Secuestro y liberación de Aubenas es un misterio

El secuestro y la liberación de Florence Aubenas y su guía Husein Hanoun, tras más de cinco meses retenidos en Irak, siguen siendo hoy un misterio, mientras el gobierno francés se limita a hablar del "éxito" de sus servicios "civiles y militares" y reitera que no se ha pagado rescate alguno.

Al día siguiente de la llegada a París de Aubenas, liberada el pasado sábado y que ha pasado su primera noche en Francia en una base militar cerca de Orleans (centro), la incertidumbre sobre casi todo lo que rodea al secuestro continúa, aunque empiezan a conocerse algunos detalles sobre los 157 días de cautiverio.

La periodista de Libération, que ofrecerá una esperada rueda de prensa, estuvo encerrada en un pequeño sótano, probablemente en un granja al norte de Bagdad, en el que daba "una media de 23 pasos y pronunciaba 80 palabras al día", explicó el director de su diario, Serge July.

En unas condiciones de detención "muy duras", Aubenas fue "golpeada, se resistió y se enfrentó a sus secuestradores", según July, que viajaba en el avión que trajo a Aubenas a París junto al ministro de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, y al responsable de los servicios secretos (DGSE), Pierre Brochand.

La propia Aubenas había declarado a su llegada a la base militar de Villacoublay (afueras de París) que permaneció atada de pies y manos y en cuclillas, pero sin comentar las circunstancias de su liberación, sobre las que previsiblemente hablará después.

Por el momento no hay detalles, más allá de que se trató de una operación "arriesgada" en un país "peligroso", como indicó hoy Douste-Blazy, que se negó a facilitar más información asegurando que "aún hay rehenes donde ella estaba" y sus "vidas corren peligro".

Sin identidad

Tampoco se sabe mucho sobre la identidad de los secuestradores o sus reivindicaciones en este oscuro secuestro, uno de los más largos de la ola de toma de rehenes que azota el Irak de la posguerra.

Las autoridades galas están convencidas de que los captores pertenecían a "uno de los múltiples grupos clandestinos de obediencia baasista" que proliferan en Irak, aunque su estructura y verdaderas motivaciones siguen sin estar claras, según Le Figaro.

Hanoun, que se encuentra desde ayer con su familia en Bagdad, ha declarado a Le Monde que los secuestradores eran "islamistas salafistas anti-estadounidenses".

"La identidad del grupo no está clara", dijo el ex ministro de Exteriores Michel Barnier, que llevó el peso de la acción de la diplomacia francesa en este secuestro y para quien la liberación es "el resultado de un trabajo de diálogo" que corona cinco meses de movilización de la diplomacia y los servicios secretos galos.

EFE