ES LA SEGUNDA EDICIÓN
Buenos Aires muestra su Feria del Libro Antiguo
Se inauguró el miércoles en el Palais de Glace. Contiene unas 2.000 obras, desde la época de la invención de la imprenta.

Ediciones hechas desde la invención de la imprenta hasta principios del siglo XVI, manuscritos históricos, cartas de Rosas, Sarmiento y Rivadavia, primeras ediciones de Borges, acuarelas anónimas de las invasiones inglesas, son algunos de los atractivos que presenta la Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires, que se desarrolla en el Palais de Glace.

La segunda edición de esta Feria -la primera tuvo lugar el año pasado en el Museo Larreta- tiene como tema convocante las invasiones inglesas, por lo que hay un gran despliegue de libros editados aquí y en Inglaterra que reflejan cómo se vivió la situación desde la perspectiva de ambos bandos.

"Es increíble el vigor que está adquiriendo el sector de libreros y anticuarios que atesoran estas colecciones: tenemos el circuito El Sótano (que reúne en Florida y Córdoba a diez librerías especializadas), la de Fernández Blanco y la de Alberto Casares, hasta otras nuevas como Poema 20", destacó Patricio Lóizaga, director del Palais de Glace.

Entre las casi 2.000 obras expuestas, Lóizaga mencionó el rescate que hicieron Bonifacio del Carril y Williams Álzaga "de unas acuarelas anónimas que esbozan los grupos de resistencia criollos en las invasiones inglesas, reunidas en un libro que lleva por título `Uniformes argentinos".

"También hay un cuaderno con quince bocetos, de tinta y lápiz de Spilimbergo; una Real Ordenanza de Madrid, de 1782; un libro editado por Tipper de 1808, una mirada inglesa sobre las invasiones; cartas de Rosas (1848), Rivadavia (1821) y Sarmiento (1854); manuscritos de Victoria Ocampo, Borges, Bioy Casares y Alfonsina Storni y una edición de `Las flores del mal', de Baudelaire, ilustrada por Rodin", apuntó.

OPCIONES

Por su parte, Lucio Aquilanti, de la Asociación de Libreros y Anticuarios de la Argentina (Alada), ente organizador de la muestra, subrayó la importancia de los materiales seleccionados acerca de las invasiones inglesas. "La Asociación quiere en esta feria homenajear a los defensores y reconquistadores de Buenos Aires. No es un ataque a los ingleses, porque de hecho la actitud de los habitantes de la ciudad en aquellos años fue ambigua. Algunos apoyaron la invasión y otros como ya sabemos estuvieron totalmente en contra", dijo.

"Tenemos bandos argentinos, bandos ingleses, bandos limeños, manuscritos de Whitelook por ejemplo, de Liniers; me parece muy interesante todo lo referente a este tema que presentan los diferentes stands", especificó.

El público puede acceder también a textos de historia y literatura argentina, dos ítems predominantes en las colecciones de libros antiguos, acompañados por iconografía a través de grabados y mapas que acompañan o ilustran los textos.

Según Aquilanti, el público que concurre a la feria es muy variado, aunque hay un perfil tradicional compuesto por gente de más de 40 años, "y más recientemente es notable la cantidad de mujeres, muchas investigadoras, que se interesan por este rubro".

"En la actualidad los libros antiguos pasan velozmente de mano en mano y las grandes colecciones -de más de 20 mil volúmenes- son cosa del pasado. Tenemos colecciones pequeñas en cuanto cantidad (2.000 o 3.000 ejemplares) pero grandes en cuanto a la calidad del material".

La feria concita también el interés de libreros de otras latitudes, "en esta oportunidad, apenas abierta, ya la están recorriendo especialistas llegados de Estados Unidos, Chile, Inglaterra e Italia", resaltó.

"Tratamos de exhibir lo mejor, pero con un criterio que prioriza lo atractivo a la vista, por eso hay grandes encuadernaciones, bellas ilustraciones, textos dedicados. En cambio, otros libros, incluso más caros, quedan en la reserva de las librerías porque desde el punto de vista de lo bonito no lucen en el stand", indicó Aquilanti.