Gustavo Mazzi
El creador del "Walter gol"
Es el encargado de estudios centrales en las transmisiones de fútbol de LT 10. Gustavo Mazzi cuenta en esta charla con Nosotros, cómo es la vida de un laburante de la radio que no conoce de compartir un domingo en familia.

Hay historias desconocidas de gente que trabaja en el periodismo deportivo, que lo hace desde un lugar modesto, que mantienen un perfil bajo, más allá de la importancia de sus labores. El ejemplo claro lo marcan aquellos trabajadores de radio que se encargan de llevar adelante las salidas desde los estudios centrales en ocasión de las transmisiones de los partidos de fútbol. Hoy, uno de los referentes más importantes en ese rubro en Santa Fe es Gustavo Mazzi, quien se desempeña en LT 10, como apoyo fundamental de las emisiones deportivas cuyo relato queda a cargo de Fabián Mazzi, su hermano, acompañado por los comentarios de Oscar Bergesio.

La génesis de este presente no fue para nada lineal. Ni siquiera fue metódicamente pergeniada por el protagonista de esta historia. Todo lo contrario; el camino se inició casi de casualidad. "Yo comencé en el año 1987 en Radio Nacional, cuando estaba terminando la secundaria. Me acerco a esto del periodismo porque mi hermano Fabián empezaba con un espacio propio por primera vez y quiso contar conmigo para que colaborara. A todo esto, yo nunca había pensado en dedicarme al periodismo deportivo pese a que él estaba metido de lleno. Por eso siempre digo que no heredé la profesión de mis viejos, como ocurre generalmente, sino de mi hermano Fabián", cuenta Gustavo.

En aquellas épocas, estaba pensando su futuro de una manera muy distinta a lo que el destino le presentó posteriormente. La medicina y el fútbol (en calidad de protagonista principal) eran el horizonte a alcanzar. "Ya estaba pensando en irme a Rosario a estudiar, cosa que después hice. Terminé el secundario y me anoté en la carrera de Medicina. Pero hay un detalle: yo había pasado una prueba en Newell's en mayo de 1987 para irme a jugar al fútbol y había quedado; recuerdo que me había venido a ver Roberto Jesús Puppo. En el '88 comencé a estudiar, al tiempo que empecé a jugar. Después fue demasiada la exigencia. Me duró tres meses, hasta que dejé el fútbol. No podía entrenar, cursar y estudiar y preferí seguir con Medicina, porque realmente me gustaba. A todo esto, cada vez que venía a visitar a mis padres trabajaba en Radio Nacional, ya haciendo estudios centrales".

Algo serio

La vida de Gustavo Mazzi se repartía entre los libros de Medicina en Rosario y sus colaboraciones en los programas de radio de su hermano. Hasta que se produjo algo que lo acercó muy seriamente a la profesión mediática.

"Un día me habla Walter Saavedra desde LT 10 porque Rubén Estrubia se iba un fin de semana a animar no sé qué fiesta en el interior. Era un sábado a la tarde. Me dijo: `te necesito para que hagas estudios centrales mañana'. Yo dudé mucho y le dije que no sabía si me animaba. Él me dijo que tenía que hacer lo mismo que hacía en Nacional, que me había escuchado y que me tenía mucha confianza. En definitiva lo hice y le puse un par de cosas mías, como anunciar un tanto de otro partido con el `Walter gol', o navegar en una radio de onda corta que yo tenía en casa e informar sobre partidos internacionales, algo poco común en 1988. Y me salió realmente bien. Me sentí muy contenido por todos", rememora.

Esa misma noche, Saavedra lo llamó a su casa y le ofreció el trabajo. Fue recién ahí cuando Gustavo sintió que podía hacer esa tarea profesionalmente.

La vuelta

Los días finales del año '88 fueron los más duros para Mazzi. Había nacido el primer hijo de su hermano Fabián y a las saudades de sus padres y amigos, se agregaron las de su sobrino. No estaba bien anímicamente y decidió volverse.

"Comencé a trabajar con Luis Mino en su agencia de publicidad. Y con él me empiezo a insertar periodísticamente en la radio universitaria. Ahí comienzo a hacer colaboraciones, salidas, móviles no deportivos. A mediados del '89 me vuelve a convocar Walter Saavedra. Y ahí definitivamente arranca mi carrera como periodista deportivo profesional, refrendada con la convocatoria que me hizo el `Gallego' Eduardo González Riaño para trabajar en Sport Show, el ciclo televisivo que iba por canal 13 y que comenzó en 1990".

Su desembarco en la pantalla chica fue el punto definitivo que hizo que la historia de Gustavo, "el Turco", se terminara de asociar definitivamente al periodismo.

En 1990, Carlos Miguel Meahoudy, quien hacía estudios en LT 9, deja la radio. Y Ricardo Porta pensó enseguida en Mazzi. "Me fui a LT 9 porque a pesar de que Saavedra estaba en un momento fantástico y mostraba un empuje increíble, para mí, como para todos los santafesinos en aquel momento, Ricardo era Ricardo".

En el año 1994 retornó a LT 10 porque Fabián, que era relator suplente de Porta en la emisora de calle 4 de Enero, hizo el traspaso por la ida de Saavedra. Y no sólo volvió para hacer deportes. "También comencé a participar del programa de Susy Tomas, donde hacía móvil, hasta el '99".

También se desempeñaba como comentarista suplente y fue a partir de ese momento en que comenzó a perderse partidos importantes.

Su fascinación

"En realidad, a mí el ambiente de la radio y la televisión no me gustó nunca. No me agrada la ostentación", explica Mazzi, y lo repetirá hasta el cansancio. "Me fascina el trabajo de producción y si se pagara al productor lo que su trabajo vale, no tendría necesidad de hacer estudios centrales. Porque, ¿hasta qué punto uno es periodista sentado adelante de una cámara presentando notas? Sé que muchos mueren por eso y hasta algunos pagan para lograrlo, pero dudo de que eso sea periodismo. Hoy se cree que en producción tiene que trabajar aquel pibe joven que algún día quiere llegar a ser vestuarista. Y eso es una barbaridad. En los medios de Buenos Aires, los productores son profesionales y son los mejor pagos. En el productor se basa la transmisión", afirma con certeza.

Vicios actuales

La explosión y el auge del periodismo deportivo en el último lustro, ha producido una confusa evaluación de lo que en realidad esa profesión representa y requiere. Y Gustavo lo explica de manera brillante: "Yo veo que hay muchos pibes jóvenes que quieren trascender y creen que la única forma es llegar lo más rápido posible a los medios, ponerse adelante de una cámara o un micrófono para que le gente les diga `te vi' o `te escuché'. Con eso ya están hechos. No se dan cuenta de que esta exposición les puede hasta arruinar su futuro. Se creen que es fácil hablar de fútbol, que cualquier hincha puede hacerlo".

Él es el mejor ejemplo. Hace 17 años que está en los medios y ha pasado por todas. Actualmente, llega tres horas antes de los partidos y se retira una después. "El gran problema es que hoy por hoy, los chicos quieren ser famosos antes que periodistas y no se forman para trabajar bien. Un médico no se recibe y a la semana está operando. Cada profesional necesita de una formación responsable para salir a hacer bien el trabajo. Para esto hay que bajar línea desde la escuela de periodismo deportivo, tratarlo desde ahí".

No encasillar

"Yo me inicié como periodista deportivo, pero no lo soy exclusivamente. Porque acá parece que el que trabaja en deportes tiene una pelota en la cabeza, se lo encasilla en eso y de lo único que sabemos hablar es de fútbol. Yo considero que no es así. Particularmente, a mí me gusta leer el diario de punta a punta, y sé que puedo opinar de cualquier tema de actualidad. Cualquiera que esté bien informado lo puede hacer. Yo he trabajado cuando había elecciones, en las internas de los partidos, en las campañas de los juguetes y en las transmisiones por la inundación. Es decir, no soy solamente del fútbol ni del deporte".

El profesor

Las intensas y absorbentes actividades de Gustavo Mazzi no le impiden hacer algo que le produce mucho placer: enseñar en el instituto de Periodismo Deportivo. "Llegué allí a realizar charlas. Siempre trato de transmitirles mi experiencia en radio y en televisión, aunque yo me considero un animal de radio. Sobre esa base y la de mi discurso sobre los medios es que tal vez me hayan convocado para dictar clases. La materia se llama Práctica de Radio, es como un taller. Tengo el orgullo de que muchos de mis alumnos entienden mi mensaje y me respetan como persona, más allá de que hay quienes aún no han aprobado mi materia".

De fama y otras yerbas

"Con Fabián somos muy distintos -explica Gustavo- y tenemos los mismos cimientos. Él es la exposición, el carisma, el trato cotidiano con la gente, la fama. Yo reniego de todo eso. Lo vivo todo el tiempo, pero no lo comparto. Fabián se para en la peatonal a charlar con cada persona que lo saluda y yo debo parecer un antipático, ya que, además de renegar de esas cosas, soy tímido. A veces, me pregunto: ¿no es mucho que para la gente un hombre que transmite fútbol sea una persona tan importante? Creo que es una cuestión cultural que se debería cambiar. No está bien que el tipo que relata fútbol sea más importante que la maestra, por ejemplo".

Alejandro Galetto y Juan Carlos Haberkon