"El Magnífico"
Una vida a la sombra de Fidel Castro
Juan Vives fue, durante veinte años, agente secreto al servicio del régimen cubano y realizó misiones en las más diversas regiones del planeta. Ahora, exiliado en París, resolvió contar sus recuerdos en un libro. Dueño de una memoria prodigiosa, sus revelaciones pueden ser su condena a muerte.

Juan Vives ha pasado la mitad de su vida eliminando enemigos y la otra mitad evitando su propia muerte, hasta que hace dos años decidió escribir "El Magnífico", sus memorias como agente secreto durante más de 20 años al servicio del régimen de Fidel Castro.

El Che, el ex presidente chileno Salvador Allende, los hermanos Fidel y Raúl Castro y la idealizada revolución cubana se hacen añicos en las páginas de este libro, que acaba de llegar al mercado francés antes de salir a la venta en España y América latina.

"Sé que este libro es una condena de muerte. No puedo decir que no tengo miedo, pero debo vivir con él", declaró el ex agente secreto en una entrevista con la AFP en París.

Este misterioso hombre de 63 años, apodado "El Magnífico" desde que era un joven guerrillero, fue capitán rebelde en el movimiento que derrocó a Fulgencio Batista en 1959, recibió entrenamiento de la KGB y asegura haber realizado misiones en toda América, Europa, Vietnam, Argelia, Angola o Etiopía hasta su exilio a Francia a finales de los 70.

"En Cuba me conocen y con seguridad tienen el manuscrito del libro desde hace meses. Si uso un seudónimo es porque no quiero que mi vecino sepa quién soy en realidad", asegura.

Las revelaciones a las que este hombre se refiere comienzan con la muerte del Che en 1967, "abandonado a su suerte" por Castro, quien acostumbraba a "convertir en íconos a la gente de la que quería deshacerse".

"Lo mandaron a Bolivia directo a la muerte en una operación orquestada por la KGB y la Stasi (ex servicios secretos alemanes), con la aprobación de Cuba", acusa.

Mostrando una memoria prodigiosa, fechas, nombres y lugares lejanos se ordenan perfectamente en la conversación, por momentos increíble.

Vives presume de no haberse unido jamás a movimientos de disidencia en Francia y de haber entrado en Cuba clandestinamente en los últimos años. Sonriendo detrás de sus gafas oscuras, este ex agente asegura que no tiene pasado ni pasaporte y que sólo su esposa sabe quien es realmente.

"Ninguno elige su destino y a veces me pregunto cómo se puede llegar a seguir líneas de conducta contrarias a cualquier lógica", reconoce en su libro.

Recordando su exilio, elogia a los que se quedaron, comenzando por el poeta y amigo Raúl Rivero. "Todo mi respeto para la disidencia interna, que paga caro su valor", asegura.

Echando la vista atrás, Vives calcula que debería haber abandonado Cuba en 1964. "Pero es difícil bajarse de un tren que va a 300 km por hora. Tenía que haberme ido antes, pero mi madre estaba enferma. Esperé y los problemas de conciencia han sido enormes", admite.

Vives también recuerda amargamente a Allende, al que sigue llamando Chicho. "Lo mataron y no soy el único que lo cree. Mucha gente comienza a hablar. Fidel dijo en muchas ocasiones que no podía exiliarse. Tenía que morir como mártir y no como un cobarde", asegura, señalando a Patricio de la Guardia, jefe de seguridad del presidente chileno, como autor de este supuesto crimen.

Su aplomo al hablar del pasado se convierte en pesimismo cuando se refiere al futuro de la isla, donde según él, la sucesión "ya se llevó a cabo".

"Raúl Castro gobierna y Cuba se sostiene gracias al turismo, la entrada de divisas y los entre 120.000 y 150.000 barriles de petróleo que Venezuela nos da diariamente", recalca.

Según él, después de los hermanos Castro, una pequeña guerra civil en Cuba será "inevitable" después de "tantos años de sufrimiento" y también existe el riesgo de que el país se convierta en "un nuevo Irak". "Guerrillas y atentados de los fieles de Castro contra el poder de Estados Unidos", advierte.

En este ambiente de "fin de reino" que vive Cuba, Vives alerta también sobre la guerra que el "presidente venezolano Hugo Chávez, manipulado por Castro, está preparando contra Colombia".

"En la frontera entre Venezuela y Colombia hay un hospital con médicos cubanos donde se cura a los guerrilleros de las FARC y Chávez ha comprado toneladas de armas", recuerda.

Según él, después de "El Magnífico", editado por Hugo & Cie, todavía le queda por decir y escribir, pese a que sus problemas de salud le podrían cortar las alas.

Entre sus planes, hay una biografía de Fidel Castro que ya está en curso. "Comencé a interesarme en él en 1963. Conocí a gente que sabía incluso que su abuela era una mulata santera llamada Dominga la Bruja", concluye.

Por Beatriz Lecumberri (AFP)