Cartas a la Dirección

íHasta siempre, Negro!

Señores directores: Hace años que perdí el placer de caminar por nuestra peatonal. Sin embargo, con el correr del tiempo ese gusto volvió a tener sentido. Porque en definitiva, en lo personal y más íntimo, trataba de ir sobre mis pasos perdidos...

Tal vez inconscientemente, tras mis sueños manchados de vinos y cafés. Claro, la escenografía había cambiado pero los actores eran casi los mismos. Las obras y los escenarios, no. Pero siempre, en el elenco estable, la figura principal: Miguel Flores. Muy pocos elementos. La utilería sencilla. Un par de pocillos vacíos, un cenicero lleno del tantas y reiteradas veces prohibido... y por supuesto, la charla. Impenetrable a las miserias humanas. No había lugar para lamentos y sí para proyectos, seguramente inalcanzables. Sin ellos nada tenía sentido. Con Miguel existía una implícita y subliminal prohibición a no proyectar.

¿Acaso no era la vida el más largo y ambicioso proyecto tal vez?

íQué importaban las carencias materiales! Si estaban los amigos, quedaban un par de puchos y los mangos para el cortado. Para él eso era suficiente.

Uno, con la vergüenza de conocer la realidad y hacer poco para cambiarla. Él, con la grandeza de padecerla y no compartirla... Los amigos estaban para otras cosas.

He vuelto a perder el placer de caminar por San Martín. Falta el actor principal y la obra es muy distinta, nunca más será la misma.

En el más absoluto de los silencios, con la entereza de los grandes, el Negro Flores, actor de nacimiento, emprendió su última gira... Hacia allá, donde jamás caerá el telón y los aplausos serán eternos.

Camilo Yunes Hase - Ciudad

Agradecimiento

Señores directores: Queremos expresar por este medio nuestro profundo agradecimiento al Hospital Cullen, por el cuidado y la atención profesional y humana brindada a nuestro hermano Miguel Flores, quien a raíz de un complicado estado de salud transitó desde la guardia y los consultorios hasta la Sala 6 y cirugía, terminando lamentablemente su vida en Terapia Intensiva. En el lapso de los últimos tres meses, recibió la esmerada y diligente atención de clínicos y especialistas residentes, de cirujanos y terapistas, como así también del personal de servicio. Anónimamente, demostraron en todo momento una profunda vocación para ayudar, curar y confortar al enfermo en situación de grave riesgo de vida.

Pensamos que mientras existan personas con esa formación y con semejante calidad humana, mantendremos la esperanza de construir una sociedad más justa y solidaria. Por todo ello, gracias, siempre.

María del Carmen Flores y Mario Flores - LC: 3.897.545 y LE: 6.225.648. Ciudad