Valiente y trascendental testimonio para la causa
Una testigo reconoció a Conzi como el autor de los disparos
En tanto la otra mujer que viajaba en el remís la fatídica noche dijo que "no recordaba'.'

Buenos Aires (Télam).-Una de las testigos clave del crimen de Marcos Schenone reconoció al empresario Horacio Conzi como la persona que conducía la camioneta desde donde balearon el remís en el que viajaba ella junto a la víctima y otras tres personas, durante la primera jornada del juicio oral por el caso.

En tanto, la segunda chica que estaba en el auto baleado y que también es considerada "clave" no reconoció a Conzi y a raíz de varias contradicciones con su amiga ambas fueron careadas.

Paula Alonso fue la primera testigo que declaró frente al Tribunal Oral Criminal 4 de San Isidro en la jornada inaugural del juicio oral que se le sigue al dueño del restaurante Las Olas (ex Dallas) de Martínez como autor del homicidio de Schenone, ocurrido el 16 de enero de 2003 en la localidad bonaerense de Béccar.

Para el fiscal que hizo la instrucción, Mario Kohan, Alonso además es el móvil del crimen, ya que Conzi se alteró cuando adentro de su local Dallas vio a Schenone besándose con Alonso, luego de que él intentara, sin éxito, conquistar a la joven.

Era Horacio

"Era Horacio Conzi, el dueño del local", dijo la joven, quien está por recibirse de psicóloga, y cuando los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Carlos Vales Garbo le preguntaron cómo sabía quién era, respondió: "Porque un rato antes, él se había presentado así: `Horacio, el dueño de Dallas".

En su relato, Alonso, quien resultó baleada en un tobillo en el episodio, reconoció que esa misma noche estuvo durante una hora dialogando con Conzi dentro del restaurante antes de que se produjera la persecución y la muerte de Schenone.

Respecto del momento en que ocurrió el crimen, admitió que no pudo observar a la persona que efectuó los disparos cuando el vehículo se les puso a la par, pero aclaró que a la única persona que vio dentro de la camioneta fue a Conzi.

Dijo que no vio el arma ni quién disparó, pero escuchó las detonaciones y recordó que, en ese momento, Schenone la tomó por la cabeza y la hizo agachar para protegerla.

Respecto de lo que sucedió horas antes en Dallas, Alonso aseguró que estuvo tomando champagne con Horacio Conzi y que el empresario le ofreció trabajar en la redacción de un libro sobre Jesucristo.

Cuando le preguntaron si cree que Conzi pudo haber tenido un ataque de celos, la chica respondió que ella no mantuvo ningún juego de seducción con el empresario.

Incoherente

Sin embargo, recordó un episodio: "Salimos del baño con Gisella (Carabetta, otra testigo clave) y nos encontramos con Conzi. Gisella le preguntó si estaba casado y él respondió: `Tengo novia' y me abrazó".

Alonso estimó que Conzi los mandó a echar de Dallas porque la vio besándose con Schenone, a quien había conocido esa misma noche en la entrada.

La joven también recordó que las conversaciones que mantenía Conzi eran "incoherentes" y que el empresario sólo realizaba "monólogos".

Hermana del carpintero

La segunda testigo del debate fue la amiga de Alonso, Carabetta, también ocupante del remís y quien recibió un balazo en la muñeca en el episodio.

Carabetta, quien es hermana de un carpintero que aún trabaja en el restaurante de los hermanos Conzi, en cambio, con un endeble relato nunca incriminó al imputado.

En primer término, afirmó que no pudo reconocer quién manejaba la camioneta "por la falta de iluminación en la calle, porque el remís tenía parasoles en la luneta trasera" -sin embargo vio que era una persona de pelo claro y con camisa oscura- y porque "venía medio tomada", con referencia al consumo de alcohol.

Al igual que Alonso, Carabetta reconoció que fue el propio Schenone quien antes de morir dijo que quien los perseguía era "el dueño de Dallas", pero insistió en que ella no lo vio.

Alcohol

La defensa de Conzi, a cargo de los abogados Ricardo Montemurro y Gonzalo Díaz Cantón, hicieron hincapié al preguntar a las testigos en cuánto alcohol habían consumido -para ver si estaban en condiciones de reconocer a alguien- y si vieron a Conzi ebrio o drogado.

Es que una de las estrategias de la defensa será intentar demostrar que la madrugada del hecho Conzi no podía dirigir sus acciones y por lo tanto es inimputable.

Inimputable

Elsa Schenone, la mamá de Marcos, consideró hoy que en su léxico "la palabra inimputable no existe" con referencia a Horacio Conzi. "Cada cosa que se comentaba, este señor (por Conzi) opinaba, y una persona que está mal no puede razonar, jamás podría entender lo que se está diciendo en algo que no es cotidiano. Si él podía aplaudir en los momentos oportunos evidentemente todo es mentira (su inimputabilidad)", manifestó la mujer en la puerta de los tribunales de San Isidro. La mujer dijo que si fuera docente le recomendaría a Conzi que se buscara "un buen profesor de teatro", al tiempo que cuestionó a los abogados del acusado por defender a "alguien que es indefendible".