Un empleado infiel de la armería El Pájaro Loco, ubicada en Rivadavia al 3000, se llevó de su lugar de trabajo una mochila cargada con armas de grueso calibre. Previamente, le prendió fuego al local y, en su larga huida -que incluyó una pasada por la sede del Partido Justicialista, en calle Crespo, y por una clínica médica-, enfrentó a tiro limpio a la policía que lo perseguía. El espectacular operativo que culminó con la detención del sujeto, en San Martín al 3100, despertó lógica alarma en el vecindario. Sirenas, gritos, corridas y estampidos: la escena parecía sacada de una película de acción. El incendio destruyó gran parte del local de la armería como así también de los artículos que guardaba.