La inserción en el mercado internacional no es algo desconocido para Williner que desde hace un tiempo viene avanzando con sus ventas en el exterior. Hoy, "el 50% de la leche que procesamos lo exportamos y el otro 50% lo vendemos en el mercado interno". Sin embargo, "aprovechamos cada una de las oportunidades que se nos presentan para establecer contactos y hacer nuevos clientes", puntualizó Rodolfo Galloni, gerente comercial de la firma al conversar con Campolitoral en el SIAL Mercosur 2005 que se hizo en Buenos Aires.

Trabajan con fuerza para fortalecer las exportaciones a la par de que siguen de cerca al mercado interno. Por lo tanto, "no dejamos de abastecer en el ámbito local por el interés que puedan generar las ventas al exterior", advirtió el gerente comercial de Williner.

Al respecto, Galloni precisó que la base comercial de esta industria láctea "surge del comercio que se puede desarrollar dentro del país; más allá de que el mercado externo también haya empezado a jugar un papel muy importante". De hecho, en el SIAL, por ejemplo, "recibimos muchas visitas del exterior (Europa, Africa, Angola, Chile, Brasil, EEUU) que están interesados en nuestros productos lácteos", recalcó Galloni.

Para Galloni, "ninguna medida -como las retenciones- que se implemente para controlar tiene frutos en el tiempo". Por esta razón, "este impuesto a las exportaciones lácteas nos produce dos sensaciones: por un lado, afectan directamente a la rentabilidad del negocio que realiza cada empresa; por el otro, está íntimamente relacionado con el desarrollo que venimos haciendo en el mercado internacional".

Al respecto, el gerente comercial de Williner señaló que "durante muchos años, la industria y, particularmente, nuestra empresa hizo una gran apuesta a desarrollarse en el ámbito internacional y a ganarse seriedad y respeto de parte de los distintos clientes en el mundo".

Por lo tanto, esta presión impositiva "que le quita incentivo a las exportaciones no es acorde con la política que, en apariencia, había impulsado el gobierno en sus orígenes".

Ante este contexto, "estamos muy preocupados y esperamos que cuando llegue el día 180 -límite de tiempo que el gobierno impuso para la duración del aumento de las retenciones a las exportaciones lácteas- se vuelva al estado anterior y que esta medida no se extienda por un plazo mayor".

Para Galloni, "es ilógico que después de haber hecho un trabajo de casi 5 años en el desarrollo del comercio internacional donde las leches y quesos argentinos están muy bien considerados, nos encontremos desmotivados a seguir exportando por el peso que tienen las retenciones", acotó el referente de esta firma.

Hasta el momento, el cambio de política implementada desde el Gobierno Nacional, "no nos hace modificar la estrategia comercial que tenemos definida. Confiamos en que estas retenciones serán por un tiempo determinado y, además, no queremos echar por tierra el trabajo que estuvimos desarrollando en los mercados internacionales", resaltó Galloni.

Por esta razón, "queremos seguir creciendo con respecto a todo lo que le estamos ofreciendo a los clientes. En este momento, nuestra empresa sigue creciendo en cuanto a su estructura industrial y apostando a tres proyectos nuevos: una planta de leche en polvo y un ámbito de recepción de leche que antes de fin de año se pondría en funcionamiento; y una de queso, que empezaría a funcionar en el primer semestre de 2006", recalcó Galloni.

Sucesores de Alfredo Williner SA surgió en 1928 de la mano de Alfredo Williner, hijo de un inmigrante suizo que comenzó industrializando leche en sus propios tambos en una fábrica ubicada en Bella Italia (Santa Fe).

Hoy, esta empresa familiar, está dirigida por miembros de la tercera generación y posee cinco plantas fabriles, 9 sucursales y 59 distribuidores y representantes en todo el país.

De forma anual, esta firma procesa más de 380 millones de litros de leche y la materia prima utilizada es sometida a estrictos controles de calidad