El miércoles comienza la Copa de las Confederaciones
Alemania piensa en el Mundial
El certamen convoca a los campeones de cada uno de los torneos continentales reconocidos por la FIFA. Argentina juega en el Grupo A, junto a Alemania, Túnez y Australia.

La cuestionada Copa de las Confederaciones, que comienza el miércoles, es considerada en Alemania como la más importante prueba para la Copa del Mundo de 2006, ya que pondrá bajo la lupa toda la organización del evento, desde la seguridad hasta el transporte.

El torneo, que reúne en una competición a los campeones de los torneos continentales de selecciones reconocidos por la FIFA, continúa levantando críticas, porque se realiza justo después del fin de temporada en los campeonatos nacionales en Europa.

Pero Alemania, como ya lo hicieron Corea del Sur y Japón en 2001, usará el torneo de 16 partidos como una especie de mini Copa del Mundo, un año antes de la misma. Los organizadores aprenden lecciones con el torneo y tienen un año para adoptar medidas, allí donde identifiquen problemas.

La Copa de las Confederaciones es también una buena oportunidad para que algunas de las menos famosas sedes alemanas para la Copa del Mundo (Hannover, Leipzig y Nüremberg, por ejemplo) tengan sus 15 minutos de gloria.

La venta de entradas en Alemania (un país fanático del fútbol) tuvo una buena respuesta, aunque los organizadores admiten que una semana antes del inicio de la Copa de las Confederaciones aún quedaban disponibles unos 120.000 boletos de los 620.000 puestos a la venta.

En los partidos en que juegue Alemania o el pentacampeón mundial Brasil, los organizadores esperan estadios prácticamente repletos; en cambio, cotejos como el que disputarán en Leipzig las selecciones de Australia y Túnez no permiten alimentar muchas expectativas sobre la venta de entradas.

Básicamente, Alemania deberá mostrar que un año antes de la Copa del Mundo el país está listo para el gran evento, sin los problemas de organización ni de infraestructura de última hora que se tornaron una nube oscura sobre los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, por ejemplo.

"Estamos dentro de la agenda en todos nuestros proyectos y continuaremos así", dijo recientemente el "Kaiser" Franz Beckenbauer, quien ganó Copas del Mundo para Alemania como jugador y como entrenador, y ahora es responsable por el comité organizador del mundial.

Los estadios para la Copa de las Confederaciones son modernos o fueron renovados recientemente, como es el caso del espectacular Zentralstadion de Leipzig y el futurista Waldstadion -con capacidad para 44.000 espectadores- de Frankfurt, donde se jugará la final.

El transporte tampoco preocupa a los organizadores. La ya famosa red alemana de carreteras está en tan buen estado como siempre e incluso cubre ya el área de la ex República Democrática de Alemania, al este del país (donde, por ejemplo, está Leipzig), y el sistema de trenes es ejemplar.

Actos de vandalismo son vistos como un riesgo de bajo perfil en este torneo, ya que pocos hinchas extranjeros deberán venir a Alemania (el 90% de los boletos fueron vendidos dentro del país), pero las medidas de seguridad para la Copa del Mundo serán igualmente puestas a prueba.

La competición está dividida en dos zonas: el Grupo A, integrado por Alemania, Argentina, Australia y Túnez; y el Grupo B, formado por Brasil, Grecia, Japón y México. Los dos primeros de cada zona se enfrentarán cruzados en las semifinales y luego los ganadores dirimirán el título. Argentina jugará el primer encuentro del torneo, el próximo miércoles a las 13 horas de nuestro país, frente a Túnez en Colonia.

La selección ya está en Hennef

La selección argentina tuvo hoy el primer contacto con su lugar de entrenamiento durante la Copa de las Confederaciones, en la localidad de Hennef, tras lo que el técnico, José Pekerman, se mostró cauto, aunque contento, por el triunfo ante Brasil por 3 a 1.

Después de llegar ayer al aeropuerto de Francfort, los jugadores de la selección argentina se entrenaron hoy por la mañana apenas durante unos 50 minutos, cansados por el largo viaje, con la intención de realizar un ejercicio más intensivo por la tarde.

"Argentina jugó como nunca. Dominó a Brasil y recordó los mejores tiempos de la selección", dijo el técnico del combinado albiceleste, José Pekerman, tras el breve entrenamiento matinal, en el complejo deportivo Sportschule de Hennef, una localidad situada entre Colonia y Bonn, donde se alojará y entrenará el equipo durante el torneo.

Para el técnico de la selección argentina, que afronta su segundo gran reto tras haber clasificado a Argentina al Mundial 2006, el triunfo ante Brasil "borró un poco la imagen" que había dado Argentina en el partido precedente ante Ecuador, que su conjunto perdió por 2 a 0.

Sin embargo, estas declaraciones positivistas de Pekerman se tornaron cautas, al no querer colocar a su selección como favorita para ganar la Copa de las Confederaciones. "En este torneo no hay favoritos", dijo el técnico que llevó a Argentina a ganar cuatro mundiales juveniles.

Para Pekerman, que se llevó a Alemania al núcleo del equipo que jugará el Mundial dentro de un año en tierras germanas, ésta será la primera ocasión para reunir al grupo en una competición de larga duración.