83 muertos en el peor atentado de la historia moderna de Egipto

El hotel Ghazala Gardens, donde se hospedaban turistas de distintas nacionalidades, fue uno de los blancos de las explosiones. Foto: AGENCIA AFP. 

Varias explosiones detonaron en la ciudad turística de Sharm al Sheij. Una organización que dice pertenecer a Al Qaeda se atribuyó los ataques.

EFE-AFP

Al menos 83 personas han muerto y más de cien están heridas, entre ellas varios extranjeros, en una serie de atentados en la ciudad turística de Sharm el Sheij (sur del Sinaí), los más graves de la historia moderna de Egipto. Entre los muertos hay al menos siete extranjeros, de los que uno es italiano y otro checo, mientras que se ignora la nacionalidad de los otros cinco, según fuentes del Ministerio de Turismo. Entre los heridos hay varios españoles.

En torno a la una de la madrugada, varias explosiones retumbaron en la ciudad antigua de Sharm al Sheij y el barrio moderno de Naama Bay, y se localizaron en tres lugares concretos: el mercado antiguo de Sharm, el hotel Ghazala Gardens y un estacionamiento.

Al menos dos de los atentados han sido causados con coche bomba, mientras que un tercero lo fue mediante un paquete cargado con explosivos, según un comunicado del Ministerio del Interior.

Alguno de los lugares sufrió dos explosiones -como el hotel Ghazala Gardens-, lo que podría explicar el hecho de que haya testigos que hablen de hasta siete detonaciones.

Fernando Lema, un español que vio las explosiones del hotel, explicó que primero hubo una más leve, que atrajo a numerosas personas, y entonces otra detonación muchísimo mayor reventó la fachada del edificio y la recepción, arrojando cadáveres y objetos por los aires.

Blanco en los intereses turísticos

Ya se ha producido una primera reivindicación del atentado en una página de Internet, firmada por las Brigadas de Abdula Azam, que dicen pertenecer a la Organización de Al Qaeda para el Sham (Siria) y Egipto.

Este grupo ya reivindicó el pasado octubre la cadena de atentados contra intereses turísticos -en concreto un hotel y dos campings- en la ciudad de Taba, también en el Sinaí, y que causaron 34 muertos, en su mayoría egipcios e israelíes.

El presidente Hosni Mubarak se desplazó al lugar de los hechos, acompañado del ministro del Interior, Habib el Adly, y el de Sanidad, Mohamed Awad Taguedín, y visitó a algunos de los heridos, entre ellos una española que está fuera de peligro.

Esta española -junto a dos compatriotas que también están heridos- forman parte de un grupo de trabajadores de Segas, empresa que licúa gas en el delta del Nilo, que se encontraban pasando el fin de semana en Sharm al Sheij y se vieron sorprendidos por las explosiones justo cuando salían de cenar.

Entre los heridos hay también británicos, dos de ellos en estado crítico, holandeses, una docena de italianos, varios saudíes y de otros países árabes.

La policía impide la entrada en los hospitales para quienes quieren preguntar por el estado de los heridos.

Extreman la seguridad

Las medidas de seguridad son extremas en Sharm el Sheij, como también se han intensificado en el aeropuerto de El Cairo.

Un testigo llamado Ahmed, chofer de profesión, que se despertó por las explosiones pese a encontrarse a más de tres kilómetros de la más cercana, se preguntó cómo pudieron llegar los coches bomba hasta su destino con la cantidad de controles que siempre hay en la ciudad.

El ministro de Interior no excluyó una posible relación con los atentados de Taba, que entonces fueron atribuidos a un comando de beduinos egipcios dirigidos por un palestino que murió en aquellos hechos, al tiempo que descartó cualquier relación con los recientes atentado de Londres.

Por su parte, el ministro de Turismo, Ahmed al Magrabi, dijo desde Pekín -donde se encuentra de visita- que ciertamente estos atentados afectarán al turismo, pero sólo "a corto plazo", y recordó que el terrorismo se ha convertido en un "fenómeno mundial".

Unidos por el espanto

El ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, afirmó hoy que el Reino Unido está en este momento con el pueblo y el gobierno egipcios tras los atentados en Sharm el Sheij, y que los ataques demuestran que la lucha contra el terrorismo es internacional.

El jefe de la diplomacia británica manifestó que los responsables de los ataques seguramente dirán que lo hacen en nombre del islam. Informó que dos diplomáticos de su país están prestando ayuda en la localidad egipcia y que otro equipo del Reino Unido, formado por diplomáticos y policías, viajará hoy para prestar cualquier colaboración que sea necesaria.

Straw añadió que por el momento no tiene confirmación de víctimas mortales británicas, pero fuentes del Hospital Internacional de Sharm el Sheij indicaron hoy que dos británicos figuran entre los 83 muertos.

Dos veces la misma pesadilla

"Nunca pensé que viviría la misma pesadilla y el mismo horror dos veces en tan poco tiempo", dijo con el rostro despavorido Joanna, una joven londinense de 25 años, al abandonar el balneario egipcio de Charm el-Cheij hoy, ayudada por dos policías.

Joanna, que no quiso dar su apellido, estaba cerca de los sitios donde ocurrieron los sangrientos atentados que sacudieron a Londres el 7 de julio. Para olvidar la experiencia se tomó vacaciones en Egipto, y en la madrugada de hoy, un kamikaze chocó su cochebomba contra la recepción del hotel de Charm el Cheij, donde estaba hospedada.

"Estaba en el hotel Ghazala-Garden cuando ocurrió la explosión. Mi cuarto está precisamente detrás de la recepción. Estaba en mi cama, que fue sacudida", contó bajo el efecto de la conmoción.

El atentado contra este hotel es, según la policía, el más sangriento de los siete perpetrados hoy en Charm el Cheij. La policía confirmó que esta explosión fue por un cochebomba.

Joanna esperaba borrar el terrible recuerdo de Londres, al pasar unos días bajo el sol en el mar Rojo: "Contaba con estas vacaciones para olvidar la pesadilla de Londres", relató.