La mamá no estaba en la casa
El padrastro de la nena golpeada se responsabilizó por su muerte
Es el segundo caso de un menor muerto por el maltrato de un ser cercano. El fallecimiento de Paula Suárez se suma al de Nino, un chico de 6 años que apareció semienterrado a la vera de la autopista Santa Fe-Rosario, en septiembre del año pasado. Otro chico de tres años está internado desde hace varios meses en el Hospital de Niños, con lesiones irreversibles, como consecuencia de una paliza dada por el padrastro.

La muerte de Paulina Suárez, una nena de 2 años que llegó desmayada al hospital de Niños, Orlando Alassia, tiene como único responsable a un muchacho de 22 años, concubino de la mamá. El padrastro de Paulina, y padre biológico de una beba de tres meses, confesó ayer que la golpeó porque no paraba de llorar.

Fuentes cercanas a la investigación contaron que se quebró y contó lo que había pasado al personal de la comisaría 4ta, que intervino en el hecho. El joven permanece detenido en esa dependencia policial y mañana a última hora podrá ser indagado por el juez Diego De la Torre, luego de que reciba el sumario prevencional.

La Justicia de Menores también debió intervenir en el caso, porque la madre de la víctima es una chica de 17 años y, por lo tanto, debe ser asistida legalmente. Desde el Juzgado N° 2 creen que "la madre no tuvo nada que ver, y está destruida".

Todas las versiones coinciden en marcar que, el día de la paliza, el concubino de la chica se encontraba solo, con las dos nenas. Estaba haciendo dormir a la de 3 meses, su hija biológica, cuando Paulina rompió en llanto. Fastidiado y falto de escrúpulos la golpeó sin medir consecuencias, con lo cual le provocó un desmayo. En ese estado fue ingresada ella a la sala de Guardia del hospital de Niños, el lunes por la noche.

"Muerte dudosa"

Los médicos del hospital, imposibilitados de revertir la situación en la que se encontraba la criatura, firmaron su defunción con la calificación de "muerte dudosa como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio". La duda se planteaba a raíz de los golpes y hematomas que presentaba el cuerpito de la chica, y por eso se dio parte a la policía, que ordenó la detención de la pareja y la intervención del médico policial.

El forense verificó las lesiones y reafirmó lo escrito por los doctores del Alassia, recomendando que se realizara la autopsia, en la que se reconocieron "politraumatismos y hematomas" a causa de golpes.

Con la madre de la nena muerta desincriminada, la labor del Juzgado de Menores se reduce a tramitar un "expediente civil para ver cómo está la otra criatura" de 3 meses, que convivía en el mismo ámbito.

Esta mañana fueron inhumados los restos de Paulina Suárez. Por lo tanto, la jueza Ana María Elvira, respetó el duelo y amplió el plazo hasta el viernes. Ese día van a verificar el estado de la hermanita, que ya fue revisada por el médico policial, quien no encontró signos de maltrato evidentes.

La representante legal es la abuela de la bebé y, por lo pronto, quedará a cargo de su tutoría, junto con la madre, que tiene apenas 17 años.

Otros casos

Cuatro casos graves de maltrato infantil, que ocurrieron en la zona, trascendieron por este medio.

La muerte de Nino, un chico de 6 años que encontraron semienterrado, a la vera de la autopista a la altura de Coronda, terminó con su padrastro y madre biológica tras las rejas. Ocurrió en septiembre del año pasado en la ciudad de Rosario. El golpeador lo envolvió en un colchón, lo cargó en un auto y lo trasladó más de 100 kilómetros, para hacerlo desaparecer. Lo peor de todo es que lo enterró ante la vista de los hermanitos, que contaron al juez José Manuel García Porta que a Nino lo mataron "porque era muy travieso".

Este verano, la víctima fue un chico de 2 años y medio, de madre menor de edad y cuyo padrastro también lo golpeaba. El autor del castigo era enfermero de un servicio de ambulancias de esta ciudad, y actualmente está preso y procesado por el juez Jorge Patrizzi.

La mala noticia es que el chico, que ahora debe rondar los 3 años, todavía "está internado en un lugar especial, porque no se lo puede trasladar si no es en ambulancia". Tiene lesiones irreversibles, y "está casi ciego por tener el cerebro desconectado".

En la misma época se conoció el caso de dos hermanitos, de 2 y 3 años, que ingresaron al Hospital de Niños con quemaduras producidas por agua hirviendo. La madre dijo que su pareja los quemó porque lloraban y se orinaban en la cama. El concubino de la madre resultó ser una persona con antecedentes penales, acusado de "promoción y facilitamiento de la prostitución, coacción y lesiones". La causa se tramitó en el Juzgado de Instrucción 5ta., que por entonces se encontraba vacante. El hombre tiene 30 años y, para evitar que la madre de los chicos lo denunciara, la encerró con sus hijos en el baño de la casa.