Luego de dos resoluciones del Concejo que obligaban al DEM a cumplir con la ordenanza 10.289, Balbarrey se reunió con autoridades policiales, municipales y el presidente del deliberativo local para analizar el tema de la seguridad.
El 4 de junio de 1998 se creó un Programa de Seguridad Urbana en el ámbito local. La iniciativa tratada y aprobada por el Concejo Municipal tiene el objetivo de "diseñar, desarrollar y evaluar estrategias tendientes a mejorar las condiciones de seguridad urbana en el municipio, promoviendo la cooperación entre los diferentes estamentos del Estado (municipal, provincial y nacional) así como entre éstos y la sociedad civil".
Para que esta premisa pueda concretarse, la ordenanza prevé la creación de un Consejo Consultivo conformado por "un equipo interdisciplinario" de profesionales de distintas áreas vinculadas con la seguridad urbana. Éste tiene a su cargo, entre otras acciones, la división el ejido municipal en zonas por grado de conflictos, investigaciones sobre la seguridad (estadísticas, encuestas de victimización, mapa del delito), planear cursos y talleres para capacitar en el tema a trabajadores sociales y la implementación de campañas masivas tendientes a "promover la generación comunitaria de seguridad urbana y la nueva prevención de la criminalidad".
Según el artículo 5 de la norma, son miembros de este Consejo el intendente y un funcionario municipal designado por él, la secretaria de Promoción Comunitaria del municipio, dos representantes del Concejo Municipal y su presidente y, como invitados, el Ministerio de Gobierno y la secretaría de estado de Promoción Comunitaria de la provincia.
Larga espera
En lo que va del 2005, este cuerpo nunca había sido convocado por Balbarrey. Desde entonces, las cifras de delitos en la ciudad ocupan y preocupan a muchos ciudadanos y asociaciones que, incluso, realizaron marchas para reclamar por el tema.
El Concejo también se ocupó del asunto. En la sesión del 29 de septiembre aprobó por unanimidad una resolución que obligaba al intendente a convocar al Consejo Ejecutivo. En ese momento Balbarrey se negó a convocarlo porque el tema estaba muy "politizado".
Antes de que los concejales de UCR Encuentro presentaran por segunda vez una resolución en este sentido el 13 de octubre, asociaciones y comerciantes de las avenidas Facundo Zuviría y Aristóbulo del Valle motorizaron una Marcha por la paz. Luego de ésta, el ministro de Gobierno de la provincia, Roberto Rosúa, llamó a entidades intermedias, funcionarios judiciales, miembros de la Iglesia, la policía y el municipio, al consejo Consultivo de Seguridad Comunitaria, que se volverá a reunir el jueves venidero.
La norma del cuerpo deliberativo local que disponía que Balbarrey convocara a esta reunión en cinco días, ingresó a la Secretaría de Gobierno municipal el miércoles pasado. Desde entonces El Litoral consultó al encargado de prensa municipal sobre cuándo se definiría la fecha, lo que, finalmente, fue hoy.
Resultados
En medio del conflicto por el paro de empleados municipales que acaparó la atención de la prensa, Balbarrey pudo explicar los principales puntos de la reunión:
- la policía confeccionará, para el próximo encuentro un mapa del delito de la ciudad;
- mientras tanto, el municipio trabajará cerca de esta institución "en todo lo que es asfalto de penetración y algunas otras estrategias en los barrios";
- "estuvimos conversando el reforzar algunos programas, trabajar con un consejo multidisciplinario para abordar todas las temáticas", dijo Balbarrey;
- se implementará "un programa preventivo de información sobre cómo tiene que prepararse cada ciudadano". Esto consiste en la difusión de tareas "preventivas. Vamos a ver cómo compilamos la información que tiene la policía y lo podemos desarrollar a través de sistemas de comunicación relacionados con la sociedad civil".
Por su parte, Jorge Henn remarcó la importancia de que "diversos actores nos hayamos reunido para abordar estos temas". Además, agregó que las autoridades policiales se comprometieron a realizar un "seguimiento de las denuncias" ya que, como lo expresaron, "la gente no realiza las denuncias correspondientes".
%sLa causa: la exclusión
Balbarrey lo admite, como tantos: la causa de la violencia y hechos delictivos tiene que ver con la exclusión social.
Los índices de indigencia, como se supo, son cada vez más altos en la ciudad. Estos datos, según dijo el intendente, "preocupan y mucho". Pero, ¿qué se puede hacer para atacar la causa y no el problema? "La incorporación de los excluidos es un trabajo sostenido que lleva muchos años", contestó Balbarrey y agregó que "uno no va a transformar la exclusión en inclusión firmando una resolución".
Al respecto "se están haciendo trabajos en cooperativas de trabajos que permiten incorporar mucha gente que es de los planes o que ni siquiera tiene la posibilidad de conseguir un trabajo. Se está trabajando con planes de capacitación para poder calificar a la mano de obra que no tiene capacitación".
El concejal que impulsó el encuentro, Jorge Henn, coincidió en el diagnóstico: "Las causas del delito tienen que ver con la exclusión" y, también, "con elementos institucionales relacionados con la lentitud de la justicia, con la estructura de las fuerzas de seguridad y algunas cuestiones relacionadas con problemas de urbanización". Y se manifestó "muy conforme" de que el encuentro para analizar al situación de la seguridad en la ciudad, finalmente, se haya concretado.
Elecciones
Balbarrey accedió a analizar la derrota del justicialismo en la elecciones del domingo pasado. Aunque no la tomó como tal ya que "no es la primera del justicialismo y probablemente tampoco sea la última".
Remarcó que, desde el municipio, "hicimos un esfuerzo grande para que le vaya bien al presidente, porque hemos recibido desde la Nación muchísimo apoyo en este año". Y, teniendo en cuenta que en las internas perdieron por 20.000 votos, consideró que, esta vez, el resultado "no fue malo. Nosotros no participamos en la interna y si colaboramos para la elección general, y creemos que los resultados han sido buenos".
Sol Lauría