Acción contra el efecto de las armas

Hasta el 14 de junio se conmemora en un centenar de países la Semana global de acción contra las armas de fuego. Se trata de una actividad organizada por la red mundial de lucha contra las armas, denominada Iansa según su sigla en inglés y que agrupa a unas 500 pequeñas, medianas y grandes organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la construcción de la convivencia y la paz. Entre ellas, un puñado de ONGs locales: Espacios (Mendoza y Santa Fe), La Comuna (Rosario), Inecip, Fundación Lebensohn y APP (Buenos Aires), La Casa del Sur (Santa Fe), Universidad Siglo 21.

En la Argentina, esta semana será replicada en julio, del 1° al 9, ya que se conmemora la Semana del Desarme en recordación de la celebración de la primera Asamblea de la ONU contra el tráfico ilícito de armas y municiones, celebrada en Nueva York para esas fechas en 2001, y en la que Argentina cumplió un rol destacado, con su ponencia sobre el Plan Canje de Armas que acababa de hacer Mendoza.

TODAS SIRVEN PARA MATAR

De lo que se trata es de convencer a gobernantes y a la sociedad de que tener armas representa tener problemas. Medio millón de personas mueren en el mundo cada año por su consecuencia. Algo terrible dentro de esta realidad no mejor es que la zona del mundo con mayor porcentaje de muertes producidas por el uso de armas de fuego es nuestra América latina.

El problema excede al tema de la seguridad: la atención de heridos y muertos en hospitales latinoamericanos por esa causa se lleva el 14 por ciento del PBI. Por eso, las ONG y los gobiernos que han comprendido la problemática, se han dado cuenta que el tema de fondo es una cuestión de retraso en el desarrollo, con la gravedad y complejidad que ello implica.

De allí que todas las recomendaciones que se formulan van en camino a restringir al máximo la tenencia y circulación de armas de fuego, legales e ilegales. Todas sirven para matar. Y poseen una letalidad mayor que cualquier otro tipo de armas. Pero un planteo que vienen haciendo organizaciones miembro de la Red Argentina para el Desarme, como Inecip, de Buenos Aires, puede resultar una salida importante. Se trata de generar a nivel legal un cambio de paradigma: del actual, que considera que tener y usar armas es un derecho y lo reglamenta como tal e intenta controlarlo, deficientemente, al nuevo concepto que establezca que la tenencia de armas resulte un verdadero privilegio.

MEJOR EL CUCHILLOY EL TENEDOR

Para ello, se parte de una pregunta: ¿para qué tener un arma? Se ha determinado en Chile que 90 por ciento de las armas que usó la delincuencia fueron antes de particulares. En Estados Unidos, un 20 por ciento de los policías baleados o muertos en 15 años, fueron víctimas de sus propias armas. En ese mismo país, cada dos años, mueren, por errores en el manejo de armas, tantas personas como en Vietnam. Mientras en la Argentina estudiamos sus reales efectos -con 1.600 muertes registradas en 2004- en El Salvador se determinó que si se evitaran los accidentes con armas, el gasto que actualmente esto le implica al erario público permitiría construir un hospital de alta complejidad cada año, por ejemplo.

"Si a la muerte se la afronta con más muertes, la muerte seguirá ganando. ¿Qué hacer? No queda otra: a la muerte hay que ganarle con la vida. Mejor que las armas en casa, la cuchara, el cuchillo y el tenedor. Mejor que el olor a pólvora el olor a pan. Cuando hay", escribió el escritor Rodolfo Braceli en homenaje al desarme, hace unos meses.

Me quedo, para el final, y convocando a sumar más acciones en cada ciudad, pueblo, barrio o escuela con el punto de vista de un técnico jurídico, aquel que el actual miembro de la Corte Nacional Raúl Eugenio Zaffaroni expresó a la desaparecida revista Trespuntos cuando fue consultado por el Plan Canje de Mendoza dijo: "Si la emergencia argentina es muy grave, demostremos que nos queda grandeza, pensemos en algo grande de una buena vez, salgamos de la postración, por lo menos que nos conmueva la muerte gratuita e insensata de hombres y jóvenes. Imaginemos la utopía: una Argentina blanca, libre de armas...".

* Gabriel Conte es escritor y periodista, presidente de la ONG Espacios, miembro de la Red Mundial Iansa y de la Red Argentina para el Desarme. Condujo el Plan Canje de Armas de Mendoza. Es subsecretario de Relaciones con la Comunidad del gobierno de Mendoza.

Por Gabriel Conte (*)