Conclusiones de un informe del Idesa
Sin cambios en las políticas la pobreza seguirá muy alta
Pese al contexto económico favorable, los índices de pobreza seguirán iguales a los de antes de la crisis. El informe reclama cambios en las políticas sociales y laborales.

Pese al inédito contexto internacional favorable para la economía argentina, que se refleja en sucesivos superávit de la balanza comercial muy pocas veces registrados en la historia argentina y 3 años ininterrumpidos de crecimiento de la economía, los índices de pobreza siguen siendo muy altos, afectando a 2 de cada 5 personas.

Según el informe semanal del Idesa (Instituto para el Desarrollo Social Argentino), aún manteniéndose la economía en crecimiento, aunque a tasas más moderadas, de no mediar transformaciones profundas en las políticas laborales y sociales, el gobierno de Kirchner terminará su mandato -en 2007- con niveles de pobreza superiores a los de los años finales de la década del 90.

El informe pasa revista de las características de la recuperación económica argentina, que se dio en un contexto internacional favorable como consecuencia de varios factores, entre otros, el crecimiento del 5,1% de la economía mundial (el crecimiento más alto de los últimos 30 años), el crecimiento del 5,6 % de América Latina (el más alto de los últimos 24 años) y el crecimiento aun más intenso en Sudamérica, con un 6,3%.

En este contexto, se recordó que Argentina creció un 9%, "y países que también disponían de holgada capacidad ociosa experimentaron variaciones positivas aun más altas, como es el caso de Venezuela (17,9%) y Uruguay (12,3%)".

A esto se suma un contexto financiero internacional donde las tasas de interés se ubican en sus mínimos históricos.

La tesis del Idesa es que el momento excepcionalmente favorable que vive la región vaya moderándose a partir del año que viene y, si bien no prevé un cambio de tendencia, el crecimiento se mantenga a tasas moderadas.

En el caso de Argentina, dijo, "el 2005 repetirá un crecimiento muy alto pero, agotada la capacidad instalada ociosa y ya con un contexto internacional menos favorable, el crecimiento comenzará a disminuir. En esto coinciden fuentes tan dispares como la Cepal, que pronostica 4,4% de crecimiento para el 2006, el FMI un 4,2% y el propio gobierno argentino, un 4% según el Presupuesto".

Alta pobreza

Con este contexto de reversión suave de las variables económicas, el informe sostuvo que "los pronósticos de mejoras en la situación social son muy desalentadores. La incidencia de la pobreza a finales de 1998 era del 30%, en el 2001 había alcanzado el 38% y en la segunda mitad del 2002 explotó hasta llegar al 57%. El buen momento actual apenas alcanzó para reducir la pobreza al nivel de finales del 2001", subrayó.

Luego de reconocer la ayuda que la devaluación produjo para que la recuperación de la economía fuera más rápida, porque permitió acompañar el contexto internacional favorable con productos a precios competitivos, lo que aumentó la rentabilidad de las empresas y los ingresos del Estado, Idesa cargó contra una de las consecuencias no deseadas: la importante redistribución regresiva del ingreso que produjo.

En este sentido, "el dato más preocupante es que si con tasas de crecimiento elevadas la recomposición del tejido social ha sido lenta, con tasas de crecimiento moderadas la recuperación social será aún mucho más lenta. Con variaciones en el PBI menores al 5% como se pronostican para los próximos años, en el 2007 la incidencia de la pobreza seguirá afectando a más del 30% de la población", apuntó.

Finalmente, un proceso de inclusión social acorde con las aspiraciones de la sociedad es posible, como lo demuestra la experiencia chilena, pero depende de muchos factores. El punto clave es la organización del mercado de trabajo porque allí opera el principal vínculo entre crecimiento y progreso social. Esto lleva a enfatizar la importancia estratégica que tendrá encauzar el nuevo mapa político en favor de replantear la legislación laboral y varios aspectos de la seguridad social, tomando como eje prioritario la inclusión en la formalidad de las millones de personas que trabajan en pequeñas empresas", concluyó.

El desempleo

y la inseguridad encabezan las preocupaciones de los argentinos, por encima de la inflación, la pobreza y las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según una encuesta realizada por la consultora Poliarquía. El titular de la consultora, Sergio Berensztein, opinó que esta situación se debe a que la sociedad quedó "traumatizada" ante la posibilidad de perder su fuente de trabajo, tras la recesión desatada en 1998 y el estallido de la crisis a fines de 2001.

Redacción El Litoral