Anoche la reunión en casa de Gobierno entre autoridades del Ministerio de Gobierno provincial y la municipalidad, fue interrumpida por un nuevo hecho en la Recoleta: un asalto seguido de persecución y tiroteo.

Hasta ese momento, Roberto Rosúa y la jefa de Policía de la Provincia, Leyla Perazzo, se habían puesto de acuerdo con el intendente Martín Balbarrey en la creación de brigadas que comenzarán a rondar la zona a partir del próximo jueves. Esta mañana, el secretario de Servicio Públicos de la Municipalidad se reunió en la Jefatura con representantes de la fuerza policial para instrumentar la metodología de los operativos.

Mientras tanto, Balbarrey inauguraba dos aulas solventadas con los Fondos de Asistencia Educativa en la escuela N° 189 del barrio El Pozo. Allí ratificó que una brigada realizará controles de "alcoholemia, cacheos en la vía pública y en el ingreso a los boliches bailables, de documentación, para el efectivo cumplimiento de las normas municipales y también de las judiciales".

El intendente describió así la situación: "se vende alcohol en algunos lugares donde no debieran hacerlo, hay locales donde hay menores y no están autorizados para esto. Si además de eso le agregamos la droga y otros elementos que agravan la situación, se generan hechos de violencia".

Si bien Balbarrey dijo que "estamos muy preocupados por el incremento de la violencia y por los desmanes que se producen en la Recoleta", advirtió que "estos son problemas difíciles de solucionar: la pobreza y la exclusión social no se generaron en un corto plazo y la solución no es en un corto plazo".

Además, agregó que aunque "se está trabajando con infinidad de programas para regenerar la situación social", no es "solamente una responsabilidad del estado, también es una responsabilidad social. Tiene que ver también con la falta de contención y educación en la familia".

La vigilancia será reforzada sobre todo en lugares donde se han producido "explosiones de violencia" según la expresión que utilizó el ministro de Gobierno Roberto Rosúa en medios locales. "Habrá acciones de control de alcoholemia y de armas, cacheos en la calle y para el ingreso a los locales bailables. Además, una fuerte presencia policial acompañando a los inspectores municipales para evitar desmanes".

El titular de la cartera provincial consideró que "hay controles pero no son suficientes" y sostuvo que "si esto pasa es porque algo no está funcionando".

Por su parte, el subsecretario de Seguridad Pública Gustavo Peters evaluó que "hay cuestiones que trascienden a la policía y la seguridad pública", en tanto que "el hecho de trabajar en conjunto, para determinar qué lugares a qué hora son más vulnerables que otros, hace que se puedan tener acciones inmediatas para evitar ese tipo de problemas". Sin embargo analizó que "hay una violencia que es difícil de sobrellevar. El punto cúlmine es el homicidio, pero creo que hay muchas otras acciones que desconocemos", cuestión que definió como "preocupante".

Además de estos controles, se podrían repasar las razones sociales de los últimos pubs que abrieron sus puertas en la zona de la Recoleta.

Es que, como dijo hoy Balbarrey, el año pasado el Concejo aprobó un mensaje del Ejecutivo que establece "la imposibilidad de abrir nuevos boliches en la zona de la Recoleta".

La ordenanza 11.101 hace referencia a que no deberían instalarse nuevos emprendimientos de confiterías bailables, boliches y pubs "entre bulevares".

Sin embargo, desde septiembre del año pasado -fecha en que fue sancionada-, han aparecido nuevos bares y pubs.

La Cámara Santafesina de Empresarios de Discotecas, Pubs y Afines pide que se agudicen los controles en los lugares donde se sospecha existe venta de alcohol a menores, que es donde se dan los disturbios.

Pretenden, además, "hacer un trabajo conjunto" y que haya "mayor comunicación" entre las fuerzas de seguridad, la Municipalidad, "la dirigencia política y esta Cámara", ya que "puede aportar mucho de su experiencia y conocimiento de la actividad".

Su presidente, Germán Ramseyer; el tesorero, Sebastián Pizarro, y el apoderado legal, Dr. Miguel Maquena, se comunicaron con El Litoral para hacer una reseña de la situación actual en la Recoleta santafesina.

- No se realizan controles a los lugares donde venden bebidas alcohólicas "en forma masiva y en cualquier horario a menores de edad y a precios de supermercado".

- Existen locales "que funcionan como pub o confitería bailable con habilitaciones municipales que nada tienen que ver con la actividad que desarrollan". Con esto, "evitan las severas exigencias de seguridad que son necesarias para funcionar como confitería bailable".

- "Se controla a los lugares más grandes y conocidos porque eso da más rédito y es más notorio".

Por lo tanto, como "hay empresarios serios que quieren hacer las cosas bien", sugieren que no se ponga bajo sospecha toda la actividad, ya que "eso es un error de diagnóstico. Que queden los serios y a los ilegales les cierren las puertas".

Con refuerzos

La Municipalidad va a proveer el listado de comercios habilitados y no habilitados a la policía y ésta va a reforzar con agentes a los inspectores municipales. El control de alcoholemia y vehicular se va a trasladar a la Recoleta. Se van a reforzar controles en las franjas horarias de 0 a 3.30 y de 5 a 8. También se avanza en la reforma de ordenanzas y de legislación provincial para que policía y municipio tengan mejores herramientas para actuar. Las reuniones siguen: mañana será el turno del jefe regional de Policía, el jefe de Operaciones, directores de Servicios Públicos y jefe de Habilitación para terminar de dar forma a los operativos, que comenzarán mañana a la noche en carribares y pancheras y se extenderán el fin de semana al resto de la Recoleta y a otros puntos conflictivos de la ciudad.

El concejal Julio Schneider (UCR) recordó que a fines de noviembre de 2004 presentó, junto con su par Darío Boscarol, un proyecto de ordenanza para la creación de una Guardia Urbana, definida como un cuerpo de agentes públicos especialmente capacitados para promover la convivencia y seguridad urbana que, además actuará en ejercicio del poder de policía municipal ante faltas o contravenciones.

Además de detallar los casos en los que podría intervenir, el proyecto expone el objetivo del organismo, cuyos integrantes deberán ser seleccionados mediante concurso de oposición y antecedentes. Ese objetivo es, precisamente, consolidar la presencia del municipio en la vía pública, promoviendo mejores condiciones de seguridad y convivencia urbana, y educación ciudadana promoviendo el desarrollo de hábitos y actitudes para que todos los vecinos hagan un buen uso de la ciudad, mejorando la calidad de vida.

En la sesión de mañana, el edil tiene previsto insistir en el tratamiento del proyecto "como una forma de aportar elementos al debate sobre las posibles soluciones para la problemática de la noche santafesina" y otros temas conflictivos de la ciudad.