Oliverio Girondo
La aventura de lo cotidiano
El Dr. Roberto Retamoso, autor de "Oliverio Girondo: el devenir de su poesía", define al poeta como visionario, apasionado y vanguardista. En diálogo con Nosotros, se refirió al genial autor de Espantapájaros y a su pluma inmortal.
"Lo cotidiano, sin embargo, ¿no es una manifestación admirable y modesta de lo absurdo? Y cortar las amarras lógicas, ¿no implica la única y verdadera posibilidad de aventura?". Oliverio Girondo, en "Veinte poemas para ser leídos sobre el tranvía".

Sólo algunos tinteros tuvieron el honor de nutrir blancos papeles con el testimonio inmortal de las palabras. Y muchas menos fueron las páginas que bebieron esa tinta, transformando irrevocablemente la historia de la literatura. Oliverio Girondo fue uno de los poetas argentinos que dio vida eterna a la tinta sobre el papel. En una revista, un libro o una carta, supo enmarcar lo más simple y cotidiano en los quiebres vanguardistas de los años 20, al mismo tiempo que seducía con sus descarnados poemas de amor y era capaz de recorrer calle Florida con un espantapájaros gigante asomándose en un descapotable, para promocionar el lanzamiento de su libro.

Roberto Retamoso, doctor en Letras y docente de la Universidad Nacional de Rosario, es un estudioso y admirador de la obra de Oliverio Girondo. Conoce como pocos, esas letras imborrables que nacieron de un alma inquieta y transgresora.

El coprotagonismo martinfierrista

"Girondo es un violento. Mira largamente las cosas y de golpe les tira un manotón. Luego las estruja, las guarda. No hay aventura en ello, pues el golpe nunca se frustra. A lo largo de las cincuenta páginas de su libro, he atestiguado la inevitabilidad implacable de su afanosa puntería". Jorge Luis Borges, "Oliverio Girondo, Calcomanías", número 18 de revista Martín Fierro, junio de 1925.

El Dr. Retamoso elige comenzar la conversación encuadrando a Girondo en la vanguardia argentina. "En la época de Oliverio, la vanguardia fue una posición estética-literaria caracterizada por una ruptura con los códigos establecidos, las maneras convencionales de leer e interpretar obras. Apostar a lo novedoso: en el lenguaje, los temas, la manera de escribir".

Tanto Girondo como Borges pertenecían a la vanguardia de Florida, que era muy distinta a la de Boedo. Los escritores de Florida eran martinfierristas. "Martín Fierro fue una revista de vanguardia muy importante. Girondo y Borges son, sin ninguna duda, sus protagonistas centrales", dice Retamoso.

-Al mencionar a Borges, nos introducimos en una relación entre ambos escritores que no se limita al hecho de que el tiempo los haya hecho contemporáneos.

-Es una relación con muchas intermitencias y cortocircuitos. El mejor momento de esa relación fue la época de Martín Fierro. Borges recién había vuelto de Europa, mientras que Girondo iba y venía. Borges comenta en la revista que sentía una admiración por el temperamento brusco de Girondo, incluso como poeta. Después se distancian y hay una especie de resentimiento de Borges hacia Girondo. Ya en los 40, Borges se pone más fastidioso con Girondo. Uno de los chismes que siempre circula -que por supuesto no se puede comprobar- es que Borges estaba enormemente celoso porque Norah Lange se había casado con Girondo, porque parece que él estaba enamorado de ella. Oliverio Girondo, entre otras cosas, era un hombre muy sensual, según se comenta.

Croquis de un vanguardista

-Justamente, esa sensualidad puede relacionarse con un escritor que frecuenta el componente erótico y sexual en su obra. ¿Qué características tiene este tópico en Girondo?

-Esto tiene que ver con la vanguardia, como gesto de liberación. Oliverio tiene una enorme capacidad para escribir lo erótico y sexual. Hay dos autores de la época que coinciden en este punto, en esta absoluta crudeza para escribir del tema. Uno es Girondo y el otro es Arlt.

-Y además de este punto, ¿en qué otros se encuentran Arlt y Girondo?

-Tienen miradas comunes propias de la época. Porque Arlt, a su manera, también era un vanguardista. Pensaban siempre en lo futuro más que en lo pasado. Las diferencias giran en torno de que Arlt hace su literatura partiendo del lenguaje popular de Buenos Aires. Girondo no. Cada uno busca su propia lengua.

-¿Cómo fue visto Girondo por la gente de su época, no en el círculo literario específico sino el público en general?

-No conozco testimonios sobre esto. Pero hay anécdotas. Por ejemplo, como era un vanguardista, sabía perfectamente que en un mundo mercantilizado, la literatura era también una mercancía. Cuando publicó "Espantapájaros", su tercer libro, utilizó toda una estrategia de marketing increíble para la época. En un auto descapotable grande, puso un muñeco de espantapájaros y una legión de señoritas muy bonitas, lo que ahora llamaríamos "promotoras", veinte chicas muy atractivas. Recorrió calle Florida con el auto, el muñeco y las chicas. Por supuesto, vendió toda la edición, lo cual nos da idea de una respuesta muy favorable del público.

-Jorge Madrazo, poeta bonaerense, opina que Oliverio Girondo creía que en poesía "la unidad o ladrillo esencial no es sólo la palabra sino también la sílaba y la letra". De ahí que Girondo tuviera esos quiebres, diformismos, distorsiones. Existe una revolución de la gramática y la sintaxis, según muchos, por la necesidad poética y las características vanguardistas.

-Los futuristas y surrealistas tenían esta misma necesidad de trastocar el orden de las palabras, pero no como una cosa rebuscada, sino porque descubrían que la necesidad poética encontraba formas mucho más fuertes, más intensas y profundas. No era un capricho, sino que se pensaba que de esa manera se lograba una expresión más auténtica de las cosas.

-¿Girondo fue el primer argentino en incorporar este impacto visual que brinda la original disposición de las palabras?

-Creo que sí. Es uno de los primeros. Esto es una enseñanza de cómo puede trabajar un poeta a la hora de enfrentarse con el lenguaje. Dejó una herencia a los jóvenes argentinos poetas.

El visionario argentino

¿Estupidez? ¿Ingenuidad? ¿Política?..."Seamos argentinos", gritan algunos... sin advertir que la nacionalidad es algo tan fatal como la conformación de nuestro esqueleto. Oliverio Girondo, "Membretes"

-¿Se puede definir con pocas palabras a Oliverio Girondo, el escritor?

-Sí. Yo diría, saliendo de los conceptos técnicos, que fue un apasionado, un lúdico, un hombre que no podía vivir sin las palabras. Era un ser absolutamente sensible y muy preocupado por su época, no era un indiferente político. En sus escritos periodísticos y reflexiones previos a la Segunda Guerra Mundial, cuando se veía venir todo el cataclismo de Europa, él fue un visionario.

-O sea que el término "volar" que tanto aparece en su literatura, era la contrapartida de "los pies sobre la tierra" a la hora de una reflexión de la realidad.

-Exactamente, él tenía una combinación de las dos cosas.

-¿Su literatura refleja nuestra sociedad?

-El país ha cambiado mucho. Hablan de la Argentina de esa época, pero es un legado. Todo lo que pasaba día a día, él lo lleva a su lenguaje. Un gran legado.

Girondo al alcance de todos

"Oliverio Girondo, agradecido". Con esta frase culminaba uno de sus poemas el genial poeta argentino. Probablemente, usaría la misma ante la aparición de "Oliverio Girondo: El devenir de su poesía", el libro del Dr. Roberto Retamoso, recientemente publicado por la Universidad Nacional de Rosario, que se presentará, con la presencia de su autor, el próximo viernes a las 20, en el Museo de Arte Contemporáneo de esta ciudad (Bv. Gálvez 1578), organizado por el Foro de Cultura Aldo Oliva.

Acerca de este libro, Retamoso explica que Girondo "no es un autor que me haya interesado recientemente, sino que desde que era estudiante sentía una atracción muy profunda por su obra. Por otra parte, creo que dentro de la literatura argentina es un poeta que logra resultados impresionantes con una enorme facilidad para trabajar, modificar las palabras y jugar con ellas; tiene una especie de don que no tienen todos los poetas".

"Quise escribir un recorrido cronológico y lineal en la obra de Oliverio Girondo, deteniéndome en algunos puntos en particular, para ver cómo ha ido cambiando su obra a lo largo del tiempo. Da cuenta también de las relaciones o asociaciones con obras afines y autores de la época. Y eso, aporta elementos para un lector común o especializado", define el autor.

"Si se hubiera tratado de un jurado muy ortodoxo, me podrían haber cuestionado cómo está escrita, porque se cruza con lo literario. Pero uno de los tres jurados que evaluó la tesis fue Arturo Carrera, un poeta muy importante, y estaba muy contento con este tipo de escritura. Algo que me ayudó muchísimo y que fue muy grato, fue tener de director de tesis a Adolfo Prieto, que es una eminencia, y uno de los críticos literarios más importantes de este país".

En pocas palabras

  • "Croquis en la arena' muestra de qué cosas habla Oliverio Girondo. Es algo absolutamente trivial: la playa, los bañistas y el universo que ahí se presenta. Lo hace con esas técnicas tan propias de él. En este caso disgrega todo, remitiendo a un cuadro cubista".

  • "El comienzo de `Espantapájaros' es uno de los más maravillosos textos de amor que he leído. Con la introducción de este texto en `El lado oscuro del corazón', Subiela contribuyó mucho con la popularización de Girondo".
  • "Apuntes callejeros' es la mirada de algo muy convencional y cotidiano, desde un lugar absolutamente vanguardista, con una mirada novedosa".
  • "El puro no' señala cómo, a partir de una palabra, se pueden inventar múltiples palabras derivadas. Había antecedentes de ello, pero Girondo fue más lejos en esa dirección".
  • Virginia Gutierrez