Uno de los impactos económicos y humanos de mayor trascendencia en los últimos años comenzará a sentirse con el inicio de la construcción del gasoducto que recorrerá la vera de la ruta nacional 34, llevando el fluido a más de 48 mil habitantes de los departamentos Iriondo, San Jerónimo y San Martín.

A un costo de más de 45 millones de pesos, se verán beneficiados por los tres gasoductos de alimentación, ramales de aproximación y cámaras reguladoras de presión en 13 localidades.

El gobernador Jorge Obeid remarcó que "esta obra de infraestructura gasífera favorecerá los emprendimientos regionales, aumentará la calidad de vida de los ciudadanos e impulsará el desarrollo de la producción de las industrias lácteas y cerealeras -en su mayoría-, del caucho, jabón y de dulces, asentadas en esa zona del territorio santafesino".

Los tres gasoductos abarcan el tramo comprendido entre las localidades de Lucio V. López y Cañada Rosquín, incluyendo también a Monje y Díaz (en la Ruta 65) y Bustinza (en la ruta 91) que están afuera de esa traza principal.

Días pasados, se hizo presente en el lugar de inicio de esta imponente obra el ministro de Obras, Servicios Públicos y Vivienda, Alberto Hammerly, quien reveló que las empresas de la región se harán cargo, durante 42 meses, de los trabajos, amortizando la ejecución de la obra, incluyendo redes de distribución en cada ciudad o localidad.

Hammerly, quien estaba acompañado por el director Provincial de Participación Comunitaria, Arq. Eduardo Oscar Luzzi, dijo que esta obra es sumamente ventajosa para las municipalidades y comunas de esa amplia región, ubicada en la principal cuenca lechera de Iberoamérica. "El fuerte impacto tendrá mayor incidencia en el sector productivo", sostuvo el ministro, tras reconocer el valioso e inestimable aporte de las empresas radicadas en los departamentos Iriondo y San Jerónimo, abarcando también algunas localidades de su par San Martín.

Concretamente, los pobladores y el sector industrial que tendrán gas natural en cantidades suficientes para sustituir las actuales fuentes de combustible están asentados en Bustinza, Díaz, Monje, Lucio V. López, Clason, Centeno, Salto Grande, Totoras, San Genaro, San Jenaro Norte, Cañada Rosquín, Casas y San Martín de las Escobas.

El gasoducto -por medio de ramales secundarios- se construye con un Fondo Fiduciario, con la colaboración del Banco de la Nación Argentina, lo que posibilitará a las empresas durante tres años y medio que actualmente consumen combustible, tener un ahorro del 20 por ciento, y así se amortizará la obra.

El gobierno de la provincia indicó que se construirán 12 plantas reductoras de gas, se generará un cuantificable número de nuevos puestos de trabajo y se realizará un movimiento de suelo de alrededor de 145 mil metros cuadrados.