Respuesta de una escuela a la demanda social

Construyen planta para faenar pequeños animales en Ceres

Infraestructura. El predio pertenece a la cooperadora y la edificación, de más de 150 metros cuadrados, está en su etapa final. Foto: archivo El Litoral. 

Sin fines de lucro, funcionará pronto en Ceres un sitio que cumplirá funciones de matadero de pollos, cerdos, lechones y cabritos para alimentación.

Iniciado en 1997, este proyecto que requiere una inversión de 300.000 pesos, se halla en el 70% de ejecución. Se prevé que el matadero regularizará la situación de numerosos productores del sector que al momento carnean de manera clandestina.

Se estima que su capacidad de faenamiento semanal será de entre 5 mil a 10 mil pollos, 50 cerdos adultos para chacinados, 200 lechones y unos 200 cabritos.

El ingeniero Darío Uberti, miembro de la asociación cooperadora de la Escuela Agrotécnica N° 308 y profesor de la misma, informó sobre la obra. "Por el año '97 -dijo- se lanzó una política, a nivel ministerial, respecto de las escuelas agropecuarias y su rol de servicio dentro la comunidad, en la cual debe producirse su inserción a través de algún emprendimiento. Analizando nuestra situación en cuanto a predio disponible y las necesidades que se percibían en el medio, todos los estamentos escolares resolvieron apuntar a la solución del problema de animales de menor porte -pollos, conejos, cerdos, cabritos, ovejas- ya que no hay donde faenarlos dentro de la normativa que Bromatología establece para alimentos".

A partir de ese momento, la cooperadora, con recursos propios, comenzó la construcción. El Ing. Carlos Callacci, representante del Inta, colaboró en el diseño de la planta, y posteriormente, el trámite fue completado por la Unidad Ejecutora del Ministerio de Educación, con intervención de Bromatología de Santa Fe, por lo cual el matadero quedó avalado oficialmente.

En 1999, la Asociación para el Desarrollo le otorgó a la Escuela Agrotécnica un crédito de 35 mil pesos para implementar este matadero como nudo para promover la crianza de animales de corral y actividades de industrialización conexas: fabricación de chacinados.

Ilusionados

En las instalaciones, hay distintas zonas de trabajo: una, para recepción, preparación para la faena y sacrificio de los animales. En otro sector, se practica el cuereado, desplumado y pelado.

Hay un tercer sector, donde se evisceran, se lavan los animales y se procede al enfriado de los mismos, hasta que se produzca su expendio en un término de un par de días como máximo. Habrá una caldera que genera vapor, cámaras frigoríficas y un digestor que procesa los residuos orgánicos de la faena y los animales que podrían aparecer enfermos.

"Estamos en la etapa de adquisición de estos tres elementos -continúa Uberti-, y concluyendo el área de recepción". Para este tramo final de construcción se requiere disponer de unos 50 mil pesos, más una suma equivalente para su puesta en marcha. "Tenemos algún dinero en la cooperadora, que no es mucho pero hemos iniciado contactos para la financiación y gestiones ante el Magic, a través del municipio de Ceres, aunque carecemos de novedades al momento".

La inversión total ronda los 300 mil pesos y ya se han aplicado 220 mil, con lo cual se ha completado un 70% en valor monetario. Otro elemento previsto para el servicio es un vehículo refrigerado para el reparto aunque "estimamos que si nos proporcionaran los recursos en lo que va de este año, para el otoño del 2006 el Matadero se hallaría en funcionamiento", redondeó el Ing. Uberti.

A futuro

La capacidad de faenamiento semanal sería de aproximadamente 5 mil a 10 mil pollos, parte de los cuales serían generados por la escuela; unos 50 cerdos adultos para chacinados, 200 lechones y unos 200 cabritos. Los productos se destinarán al mercado local con vistas a la inserción en mercados como Rafaela, Rosario y otros puntos de la región, para lo cual deberá lograrse una producción sostenida y standarizada.

Rol social

Cuando la planta se encuentre funcionando se contará con la asistencia permanente de un veterinario y controles de Bromatología para garantizar la adecuada salubridad del producto.

Este matadero viene a resolver una cuestión social; no proporciona un rédito económico, si no, ya habría aparecido capital privado para cubrir la actividad.

Legalizará la situación de muchos pequeños productores y favorecerá la aparición de muchos más, probablemente, una fábrica de chacinados, ya que hay una cultura y una tradición acerca de esta artesanía.

Uberti manifestó que lo manejaría una sociedad comercial conformada para ese fin, pero manteniéndose la propiedad del matadero en manos de la cooperadora ya que el alquiler obtenido irá a solventar el mantenimiento de la escuela.

Por Sonia Catela