Floja campaña

Tras la derrota en el derby con el Real Madrid -hace seis años que no le gana en el estadio Vicente Calderón- el Atlético de Madrid está en una incómoda situación que además involucra al entrenador.

El "Virrey" que llevó a Boca a ganar dos veces la Copa Intercontinental -antes la había obtenido con Vélez, en 1994- fue contratado hace tres meses y no pudo darle hasta aquí su fisonomía al Atlético Madrid.

Disputadas siete fechas de la liga española, el Atlético Madrid tiene apenas 7 puntos y se ubica en los últimos puestos.

Salvo la victoria sobre Barcelona, obtenida en una de las primeras jornadas, el equipo de Bianchi no le brindó ninguna alegría a su legión de simpatizantes.

La derrota ante Real Madrid, que prácticamente quedó sellada antes de los 10 minutos -penal en contra y expulsión de un defensor- y con fallos discutidos después por el propio Bianchi, condicionaron el apoyo al técnico más exitoso de los últimos años. Por esto es que se vive cierta desilusión en las huestes del club "colchonero".

Pero la tarea de Carlos Bianchi, se sabía, no sería nada sencilla: salvo Helenio Herrera, el "Mago", en los "50 y Juan Carlos Lorenzo en los "70, los dos entrenadores fallecidos, ningún otro argentino pudo llevar al Atlético Madrid al podio de los vencedores de la Liga, o lo que es más, a ser finalista de la Copa Europa.

Esa instancia la alcanzó en 1966 con el equipo donde brillaba Jorge Bernardo Griffa y más tarde, en 1974, con Lorenzo de técnico y los jugadores Rubén "Ratón" Ayala, Ramón Heredia y Rubén Panadero Díaz, en la cancha. En ambas finales, fueron superados. Helenio Herrera, además, tuvo el privilegio de dirigir a la selección de España en el Mundial de Chile 1962.

Esto patentiza otra realidad: los entrenadores argentinos necesitan, como los jugadores, un período de adaptación en las ligas europeas. El mismo Bianchi vivió ya una frustración en la Roma -a principios de 1996- donde duró poco, y por esa época César Menotti también fracasaba en la Sampdoria.

Antes, en el propio Atlético Madrid ni Menotti (1987/88), ni José Omar Pastoriza después y más tarde Alfio Basile pudieron cambiar el destino del entonces club que, con mano dura, conducía el inefable presidente Jesús Gil y Gil, fallecido no hace mucho como el recordado José "Pato" Pastoriza.