran altura sobre Egipto.

Curiosamente, una foto obtenida por un satélite sobre la vertical de El Cairo a una altura de 4.300 kilómetros, muestra la misma deformación de las costas que las copias de Piri Reis.

El profesor Sarton, de la Universidad de Harvard, realizó un completo estudio de las escalas y distancias de los trabajos de Piri Reis. En su informe final aseguraba que las distancias entre los diferentes puntos eran exactas, tomando siempre como baremo la medida griega "estadio" (1 estadio=186 metros), la escala utilizada por el navegante turco se extrajo de la medición de la circunferencia de la Tierra realizada por el sabio Eratóstenes en el siglo III a. C.

Estos datos corroboraban lo expuesto por el propio Piri Reis, y es que la antigüedad de los mapas originales de los que copió, se remontaba a tiempos de Alejandro Magno. ¿Cómo fueron confeccionados unos mapas tan perfectos sin una tecnología como la actual? ¿Cómo fue posible cartografiar la costa Antártida sin hielos, incluso reflejando las altitudes y otros accidentes geográficos que hoy se están apenas descubriendo?

Sin dudas, este enigma no tiene asidero lógico. Intentar una conclusión es seguramente entrar en un terreno pantanoso de muy difícil salida, cuando no imposible. La respuesta es y seguirá siendo incierta.