Boteros de Alto Verde
Cambiarán canoas por lanchas
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Luego del fracaso y las dudas que dejó la primera licitación, los boteros de Alto Verde podrán ahora cambiar sus viejas canoas por embarcaciones a motor que cuentan con adecuadas medidas de seguridad. Un proyecto financiado por el Área de Desarrollo Social de la Nación permitirá que en menos de dos meses, las 15 familias que brindan el servicio de traslado desde el barrio a la ciudad, lo puedan hacer en lanchas. Según manifestaron los boteros, a quienes la idea los llena de alegría, el costo del traslado seguirá siendo de $ 0,50, y con las viejas canoas harán un museo.

Los boteros de Alto Verde, en menos de dos meses, cambiarán sus botes por lanchas. Si bien ya habían recibido la noticia con gran felicidad cinco meses atrás, por problemas ocurridos en la licitación no se pudo efectuar el cambio de las embarcaciones. Esta vez sí es motivo de festejos porque están seguros de que en un tiempo más podrán prestar un mejor servicio .

Ramón Vega es uno de los 15 boteros que hay en Alto Verde y que a diario se despierta a las 5 de la mañana para comenzar los preparativos de su actividad.

Una canoa, dos remos y fuerza en sus brazos es lo único que necesita para transportar en su bote a quienes, tan sólo por $0,50, cruzan el Riacho para ir a trabajar o van, como es el caso de muchos chicos, a la escuela. Para Ramón, al igual que todos los canoeros de Alto Verde, pensar en que dentro de poco podrá utilizar una lancha para hacer su trabajo, lo llena de felicidad.

"Nosotros nos estamos levantando a las 5 de la mañana. Lo primero que hacemos es aprontar las embarcaciones para empezar la actividad a las 6 de la mañana, que es cuando tenemos a los primeros pasajeros. Somos 15 familias las que vivimos de esto y como hay un solo cruce, para organizarnos mejor, nos vamos rotando día por medio", manifestó Ramón Vega, representante de la cooperativa que formaron los boteros.

"Por supuesto que la idea de cambiar botes por lanchas nos encanta, sobre todo porque va a ser más seguro para la gente. Tendríamos una lancha cada dos familias y nos alcanzaría bien para mantener nuestra organización", agregó.

Tal como lo anunciábamos al comienzo, esta iniciativa lleva meses y se trata de un proyecto financiado por el área de Desarrollo Social de la Nación que lo que busca es que, quienes ofrecen el servicio de transporte de pasajeros por río, puedan brindarlo en condiciones que sean seguras para los usuarios.

"Hace tiempo, antes de que cayera la licitación anterior, hicimos un curso de timonel que nos brindó prefectura mediante el cual aprendimos lo básico sobre primeros auxilios, navegación y todo lo que hay que saber acerca del Río. De cualquier manera, todavía no tenemos la habilitación porque no han llegado las embarcaciones. Pasamos de licitación en licitación y no tenemos con qué ir a rendir", manifestó Ramón.

Según informó Nicolás Cabó, Asesor de Gobierno de la Municipalidad, en esta oportunidad se presentaron tres empresas; una de Reconquista, otra Rosario y otra de nuestra ciudad, a las cuales se les pidió como requisito ciertas especificaciones técnicas que exigió prefectura.

Según se informó, el resultado de la adjudicación estará el jueves y determinará cuál será la empresa que les entregará a los boteros las ocho embarcaciones debidamente equipadas con salvavidas y todo lo que se requiere en materia de seguridad.

El servicio

Si bien el cambio de lanchas por canoas traerá aparejado el uso de combustible, los boteros aseguran que mantendrán el precio del pasaje ya que si los motores son los adecuados, es decir a cuatro tiempos, económicamente se podrá mantener a $0,50 el traslado desde Alto Verde a Puerto Piojo, que es donde termina la playa de camiones del puerto, y viceversa.

En definitiva, sólo resta esperar la adjudicación para que los boteros de Alto Verde puedan cambiar sus botes por lanchas, cuya entrega definitiva demorará entre 30 a 40 días.

Por último, según manifestaron miembros de la cooperativa que los reúne, con las viejas canoas harán un museo para que queden guardadas y sean un valioso recuerdo, para sus hijos y los que vengan después, del duro trabajo que desempeñaron sus padres alguna vez.

Historial

En agosto del 2004, el Ente Portuario decidió interrumpir uno de los cruces en canoa a través del riacho Santa Fe ya que se debía cumplir con nuevas disposiciones internacionales de seguridad marítima a raíz de lo ocurrido en septiembre del 2003 en EE.UU..

Estas medidas significaron, para que el puerto pueda seguir operando, la restricción de la circulación de embarcaciones de tracción a sangre y ajenas a la operación portuaria; lo que sin dudas desfavorecía a los boteros.

Por supuesto que sus protestas no se hicieron esperar y desde la Municipalidad les prometieron buscarles una solución; fue así que se iniciaron gestiones ante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y se giraron los fondos necesarios para comprar ocho embarcaciones a motor y otros elementos de seguridad a bordo, como ser salvavidas y matafuegos, que reemplazarían a los tradicionales botes y permitirían que los boteros puedan continuar su actividad.

De la Redacción de El Litoral