Adrián Marzo se queja por los descuentos que sufre en la docencia

Muchas medallas, pero a la burocracia no le gana

El atleta preferiría dedicar las horas de la docencia al Card. Pero su pase fue denegado. Foto: Archivo el litoral. 

El atleta santafesino Adrián Marzo siente que cada vez es más incompatible su profesión deportiva con el cargo docente que detenta en una escuela. Pide "mayor flexibilidad" de la cartera educativa para poder proseguir su carrera en ascenso.

De la redacción de El Litoral

El deportista santafesino Adrián Marzo salió por estos días a denunciar una serie de trabas por parte del Ministerio de Educación de la provincia que le impide articular la actividad en el deporte con su otro trabajo: la docencia.

Marzo se especializa en el lanzamiento de martillo, compite en los campeonatos de atletismo nacionales, sudamericanos e iberoamericanos con importantes marcas. A los 37 años, ocupa el tercer lugar del ranking sudamericano permanente de atletismo. Ahora, además, se dedica a entrenar a dos de los tres jóvenes argentinos que están en el mundial de atletismo: el santafesino Juan Cerra y el rosarino Jorge Balliengo, ambos medallas doradas en el pasado Sudamericano.

Pero la satisfacción que le brinda el deporte se vuelve cada vez más incompatible con la docencia. Marzo es profesor de Educación Física y cumple tareas en la escuela pública N° 1.000 Marcos Sastre, donde dicta clases a los chicos de EGB.

La ley nacional N° 20.596 de licencia especial deportiva, dispone en su artículo 1° que todo deportista aficionado que como consecuencia de su actividad sea designado para intervenir en campeonatos regionales, nacionales o internacionales por los organismos competentes de su deporte, "podrá disponer de una licencia especial deportiva en sus obligaciones laborales, tanto en el sector público como en el privado, para su preparación y/o participación en las mismas".

Cada vez que viaja o cumple tareas especiales como atleta, Marzo se ve obligado a presentar el certificado correspondiente emitido por la la Federación Santafesina de Atletismo, que justifica su participación en los torneos.

Pero en algún punto entre la escuela, la Región IV y el Ministerio de Educación la cuestión se complica y la burocracia se lleva las palmas. "La última vez, cuando fui a Europa el 29 de junio, presenté el certificado correspondiente. Al tiempo me encuentro con que lo devolvieron a la escuela diciendo que en vez de decir `afectará' tiene que figurar `afecta'. Lo hice corregir, y después volvió otra vez el papel, diciendo que debe quedar expreso no `afecta' sino `afectó'. Esto roza lo increíble", se quejó.

Mientras el trámite queda irresuelto, la cartera le efectúa al deportistas descuentos de haberes. Así, el año pasado sufrió más de una quita y este mes recibió 580 pesos menos en su salario.

"Necesito la plata para vivir, y no puede ser que aun cumpliendo con la certificación y todos los papeles, me hagan igual el descuento", reclamó el atleta.

Pedido denegado

Marzo concursó para obtener el cargo en la escuela Sastre. Antes había dado clases en el Liceo Militar e hizo reemplazos en el Profesorado de Educación Física. Con el tiempo, obtuvo la licenciatura, tomó cursos como entrenador y se especializó en atletismo.

Hoy siente que puede contribuir más como entrenador que como maestro de primaria. Por eso, varias veces pidió su pase al Centro de Alto Rendimiento Deportivo (Card), donde ahora prepara ad honorem a varios atletas santafesinos.

"He pedido varias veces el relevo en la escuela y que me pasen esas horas al Card, pero siempre me lo negaron", criticó Marzo, a lo que consideró una "falta de flexibilización" por parte del Ministerio de Educación.

Dijo a El Litoral que es difícil para un deportista dedicarse y vivir sólo de esa profesión en el país. La realidad es que no son pocos los que deben realizar un trabajo paralelo para sobrevivir. En el caso de Marzo, recibe una beca de la Nación y otra ("mínima") de la provincia, "pero el día que me las saquen no voy a tener de qué vivir si no mantengo mi cargo en la docencia", cerró.

El dato

Para entrenar a Cerra y a Balliendo, Adrián Marzo rechazó una oferta de trabajo en la Universidad de Monterrey (México) donde le ofrecían 1.800 dólares, alojamiento y comida, para preparar a los juveniles de lanzamiento de esa institución. "Renuncié para quedarme en Santa Fe y solo encuentro trabas", reclamó el atleta.

Sin excepción

La jefa de Educación Física de la cartera educativa, Judith Ghizzoni, se mostró en desacuerdo con "hacer excepciones" con los deportistas que se desempeñan en el ámbito de la docencia.

"Hay un decreto que ampara las licencias, y por algo está. No soy quién para otorgarle autorización para que tome más días, por ejemplo. Tampoco estoy de acuerdo con hacer una excepción para que él (por Adrián Marzo) trabaje en el Card y se lo releve de la escuela. Después van a venir otros entrenadores a pedir lo mismo, y con qué criterio se le dice que no", argumentó la funcionaria, quien aclaró que "nunca recibió un pedido formal por parte del deportista" en ese sentido.

Sí, se comprometió a citar a Marzo para dialogar con él y "si es que tiene trámites de licencia demorados, se los podemos agilizar". Aclaró que el artículo 35 del reglamento de licencia para personal docente de la provincia (N° 4.597) adhiere a la ley de deportes nacional, que otorga un plazo máximo de 60 días al año para gozar de la licencia especial deportiva.

"Los días no se los negamos ni se los negaremos a ningún deportista, pero deben presentar las respectivas certificaciones. Sé que para ellos es siempre molesto vivir presentando certificados todas las semanas o todos los meses, pero personalmente no tengo la facultad de modificar un decreto. La ley está hecha por algo: para evitar abusos", dijo taxativa.