En muchas localidades de la Argentina existe una identificación muy concreta entre las cooperativas y la comunidad ya que muchas veces son estas entidades las que le proveen de la mayoría de los servicios básicos. Así entonces, hay lugares en los cuales desde el agua, el gas, la energía eléctrica y hasta el teléfono es suministrado por entidades solidarias, dándole un grado trasparencia y una seriedad a la gestión que muy difícilmente se logre cuando hay de por medio capitales privados.

La provincia de Santa Fe tiene una gran tradición cooperativa no muy común y eso es una oportunidad para este proyecto funcione ya que los ambientes trasmiten una cultura especial en relación con ello. En lugares donde hay una fuerte tradición cooperativa el tema está más incluido en la vida de las personas. En ese sentido, sería muy bueno que toda la experiencia cooperativa que existe en la provincia pueda aportar su conocimiento, trayectoria y estén al servicio de todas estas nuevas entidades.

Aunque Santa Fe es una provincia que tiene diferencias regionales posee algo que es una nota común, más aún en los lugares que no son ciudad: el interés y la necesidad que tiene la gente de recibir herramientas para desarrollarse y generar sus propias cosas. Se recepcionan muy bien los conocimientos y se genera una situación de entusiasmo y las personas tienen una actitud positiva respecto a recibir cosas que después le van a ser útiles y de las cuales se puedan apropiar para su propio crecimiento. Que sea más fuerte en lugares más chicos no tiene que ver con tener más o menos necesidades sino que se relaciona con la facilitación de los procesos de participación.