Los cuadros de Klimt confiscados por nazis

EFE

El Estado austríaco ha pacto con una ciudadana estadounidense llegar a un acuerdo extrajudicial para determinar el futuro de seis cuadros de Gustav Klimt que fueron arrebatados por los nazis a la familia de la demandante.

Las obras, expuestas en una galería vienesa, son reclamados por Maria Altmann, que dice haberlos heredado antes de que fueran confiscados en 1938, después de la anexión de Austria a la Alemania nazi.

Según anunció Randol Schoenberg, el abogado de Maria Altmann, las dos partes acordaron dar por finalizado el juicio en EE.UU. y acordar en Austria una corte de arbitraje extrajudicial aunque vinculante, compuesto por tres jueces.

El dictamen de los tres jueces deberá ser aceptado por ambas partes, o sea, por la Galería Belvedere de Viena, Altmann y cuatro herederos más, sin posibilidad de apelación.

Según distintas fuentes, las seis pinturas en disputa tienen un valor aproximado de 135 millones de dólares. La demanda inicial fue presentada en diciembre de 2002 por Altmann, de hoy 89 años, quien afirma que las pinturas pertenecían a su tío Ferdinand Bloch-Bauer, un magnate judío checo, cuya esposa le pidió que tras su muerte las obras fueran donadas a la galería estatal Belvedere. Sin embargo, Bloch-Bauer decidió legar los cuadros a sus sobrinos, entre ellos Altmann, pero las obras y todos sus bienes fueron confiscadas por los nazis tras la anexión de Austria por Alemania en marzo de 1938.

Maria Altmann huyó durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) a EE.UU., donde vive hasta hoy como ciudadana estadounidense. Fue la primera vez que un tribunal de apelaciones estadounidense exigía que un gobierno extranjero responda ante las autoridades judiciales de EE.UU. en un caso vinculado al Holocausto.

Los seis cuadros en disputa son dos retratos de Adele Bloch-Bauer, la esposa de Ferdinand, así como cuatro paisajes creados por Klimt, uno de los pintores más importantes del siglo XX.