Colón ganó sus primeros puntos
Festejo con angustia
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El equipo "sabalero" logró su primera victoria en el Apertura, al derrotar ayer como local por 4 a 3 al humilde Tiro Federal de Rosario. La producción rojinegra tuvo notables altibajos, con serias deficiencias principalmente en la zona defensiva. A pesar de la mala racha, que se cortó ayer, la nota destacada la dio la gente, que en un número importante acompañó desde las tribunas.

Se puede definir la situación con el mismo ejemplo que le pasa al cuerpo humano cuando la cabeza no anda bien. Así juega Colón en este pobre arranque de campeonato. Y como le duele la cabeza -¿hace falta aclarar que es Martino?- al equipo, el resto del cuerpo -en este caso los jugadores- también funciona mal y se enferma. Sólo así se puede explicar cómo Colón compromete hasta los límites de la irresponsabilidad futbolística su victoria más fácil de los últimos años en casa: primero, goleaba 3-0 al trotecito a la cenicienta del certamen al final del primer tiempo; después, en el complemento, lo goleaba 4-1; finalmente, cuando estaba 4-2 pudo jugar más de un cuarto de hora con un jugador más, por la expulsión del "Chino" Aquino, ex Colón que ahora es algo así como el dueño de Tiro Federal. Así y todo, terminó sufriendo y pidiendo la hora como nunca.

Luego, en la conferencia de prensa más esperada de los últimos meses, Gerardo Martino prolongó las mismas dudas que él mismo instaló durante la semana y que, por lo visto, contagiaron a un equipo que las trasladó al campo de juego: "No voy a hablar de otra cosa que no sea del partido, muchachos". Afortunadamente, a través de la radio tuve la posibilidad de hablar con el "Tata" más tranquilamente después de la rueda con los periodistas. Allí, el técnico de Colón confesó que "con los jugadores no hablé, porque nunca lo hago, ya que en caliente no sirve para nada el vestuario". Además, reconoció que "estuve hablando con Horacio (N. de R.: por Darrás, el presidente de Colón), pero del tema que todos preguntan no hablamos con nadie". Luego, cerró admitiendo que "ahora mismo me voy en el auto a Rosario pensando qué voy a hacer. Porque pensar es lo que más hago. Es un momento de hora a hora... de día a día". Lo concreto es que sólo Martino sabe a esta altura que hará con estas inexplicables dudas existenciales que lo están envenenando como entrenador de Colón. Y que, por lo visto en la gramilla, también empiezan a afectar anímicamente a un plantel que no tiene tanto plus futbolístico como los anteriores. Mucho más con Giovanny y Fuertes afuera.

Trabajador y honesto como pocos, pero caprichoso y cerrado como si fuera el hermano gemelo de su ídolo, Marcelo Bielsa, el "Tata" Martino está encerrado en un innecesario laberinto de dudas que el propio entrenador de Colón construyó y del cual le está costando más de la cuenta poder salir.

Porque si algo le faltaba al "Tata", después del contundente e irreprochable respaldo dirigencial que Darrás bautizó como "acompañamiento" y del respaldo de sus jugadores, ayer el pueblo de Colón también lo bancó. Es más: los hinchas sabaleros -muchos, como siempre- aplaudieron con más fuerza el ingreso de Martino que el del equipo en sí.

Pero, a esta altura, el diagnóstico es claro: el problema es Martino, porque él así lo quiere. Los cambios improductivos que el entrenador realizó sobre la marcha ante Tiro y una declaración demasiada "light" respecto al armado para jugar ante River en la próxima fecha ("no esperen muchos ni grandes cambios", dijo), generan más dudas todavía respecto del futuro.

Porque en cuatro fechas De Olivera -se volvió a comer otro gol- demostró que lo superó la responsabilidad y no es más que Tombolini. La actuación de Vargas ayer, figura e injustamente expulsado, puso al desnudo otra elección equivocada. Y finalmente, con laterales "a la brasileña", se requiere de un trío defensivo seguro entre los centrales y el volante tapón. Ayer, nuevamente, Fernando Crosa y Romagnoli fueron fácilmente superados.

Por naturaleza, Giovanny y Fuertes van a mejorar a este equipo en calidad. A eso lo sabemos todos. Pero el tema sigue siendo Martino. De nada vale querer "encadenar" a alguien a una función de entrenador por más bueno que éste sea. Quien escribe está convencido que el técnico que puede y debe hacer funcionar a este Colón es Martino y no otro. Pero si el "Tata" vuelve el miércoles para hacerse cargo del plantel profesional de Colón de cara a River, deberá definitivamente enterrar sus dudas y dejar los miedos cerca del Monumento a la Bandera. De lo contrario, Colón seguirá jugando con más dudas que Martino.

Darío Pignata