Señores directores: Nunca fue empresa fácil la creación de una institución educativa. Muchos son los aspectos que se tienen que tener en cuenta para que el proyecto no se convierta en quijotada.

Hace 20 años que venimos bregando para que nos construyan un edificio escolar que tenga condiciones dignas y adecuadas para nuestros niños. Organizamos marchas, solicitamos firmas, hicimos paneles con políticos, hicimos pancartas, rodantes y muchas cosas más.

En el año 2004 se logró incluir al jardín dentro del Programa Nacional 700 Escuelas, pero como si esto fuera poco la Fundación Internacional y el Club de Leones de la ciudad de Coronda construirán el anexo de esta institución ya que contamos con 360 alumnos.

Toda la comunidad educativa del Jardín de Infantes N° 93 quiere agradecer a quienes nos apoyaron, instalando en nuestra sociedad este reclamo justo en pos de una educación pública.

El esfuerzo mancomunado hizo posible que este sueño se hiciera realidad.

"Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad pueden llegar a cumplir sus objetivos, porque ayudándonos, los logros son mejores".

íFelices 20 años, Jardín de Infantes N° 93!

Nora Reinheimer

Directora interina Jardín de Infantes N° 93. DNI: 12.215.927. Coronda.

Señores directores: En las expresiones vertidas por el diario respecto al conflicto del Garraham, se aprecia un razonamiento demasiado reduccionista. Quiero enseñarles una mirada holística, esto es, no dejar que el árbol tape el bosque. Porque en este conflicto debemos estar todos los argentinos, reclamando por mayor presupuesto en salud. Mi pregunta es: ¿por cuáles motivos todos los tratamientos médicos importantes deben ser remitidos a Buenos Aires? ¿Por qué no tenemos un Garraham en cada capital de provincia? ¿Hasta cuándo la población de este gran país va a tener que soportar tan malas políticas de salud?

Seguimos en trance social, permitiendo este cuadro de megacefalia por la que Argentina siempre pasó. La gente que se traslada con sus problemas desde tan lejanos territorios, en lugar de exigir mejores atenciones profesionales y tecnológicas en sus lugares de origen, más cerca de sus hogares, claman en contra de quienes por fin se atreven a hacerles frente a los malos administradores.

Mi propuesta es simple. Desde ahora debe equiparse a los hospitales públicos de cada territorio con la mejor tecnología y profesionales. Nuestro Hospital de Niños está en condiciones de transformarse con muy poco, en un verdadero hospital modelo.

Mario Alejandro Don.

DNI: 17.300.419. Santo Tomé