El récord histórico de inasistencia que marcó hace dos semanas la elección para convencionales constituyentes en la provincia de Santiago del Estero, donde la cantidad de votantes no superó el 35 por ciento, puso en alerta a los especialistas que vaticinan un descenso de la participación en los comicios legislativos de octubre.

Los consultores políticos Rosendo Fraga y Hugo Haime relacionaron el fenómeno con que "generalmente en las elecciones legislativas no se juegan cargos ejecutivos y la tendencia es que descienda la participación", porque se generan menos expectativas en la población para asistir a votar.

Por su parte, Analía del Franco se sumó a ese diagnóstico, pero relativizó la posibilidad de que el fenómeno extremo registrado en la última elección en Santiago del Estero pueda traspolarse a nivel nacional.

Del Franco consideró que aunque "hoy el electorado todavía se muestra distante de las elecciones", a la hora de votar el 23 de octubre "no habrá mayores sorpresas en el nivel de participación respecto de elecciones nacionales anteriores" que suelen rondar entre el 65 y el 70 por ciento.

"La gente por el momento muestra distancia de la elección; está dejando a los políticos que hagan su trabajo de seducción y ven todavía con un poco de escepticismo a la elección", admitió Del Franco.

La consultora se mostró confiada en que el 23 de octubre "Kirchner va a ganar porque la elección encuentra a la gente con intereses positivos, con pocas ganas de castigar como ocurrió en oportunidades anteriores" en las que aumentó la ausencia, los votos impugnados, en blanco y una fuerte fragmentación de partidos y candidatos.

Según un informe del Centro de Estudios Nueva Mayoría que conduce Rosendo Fraga entre 1983 y el 2003, la participación electoral en todo el país descendió de manera notable, a pesar de que los comicios son obligatorios.

La investigación indica que en la elección legislativa de 2003 se registró la concurrencia más baja desde 1983: 71,6 por ciento del padrón de electores.

De acuerdo con el estudio, con el advenimiento de la democracia en 1983 concurrió a votar el 81,3 por ciento de los electores; en 1985 el 80,9 por ciento; en 1987 el 82,5 y en 1989 el 82,3.

Desde entonces, comenzó a disminuir el número de votantes, bajando al 78,2 por ciento en las elecciones legislativas de 1991, al 76,6 por ciento en las de 1993 y al 75,2 en la elección de constituyentes de 1994. En 1995 -elección presidencial en la que fue reelecto Carlos Menem-, aumentó nuevamente el número de gente que concurrió a votar, llegando al 80,2 por ciento, y en 1997 (otra elección legislativa intermedia) se registró otro descenso, con el 77,6 por ciento.

En la elección legislativa y presidencial de 1999 -en la que triunfó la Alianza UCR-Frepaso-, la concurrencia a votar sufrió un nuevo repunte respecto de la elección legislativa anterior, llegando al 81,9 por ciento, y en las legislativas de 2001 la participación volvió a descender al 73 por ciento del padrón, para llegar al mínimo histórico de 71,6 en las legislativas de 2003, aunque en esos casos se incrementaron los votos nulos, recurridos y en blanco.

Fraga vaticinó que "es probable que la participación disminuya en las elecciones de octubre por dos razones: primero porque será una elección sólo legislativa, que no coincide con las presidenciales y de gobernadores, por lo que la participación siempre tiende a bajar en estos casos. En segundo lugar, porque es una elección en la que hasta el momento no hay grandes debates ni proyectos, sino más bien luchas de poder, y el interés de la gente por participar no va a aumentar".

El titular de Nueva Mayoría justificó la baja participación en la constituyente de Santiago del Estero, provincia en la que "este año, se había previsto tres elecciones".

En ese distrito, se eligió gobernador el pasado 27 de febrero. Hace dos domingos se votó a constituyentes, para reformar la Constitución Provincial, tras la caída del juarismo y la intervención federal, y el 23 de octubre se elegirá, como en todo el país, a diputados nacionales.

Del Franco explicó el registro récord de ausencia del electorado en Santiago, al señalar que "fue una elección totalmente localista, donde los tres partidos más importantes se unieron en una misma alianza; no había prácticamente oposición, y parte de las reformas institucionales demandadas por la gente ya se habían cumplido durante el gobierno de la intervención federal".

Por su parte, Haime advirtió que "no se puede traspolar" lo que ocurrió en Santiago del Estero a las elecciones legislativas de octubre, porque advirtió que "generalmente en los comicios de reformas constitucionales, la gente tiende a tener un bajo nivel de interés".

Sin embargo, al referirse a las previsiones para octubre, Haime aclaró que "en términos de procesos electorales, hoy todavía estamos a muy lejos, a tres meses de la elección, por lo que los ciudadanos todavía no están metidos en la situación electoral y lo viven como un tema de los políticos. Si la discusión se encierra en un enfrentamiento entre dirigentes y no hay propuestas, la participación va a disminuir, pero si la gente siente que se juega algo, habrá más participación", consideró Haime.

El consultor dijo que recién "sobre el último mes de la campaña, se verán con más claridad los niveles reales de participación", aunque aclaró que "cada provincia tiene su propia realidad".

Los especialistas se pusieron de acuerdo sobre las elecciones constituyentes de Santiago, en que "nunca en una elección había concurrido sólo el 35 por ciento del padrón", lo que marcó un récord de ausencia histórico en el país.

Fraga vaticinó que el 23 de octubre, de continuar como hasta ahora la pelea electoral, "la concurrencia podría caer del 70 por ciento histórico, al 68 ó 69 por ciento".

La falta de interés que demuestra hasta ahora la gente por las elecciones de octubre fue interpretada por Fraga en que los ciudadanos comunes "toman la pelea electoral como una lucha de poder", y afirmó que al menos eso es lo que se avizora con la pelea entre el PJ bonaerense y el gobierno nacional.

Por su parte, Fraga afirmó que los líderes de la oposición buscarán definir "quién queda mejor posicionado" con vistas a las elecciones presidenciales de 2007.

Haime vaticinó que en las elecciones legislativas de octubre el presidente Kirchner va a obtener "un triunfo importante" que va a promediar "el 40 por ciento en todo el país", y advirtió que "la discusión va a ser quién será el segundo", es decir, el principal partido opositor.

Según el encuestador, el partido del Presidente que va en alianzas distintas en todo el país, en la mayoría de las provincias con el PJ, con excepción del PJ bonaerense, "va a sacar un promedio de 40 puntos, y el resto de los partidos rondarán los 10 puntos".