Se quebró el peronismo de Buenos Aires

El jefe de gabinete, Alberto Fernández, definió que "ya es imposible" alcanzar un acuerdo en el justicialismo bonaerense para presentar listas de unidad en las elecciones legislativas de octubre, y acusó al ex presidente Eduardo Duhalde por el fracaso de las negociaciones.

Fernández señaló que el reclamo de Duhalde de tener mayor presencia en la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires hizo estallar las posibilidades de acuerdo, y afirmó que el ex presidente pretendió "imponer la lógica de no cambiar nada".

"Quiso negociar cosas que eran resorte del presidente, como la propuesta de tener mayor participación en la definición de los cargos nacionales. Duhalde quiso ir más allá, y eso complicó todo", sostuvo el funcionario y principal negociador por el kirchnerismo en las conversaciones con el duhaldismo.

En una entrevista publicada hoy por el matutino Página/12, el jefe de gabinete concluyó que "ya es imposible" formalizar un acuerdo con los sectores bonaerenses que responden a Duhalde, porque "cerraron las listas de la provincia y se han construido dos nóminas diferentes".

También rechazó la posibilidad de una futura distensión que permita reacomodar las listas antes de que venza el plazo del 23 de agosto, límite para la formación de nuevas alianzas para las listas para cargos nacionales que competirán en octubre.

"No entiendo cómo se podría hacer una lista común luego de semejante quebranto", evaluó Alberto Fernández, aunque aclaró que la responsabilidad por el frustrado acuerdo se anota en la cuenta del duhaldismo.

Fernández puntualizó en ese sentido: "No fue por nosotros que no hubo una lista conjunta. Fue porque se nos quiso imponer la lógica de no cambiar nada".

Para el funcionario, Duhalde "quiso imponer una lógica que garantizara la continuidad" del esquema político y estableció que, para el kirchnerismo, es necesario "construir un futuro mixturando el pasado con el presente, para construir una dirigencia de cara a la gente".

"En algunos dirigentes aparece la idea de perpetuar el presente", reflexionó Fernández, y advirtió que, "si consensuar es aceptar la continuidad de las prácticas de las que renegamos, eso parecería un pacto".