Una se instalaría en Rosario
Preparan anuncios sobre dos usinas eléctricas
El gobierno nacional espera poder mostrar -antes del comicio del domingo- que tiene planes acordados con el sector privado para la construcción de dos nuevas generadoras de energía. El proyecto es que comiencen a producir en 2007 para responder al aumento de la demanda.

De la redacción de El Litoral

Este jueves, según algunas versiones o el viernes, de acuerdo con otras interpretaciones, el gobierno nacional quedaría en condiciones de anunciar la construcción de dos usinas de generación eléctrica.

El tema no depende únicamente de la Nación, ya que espera poder hacer la inversión (de unos 900 millones de dólares) con fondos que les debe a los generadores privados.

En otras palabras, el proyecto de la Secretaría de Energía de la Nación consiste en saldar lo adeudado con la industria de generación de energía (por el atraso tarifario) con la ejecución de las dos nuevas plantas a operar por estas empresas.

El esquema se anuncia desde que la Argentina mostró evidentes signos de que no dispone de oferta energética suficiente para cubrir su creciente demanda, y debió recurrir -desde el año pasado- a planes de restricción y consumo racional de la energía sobre los usuarios residenciales (este año electoral muy atemperados).

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Frustración local

Aquel plan de inversión: la construcción de dos usinas tenía para la ciudad de Santa Fe un condimento especial. El proyecto coincidía con la posibilidad de que se ejecute un gigantesco gasoducto desde Bolivia, lo que convertía a la zona de la capital santafesina en el lugar ideal para la instalación de por lo menos una usina.

Luego la crisis política en el país hermano cambió las cosas, el gasoducto noroeste ya no tuvo el mismo nivel de factibilidad, y la candidata provincial a contar con la planta pasó a ser Rosario. Allí se registra la mayor demanda eléctrica de la provincia, en tanto que la segunda usina sería instalada en la provincia de Buenos Aires.

De todas formas, ayer hubo cierta decepción en la clase dirigente de la ciudad del sur, porque se creía que en medio de la visita del presidente Néstor Kirchner se haría el anuncio para la ejecución de la planta de generación en esa zona, lo que no ocurrió.

Mientras tanto, todo indica que las inversiones recaerían sobre Rosario y Campana, y que esta semana se firmaría el acuerdo con las empresas generadoras, tras largas negociaciones.

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Esquema en crisis

La provisión de energía eléctrica en la Argentina es resultado de las reformas de los '90 que dejaron divididas por sectores las tres grandes actividades eléctricas que antes tenían al Estado como exclusivo protagonista: generación, transporte y distribución. Y se establecieron condiciones de competencia y libertad de mercado en el primer caso, la concesión monopólica del segundo a Transener (sin obligación de pagar la extensión de las conexiones) y se definió el tercero como servicio público (con prestadores privados, cooperativos o estatales).

Sin embargo, hoy -aunque la ley no lo permite- se verifica un proceso de fusiones empresariales que hace que privatizadas distribuidoras también tengan inversiones en generadoras.

Con el esquema de privatizaciones -y tarifas- en crisis, el gobierno nacional apostó por la construcción de las dos nuevas usinas en sociedad con el sector generador (y de paso así saldar su deuda por el congelamiento del nivel mayorista operado durante los primeros años de la devaluación), algo que hubiera sido inimaginable en los '90 cuando se consideraba que el mercado se encargaría de seducir a los inversores.

Las usinas necesarias para evitar que el crecimiento de la economía argentina sea condicionado por la energía generarán 1.080 megavatios. Los 900 millones de inversión en su mayor parte se financiarán por el llamado Foninvemen, un fondo creado por la Secretaría de Energía con sus deudas sobre el sector generador.