Chabán no convence con sus dichos

Omar Chabán culminó ayer su declaración indagatoria luego de tres días de audiencias en las que formuló su descargo de las imputaciones que le caben por el trágico incendio ocurrido el 30 de diciembre en el boliche República Cromagnon. Esta vez, se negó a contestar buena parte de las preguntas que le formularon el juez de instrucción Julio Lucini y el fiscal Juan Manuel Sansone, especialmente en lo referido a su vínculo con la sociedad comercial propietaria del local, las certificaciones de bomberos y la cantidad de personas que cabían por metro cuadrado en el boliche, ubicado en el barrio de Once.

Sin embargo, insistió en dejar constancia de la "seguridad" del lugar e hizo una detallada enumeración de las características que avalaban su afirmación: "Cromagnon es cuadrado, casi cúbico, es fácil guiarse, no hay líneas quebradas ni curvas, ni formas zigzagueantes, tampoco hay desniveles en el piso, es un lugar amplio que permitía una fácil movilidad y comodidad visual... se pueden tocar las paredes y guiarse porque todas son rectas y no confunden ni engañan sus direcciones", expresó.

Además, reafirmó que las modificaciones que realizó, como el reemplazo de la guata que hacía de aislante acústico por los paneles ignífugos, "no fueron improvisadas sino que busqué un asesoramiento técnico".

Con este trámite finalizado, Chabán se prepara para recuperar la libertad entre el lunes y el martes de la semana próxima, según estimó su abogado defensor, Pedro D'Attoli, ya que se completó el trámite de presentación de títulos de propiedad con los que respaldó la fianza de 500.000 pesos dispuesta por la Cámara del Crimen como condición para su excarcelación.

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Decepcionante

Fuentes del juzgado consideraron "decepcionante" la declaración del empresario, fundamentalmente porque se negó a responder sobre cuestiones clave de la causa.

No obstante, para los abogados que representan a los familiares de las víctimas, hubo puntos interesantes, como el reconocimiento de que la puerta de emergencia -que Chabán niega que tuviera ese destino porque daba al patio de otra propiedad- fue utilizada para evacuar a los asistentes de un recital realizado el 1° de mayo del año pasado, ante un principio de incendio provocado por una bengala arrojada contra la media sombra que protegía el techo del local durante un recital del grupo Jóvenes Pordioseros.

"Chabán no sale beneficiado de esta declaración. Al contrario, ha reconocido que lo que niega que sea una puerta de emergencia finalmente lo era. Tenía una barra antipánico, una identificación que decía salida de emergencia y fue usada con ese fin", explicó el abogado Fernando Soto, a cargo de una de las querellas.

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Sabotaje en el aire

Soto cuestionó el hecho de que Chabán negara vínculos con funcionarios del gobierno porteño y de los Bomberos. También que se negara a contestar preguntas sobre la capacidad del lugar, "cuando hubo inspectores del otro boliche de Chabán, Cemento, que atestiguaron y dijeron que él conocía muy bien los reglamentos y que era muy hábil con los papeles y los temas relacionados con ese tipo de locales".

"El único que habló de una operación comando y de un sabotaje fue él. El único que dijo que los chicos querían hacer una guerra de bengalas, cuando la verdad es que nunca hubo un incidente entre los seguidores de Callejeros... Parece que son todos responsables menos él, como si en todos estos años se hubiese ocupado solo de la barra", agregó.

Los abogados que representan a los familiares se reunirán la semana próxima para acordar un nuevo pedido de indagatoria al jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra y un posterior planteo para que sean citados a declarar los verdaderos dueños de República Cromañón, quienes integran la firma Lagarto S.A. (CMI)

Agencia CMI