"Esto es una vergüenza. Ayer nos tuvieron esperando de las 7.30 de la mañana hasta las 9. Y hoy de vuelta; es una joda". "¿íEsta es la cola para entrar!?". "¿Y ahora por qué hay tanta gente esperando?".

El desconcierto, la sorpresa, el hartazgo y la indignación volvieron a ser las sensaciones de los afiliados al Iapos que esta mañana, otra vez, debieron esperar hasta después de las 9 -el horario de apertura es 7.30- para que abrieran las puertas del Instituto.

Hasta esa hora se extendió la asamblea del personal, que evaluó los resultados de la reunión que a primera hora habían mantenido con el director del organismo, Eduardo Piaggio. Los empleados reclaman la devolución de los descuentos por los días no trabajados en noviembre. Y como en la charla con el funcionario parece no haber habido demasiados avances, los agentes decidieron seguir con las asambleas matutinas, mientras ya hablan de profundizar el conflicto, por ejemplo, con paros sorpresivos para la próxima semana.

Esta mañana, la asamblea fue más extensa y eso motivó que también fueran más largas las colas de espera. Los beneficiarios, desde jóvenes, mujeres con bebés en brazos, ancianos y hasta gente del interior, alimentaron la fila que llegó a ocupar hasta la mitad de la cuadra sobre Obispo Gelabert.

"Hice cientos de kilómetros. Soy de Suardi, estoy en la cola y no me dieron ninguna explicación; solamente que están en asamblea", se quejó María del Carmen. Detrás de ella y con más indignación, Guadalupe de 58 años, mostraba su bolso y no dudaba en denunciar la "vergüenza" de tener que esperar en una cola, cuando en realidad estaba aguardando ser internada.

"De acá me tengo que ir a internar; me tuve que venir a hacer la cola y me encuentro con esto. Nadie da ninguna explicación", dijo a El Litoral.

José Luis, de Santa Fe, manifestó su molestia no sólo por la espera sino también por la inacción de las autoridades políticas.

"La obra social en sí es buena, pero los afiliados no tenemos la culpa de los problemas de los empleados. Nos sentimos rehenes pero no sólo de ellos sino también del director, que no sé qué está esperando; hace ocho meses que subsiste este conflicto... Es una vergüenza", lamentó.

Con respecto a la reunión de la mañana entre los delegados de Aspi -Asociación que agrupa al personal del organismo- y el Dr. Eduardo Piaggio, no parece haber sido demasiado fructífera.

Si bien ante la consulta de El Litoral, el funcionario se limitó a decir que fue una charla "en buenos términos" donde se "intercambiaron diferentes opiniones", los delegados se manifestaron disconformes.

"Él (Piaggio) insiste con que los trámites administrativos -para devolver los días descontados por paro- están en plena vigencia. Pero los expedientes sólo se mueven por nuestra lucha", dijo a El Litoral Sandra Palomeque.

"El director nos dijo que había sido demasiado condescendiente con nosotros, pero le decimos que él no respeta la Constitución ni nuestros derechos como ciudadanos, y se entromete en cuestiones de sindicato", apuntó.

Por lo pronto, la asamblea de esta mañana resolvió que el personal seguirá adelante hasta el viernes con las deliberaciones a primera hora, antes de habilitar la atención al público. "Pero ya fuimos facultados para que hagamos un paro sorpresivo sin avisar o un estado de asamblea permanente durante toda la jornada -advirtió Palomeque-. Sabemos que esta medida es extrema, por eso intentaremos que el director recapacite y cambie su posición política".

Los agentes del edificio del Iapos de calle Rivadavia dicen que mañana instituirán el Día del Empleado de la Obra Social. Justifican la celebración en el año que se cumple del día en el que las autoridades habían dispuesto un fuerte operativo de seguridad en el edificio, a propósito de las protestas permanentes. Adelantaron que lo festejarán con el descubrimiento de un cuadro en el hall y con una movilización por calle San Martín. Aspi hasta hizo imprimir tarjetas en las que da cuenta de la conmemoración, e invita al "festejo" que se realizará el próximo viernes a la noche, en un camping sobre la ruta 1.