JORNADAS DE LA EOL
Una mirada sobre los síntomas
Aburrimiento, depresión, drogadicción, alcoholismo, bulimia, anorexia, fobias, angustia. El fin de semana habrá una Jornada de psicoanalistas para pensar sobre "La autoridad del síntoma".

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

"Desde hace un par de décadas hay, cada vez con más auge, un embate de las corrientes que intentan priorizar el trastorno y dejar de lado el síntoma. Al hablar de trastorno, a partir de pautas o valores establecidos, se medica al paciente o se lo trata como si hubiese un parámetro igual para todos. Hablo de la psiquiatría y otras corrientes de la psicología, como el cognitivismo o el conductismo. Desde el psicoanálisis, la idea es buscar las causas, qué es lo que determina al síntoma. Es decir, poner en juego la subjetividad de la persona". Jorge Yunis integra la Escuela de Orientación Lacaniana, entidad que organiza sus 7° Jornadas Anuales (ver recuadro).

El síntoma no es sólo físico: puede ser desde una idea obsesiva que se impone, hasta el lavado compulsivo de las manos; una angustia permanente, una fobia a las muchedumbres, a los espacios abiertos, a ciertos animales. "El síntoma tiene una autoridad: no es meramente un mal a desterrar, sino que es el enclave donde la persona ha podido situarse. Es lo que ha podido hacer con su sufrimiento", sostiene el psicoanalista.

En esta lógica quitar el síntoma, arrasarlo, implica "dejar al sujeto desmantelado de eso que más o menos lo sostenía".

"Lo más común en estos tratamientos es que en seis sesiones se cure, por ejemplo, una anorexia. Pero después, la persona plantea otros síntomas".

CAMINOS CORTOS

Para Yunis, el "embate" de este tipo de corrientes responde a diferentes causas. "Por un lado, están las multinacionales de los medicamentos. En Francia, por ejemplo, se consumen más antidepresivos que todos los demás medicamentos juntos. Por otra parte, está la comodidad de trabajar con un listado de lo que hay que hacer, en sólo cinco sesiones. El tema es que, por lo general, una vez que pasaron por un par de experiencias de este tipo, las personas vienen al psicoanálisis.

"Siempre, desde el surgimiento de la ciencia, el objetivo fue la exclusión del sujeto. La ciencia y la técnica comienzan a dominar el panorama del planeta y cada vez más se desecha la subjetividad. Es muy distinto el médico clínico antiguo, que revisaba a la persona, charlaba, le preguntaba por la familia, del actual, que recibe al paciente y lo manda al tomógrafo: el sujeto no está en juego. Lo mismo pasa con las psicoterapias. Toda exclusión de lo subjetivo va a llevar a un mayor malestar".

El motivo: "El síntoma tiene una dignidad que hay que respetar. Hay que ver las causas por las cuales se produce el síntoma. Muchas veces, la única salida que encuentra la persona es identificarse con su síntoma, no padecerlo más; poder soportarlo sin que eso la mortifique. O curarlo. Pero de todos modos, esto implica un recorrido más largo", fundamenta el psicoanalista.

MALES DE ÉPOCA

"El caso clásico del ataque de histeria de la época de Freud, que simulaba un ataque epiléptico, hoy casi no existe. Hoy se dan, en una casuística enormemente más grande que hace 50 años, casos de anorexia y bulimia. En cuanto a las depresiones, lo que hace 60 años podía ser un 3 ó 4 por ciento de las patologías, hoy representa el 50 por ciento. En todos los casos, está relacionado con la época que vivimos", explica Yunis.

"La depresión tiene mucho que ver con qué ha hecho uno con su deseo: si lo ha postergado, anulado, dejado, impedido; o si le ha permitido algún tipo de puesta en juego. Hoy vivimos en un mundo donde el lema es: Olvidate de los deseos y consumí.

"Actualmente, el que no trabaja a destajo y se queda más horas de las que debería cumplir, se queda sin empleo porque hay un montón esperando ocupar su lugar. Además, las patologías comprometen mucho más al cuerpo: bulimia, anorexia, consumo de drogas, alcohol. Están ligadas a la época, inevitablemente".

En el caso de la juventud, hay también síntomas propios: "Hay un malestar que tiene más que ver con el aburrimiento que con la angustia. Si en la angustia hay una relación muy particular con el mundo, donde el mundo invade al sujeto, en el aburrimiento es al revés: todo vale igual, no hay opciones para elegir, no hay ideales, no hay proyectos", explica. Y si bien es un correlato de la angustia, comúnmente no es visto como síntoma.

En esto hay que tener en cuenta otra de las "dignidades" del síntoma: "Cuando el sujeto que padece algo empieza a preguntarse `¿por qué me pasa lo que me pasa?'; `¿qué tengo que ver yo con lo que me pasa?', ahí recién hay un síntoma para el psicoanálisis. Cuando la persona dice: `No puedo salir solo a la calle: algo debe tener que ver eso conmigo', y no le echa la culpa al vecino ni al ruido ni a la contaminación, ahí recién se puede empezar a trabajar", resume el profesional.

Contracara

El lema de las Jornadas tiene también sentido si se lo piensa a la inversa: "El síntoma de la autoridad".

Por eso, uno de los paneles abordará el tema del debilitamiento de la autoridad en la actualidad, relacionado, sobre todo, con los ámbitos político, educativo y social.

Para tener en cuenta

Las 7° Jornadas Anuales de la EOL Santa Fe "La autoridad del síntoma" son abiertas para todo público. Se harán este viernes 21 y sábado 22 en el Centro Cultural Los Espejos, Av. 7 Jefes 4321.

El viernes las actividades comenzarán a partir de las 19 y el sábado habrá encuentros por la mañana y por la tarde.

La comisión organizadora está integrada por Norah Pérez y Silvia Puigpinós y la comisión científica está a cargo de Ricardo Seldes, Marcela Romero y Jorge Yunis.

Las inscripciones cuestan 10 pesos para estudiantes y docentes; y 25, para profesionales.

Para más información comunicarse al tel. 456-4506, de 18.30 a 21.