AUTOR DE CUENTOS, NOVELAS Y ENSAYOS

Murió en París, Juan José Saer

El reconocido escritor trabajó en El Litoral a finales de la década de los cincuenta. Foto: ARCHIVO EL LITORAL.. 

El prestigioso escritor santafesino estaba enfermo de cáncer. Había nacido en Serodino, hace 67 años. Fue uno de los autores más destacados de la literatura argentina y latinoamericana.

El escritor argentino Juan José Saer, de 67 años, falleció hoy en un hospital de París. Residía en Rennes desde 1968, donde ejercía como profesor en la universidad de esta ciudad del oeste de Francia.

Autor de cuentos, novelas y ensayos traducidos en cinco idiomas, Saer era considerado uno de los escritores más destacados de la literatura argentina.

Entre otras obras se pueden citar: "Cuentos Completos" (2002), "En la zona. Cuentos" (2003), "El río sin orillas" (1991), "La narración objeto" (1999), "La ocasión" (1986), por la que recibió el Premio Nadal, "Unidad de lugar" (1967), "Cicatrices" (1969), "El limonero real" (1974), "Nadie nada nunca" (1980), "Las nubes" (1997) y "Lugar" (2000).

En octubre de 2004 Saer fue distinguido con el XV Premio Unión Latina de Literaturas Románicas, que compartió con el rumano Virgil Tanase, por decisión del jurado reunido en París, que consideró que el argentino había desarrollado "una obra rica y variada de modo silencioso, alejado de los grandes circuitos de la publicidad literaria".

El Premio Unión Latina de Literaturas Románicas, creado en 1990, corona la obra de un escritor de lengua románica sin distinción de país ni continente, para rendir homenaje al patrimonio literario latino. En esa oportunidad, Saer no pudo asistir a la entrega del premio, que tuvo lugar el 24 de noviembre en Roma, por motivos de salud.

El año pasado, Saer fue invitado para participar del Congreso de la Lengua que se hizo en Rosario; pero su salud le impidió viajar. La Universidad Nacional del Litoral, por su parte, tenía previsto entregarle al escritor el doctorado Honoris Causa.

MAESTROS

"Uno no puede escribir novelas y cuentos en América latina como si Arlt, Onetti, Rulfo, Guimaraes Rosa, Felisberto Hernández y Borges no hubiesen existido. Y también podemos trasponer eso a otros escritores que no son latinoamericanos, como Cervantes, Joyce, Beckett o Faulkner. Uno crea su propia tradición. Yo no pretendo que sea la única, pero si uno construye una tradición, esa tradición crea obligaciones y esas obligaciones deben respetarse. A Godard le dijeron en una entrevista que Spielberg siempre se refería a él como a un gran maestro, y Godard se reía. Cuando se lo repitieron dos o tres veces, terminó por decir: `Bueno, que me mande un cheque'. Hay también escritores que exaltan a otros escritores como sus maestros, pero que no reflejan en sus obras esa admiración. Admirar supone ciertas obligaciones. Para poder admirar a un escritor hay que merecerlo. No decir que se admira a Shakespeare y escribir como Paulo Coelho. Justamente Coelho dijo en Buenos Aires que para él los dos escritores más importantes de América latina eran Jorge Amado y Jorge Luis Borges. Yo opino que alguno de los dos tendría que protestar". (Declaraciones de Juan José Saer en 1997 a la revista "Brecha", de Uruguay).

AFP/DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL