A partir del trabajo coordinado entre el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), la Dirección Provincial de Cooperativas y Mutualidades de Santa Fe, y los distintos municipios de la provincia que han posibilitado la constitución de 153 cooperativas Emergentes de los Programas Sociales, se llevó a cabo en esta capital una de las jornadas del Programa de Fortalecimiento de estas entidades.

Una de las preocupaciones en el ámbito de estas actividades es que estas cooperativas tengan una perspectiva de crecimiento y desarrollo hacia el futuro. La premisa de los encuentros es brindar herramientas para que puedan fortalecerse en su conformación como entidad solidaria.

En este sentido, la licenciada Paula Quattrocchi -integrante de la Secretaría de Desarrollo y Promoción del Inaes- destacó que "se espera que esto sea un verdadero medio de inclusión tanto en la trama social como en el mercado de trabajo y no solamente otro paliativo más. La apuesta es que se constituyan en asociaciones cooperativas estables, que perduren en el tiempo", resaltó.

Asimismo, las diferentes columnas que sostienen el proyecto entienden que es indispensable brindar este tipo de formación, más aún si se tiene en cuenta que las nuevas cooperativas no surgen de la voluntad de los propios integrantes. "Lo habitual es que una organización se conforme como cooperativa después de un tiempo de funcionar informalmente. En estos casos, aparece otro actor -el Estado- que quiere darle una herramienta de trabajo y quiere ayudar a que se desarrolle", señaló Quattrocchi, para luego agregar que "se les brinda herramientas de gestión y formación en actitudes para generar sus propias fuentes de trabajo de manera asociada".

Estas jornadas de capacitación forman parte de una primera instancia. La intención de quienes confeccionaron el programa de trabajo es que sea flexible para que pueda acercarse lo más posible a la realidad de cada situación. A partir de que esta fase esté superada, la planificación continúa con la formación de tutores en herramientas de gestión y con la de asistencia técnica a las entidades.

De las 153 cooperativas que se constituyeron, 82 están destinadas a la construcción de más de 300 viviendas bajo el Programa Nacional de Emergencia Habitacional, las cuales se llevarán a cabo en las localidades de Santa Fe, Rosario, Venado Tuerto, Alcorta, Villa Constitución y Tostado, entre otras.

Igualmente, 78 cooperativas construirán los edificios de los 16 Centros Integrados Comunitarios ubicados en 12 diferentes lugares de la provincia. Los C.I.C. tienden a desarrollar acciones de promoción, prevención y asistencia, con participación activa de los actores locales -Jefes y jefas de hogar y desocupados-, articulando respuestas integrales a través del trabajo intersectorial y pluridisciplinario.

Son también centros de referencia y ámbitos de aplicación de acciones apuntadas al mejoramiento de la calidad de vida de sectores vulnerables, al fortalecimiento de sus organizaciones y al desarrollo local.

Conforme a la modalidad del Programa Componentes Materiales -que dimensiona los Proyectos según un tope de inversión en materiales y un mínimo de beneficiarios- se han definido dos modelos tipológicos, denominados CIC Básico (de 429 m2 cubiertos) y CIC Máximo (de 715 m2 cubiertos). Estos prototipos pueden ser adaptados a las condiciones regionales y locales, pero manteniendo algunas pautas invariables de diseño, las que marcan su carácter emblemático como modelo de gestión a instalar en todo el territorio nacional.

Es importante destacar que la entidad cooperativa que se conforma es responsable inscripta, mientras que los que la integran son monotributistas sociales.

La entidad tiene la capacidad de emitir factura por sus servicios, y además está contemplado -por resolución- la contratación directa por parte del Estado, sin llamado a licitación, y estableciendo una facturación del 10.5 % del IVA, dentro de las contrataciones que se generen en dicha relación.

Las cooperativas

están constituidas en el marco de normativa de la resolución 2038/03 del Inaes, donde se establece un régimen especial para su formación, con 16 integrantes con un mínimo de 12 personas que contenidas en planes sociales y cuatro desocupados. A estos integrantes en situación social vulnerable se les contempla el beneficio de poseer un monotributo social, donde cada uno de los que forman parte tributa $22.22, cifra que contempla el beneficio adherente a una obra social y además el Estado le reconoce una antigüedad de dos años dentro del sistema de aporte jubilatorio.