Rafaela (enviado especial).- Debió esperar dieciséis meses para volver al triunfo (la última había sido en Mar de Ajó, 8 de febrero de 2004): es que cuando el múltiple campeón, Guillermo Ortelli tiene el auto justo -más allá del enorme trabajo de su equipo, tiene la suerte de los ganadores-, es muy difícil que alguna victoria se le escape. Precisamente, Edgardo Fernández, preparador del chasis de la cupé Chevy afirmaba: "Estuvimos buscando todo el fin de semana la puesta a punto ideal; sobre todo en el tema balanceo del auto para que los neumáticos tengan un rendimiento óptimo, porque en esta pista sufren mucho". Y así comenzó a construirse el decimoctavo triunfo del piloto bonaerense (es de Salto), en el óvalo del Atlético de Rafaela, para la séptima fecha del TC. Claro que también hay que apuntar la notable preparación motriz de Jorge Pedersoli, que le entregó un potente impulsor (al igual que a otros usuarios).

Christian Ledesma ubicó al otro Chevrolet segundo, con la atención de Christian Avila. Ante cerca de 45.000 espectadores (según estimaciones de la organización y la Policía. En tanto, habrían abonado su entrada, unas 17 mil personas, recuérdese que las damas, niños y jubilados ingresan gratuitamente), Marcos Di Palma, en una carrera "pensante", arribó al tercer lugar. Dándole todo a Chevrolet.

Los remozados boxes rafaelinos (ahora quedó un amplio playón donde se instalan carpas para las distintas escuderías), contaron con el habitual colorido. La gente por momentos quiso desbordar algunos sectores, pero fueron bien neutralizados, al menos mientras se estaba corriendo. Los parciales dejaron en claro que no se podía arriesgar un pronóstico certero, pero sí había indicios de quiénes podían ser candidatos: Ciantini (autor de la pole), Rossi (obteniendo la serie más veloz, con una nueva trompa en la Chevy ideada por Avila), el propio Ledesma, Ortelli (pese a una pérdida en el radiador); Pacho (Torino); Ponce de León (Ford), Marcos Di Palma y Aventín, entre otros. El local Zanatta en tanto, debía ir al repechaje por un toque que le propinó el "Pichito" Iglesias en la batería. Después, el rafaelino entró en la final en la penúltima fila de la grilla.

Muy entretenida. Primero pareció que era de Ciantini, luego de Matías Rossi hasta que faltando dos vueltas, se rompió el motor, bajándose enojado arremetió a puntapié limpio contra el Chevrolet.

El Lincoln Sport Group fue el gran perdedor de la jornada, porque al retraso de Moriatis, se sumaron los de Diego Aventín y Martín Piccini, quienes, entre tantos, padecieron con la rotura del neumático trasero derecho, que es el que más sufre en el óvalo. René Zanatta entró a cambiar una goma también en los últimos tramos, para poder arribar 31ro. En tanto, Nolesi y Tanoni se daban "un gran palo".

Casi en la mitad del recorrido, Ortelli quedó puntero, en detrimento de Rossi, Ciantini, Ledesma y Pacho. Otro candidato pudo ser Gabriel Ponce de León mientras estuvo en pista (abandonó en el giro 16). Más atrás daban espectáculo los "viejitos": Traverso, Bessone ("no la vio" con la Dodge, al igual que Norberto Fontana) y Urretavizcaya. Finalmente prevaleció el "Flaco", llegando noveno.

En un lindo espectáculo, el Dodge de Ciantini culminó cuarto, el "Gurí" Martínez, quinto con el mejor Falcon.

A puro pastoreo y tranco rápido, los "Chivos", de la mano de Ortelli, Ledesma y Marcos Di Palma, coparon el podio del Atlético.