En el piso, las paredes y el cielo raso hay grietas. El problema podría haber sido causado por un desagüe municipal ubicado en Padre Genesio, aunque el DEM todavía no lo pudo confirmar.
El año pasado el desprendimiento de una parte del cielo raso del ala derecha prendió la luz de alerta. Ahora, en la Basílica de Guadalupe también aparecieron fisuras en el piso y las paredes.
Así lo confirmó el Ing. Alberto Tosti, quien asesora a las autoridades de la Basílica en torno del tema. En octubre del año pasado hicieron un convenio con el Cecovi para que realizara un estudio de la evolución de las deformaciones. Colocaron testigos y "hace 15 días comprobaron que tienen una evolución de 0,6 milímetros".
Desde dicha dependencia de la Universidad Tecnológica Nacional confirmaron que esta tarde harán entrega de dos informes al párroco Ovidio Panigo, que ayer declaró por LT 10 que con los estudios se determinó que "había problemas en los cimientos, que van cediendo y, por lo tanto, también las estructuras de la Basílica".
A su vez, dijo que se comprobó la presencia de agua en la parte sur del templo. Lo que ocasiona el problema, dijo, podría ser la ruptura de un desagüe troncal sobre calle Padre Genesio.
Por su parte, Tosti advirtió que, de no solucionarse, "puede seguir habiendo daños en este tipo de estructura que tiene 100 años y no tiene una predicción matemática o científica en su comportamiento", ya que es "todo mampostería".
La causa
El intendente Martín Balbarrey dijo que "no hay certeza" que el problema de la estructura sea "por el desagüe municipal". Para corroborarlo, están realizando una "investigación con cámaras".
Además, sostuvo que ya estuvo reunido con el párroco y "algunos técnicos", y aseguró que, "si fuera que el desagüe está provocando inconvenientes, vamos a proceder a la reparación".
Por último, aseguró que, si bien "todavía no tengo los diagnósticos", se están "haciendo evaluaciones con cámaras en la parte de atrás de la Basílica, sobre Padre Genesio".