Presiones sobre Chile
Japón protege al ex presidente Fujimori
El gobierno japonés irrumpió hoy en la escena del Caso Fujimori, al interceder ante las autoridades chilenas y solicitar "un trato justo" para el ex presidente peruano por su condición de ciudadano nipón.

El gobierno de Tokio solicitó a las autoridades chilenas, por medio de su embajada en Santiago de Chile que se le dé a Fujimori, de 67 años, un trato acorde con las leyes chilenas, y tomando en cuenta el hecho de que el ex presidente tiene la nacionalidad japonesa, informó la agencia de noticias nipona Kyodo.

Esa petición, formulada a raíz de la detención ayer de Alberto Fujimori en Santiago de Chile, ha enrarecido las relaciones entre Japón y Chile, como quedó hoy patente con la suspensión del viaje que el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Ignacio Walker, tenía previsto realizar a Tokio esta semana.

Dos días después de la repentina salida de Fujimori del país, la diplomacia nipona ha hecho pública su política de protección del ex mandatario, que se refugió cinco años en Japón, aunque pesaran sobre él dos solicitudes de extradición y fuera buscado por la Interpol.

El gobierno japonés ha pedido a las autoridades chilenas que Fujimori "sea tratado de manera justa y sin discriminación" y que, como ciudadano nipón, "sea juzgado de manera correcta", informaron fuentes oficiales.

El embajador japonés en Santiago, Hajime Ogawa, formuló ayer esas demandas a Walker, al que expresó el deseo de Japón de seguir "siendo informado sobre el caso", dijeron las fuentes.

El ministro nipón de Interior, Taro Aso, señaló hoy en rueda de prensa que su gobierno se informará sobre la posibilidad de que Fujimori pueda ser asistido por el cuerpo diplomático japonés en Santiago de Chile.

Sin precedentes

Las declaraciones públicas de un miembro del Ejecutivo japonés sobre Fujimori son un hecho sin apenas precedentes, puesto que desde que dimitió de la presidencia peruana en diciembre de 2000 y hasta el momento, las autoridades niponas habían tratado su caso con silencios y evasivas.

Las solicitudes de extradición de Perú se rechazaron con escuetos comentarios basados en la nacionalidad nipona de Fujimori y la ausencia de un tratado de extradición con el país andino.

Sobre la petición internacional de detención de la Interpol, el año pasado el entonces ministro portavoz, Hiroyuki Hosoda, se limitó a responder a Amnistía Internacional (AI) que su postura y la de Japón eran "diferentes".

Hosoda recordó la gratitud que Japón guarda a Fujimori por su gestión, cuando era presidente de Perú, del rescate de los rehenes de la embajada japonesa en Lima en 1997.

En esa operación fueron liberados con vida 72 de las 73 personas que permanecieron cuatro meses secuestradas por un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), cuyos catorce miembros murieron en el asalto militar.

Fujimori, nacido hace 67 años en Perú en el seno de una familia japonesa, obtuvo la ciudadanía nipona a las pocas semanas de iniciar su exilio en Japón.

Con la sigilosa partida del ex dirigente en la madrugada del domingo en un vuelo particular, Japón se quitó "un peso de encima", según el canal de televisión TBS.

Ahora le toca a Chile lidiar con la controversia que supone tener a Fujimori como huésped.

Nombre falso

La embajada estadounidense en Lima señaló hoy que si el ex presidente peruano Alberto Fujimori entró a EE.UU. en su viaje de camino hacia Chile, lo hizo con otro nombre.

Fuentes de la legación diplomática estadounidense confirmaron que "Fujimori no tiene visa norteamericana y hay una ley que obliga a capturar a toda aquella persona que es considerada prófugo de la Justicia". Si Fujimori hubiera entrado a territorio estadounidense con su nombre, estaría detenido, agregaron las fuentes al ser consultadas por las versiones de que antes de pasar por la ciudad mexicana de Tijuana el avión en el que viajó el ex presidente habría pisado territorio estadounidense.

EFE